Cartagena, ningún candidato se compromete con el pliego de la coordinación de organizaciones sociales

Por: Corresponsal Caribe

Cartagena es una ciudad en la que se evidencia el desarrollo desigual del capitalismo, aporta la quinta parte del PIB Nacional con 34 billones de pesos provenientes de la actividad industrial, turística y portuaria. Contrario a lo que se cree, el turismo no es su mayor fuente de ingreso, 11 billones provienen del sector industrial que comparte con los municipios vecinos, Turbaco y Turbana, mientras el aporte del sector turístico es de 5,6 billones de pesos.

Pero la generación de empleo del sector industrial, es en su mayoría tercerizada y las formas de contratación son precarias. En el sector turístico es más grave la situación, porque se impone el trabajo a destajo y sin garantías laborales. El resultado es que más de 480 mil personas viven en la pobreza monetaria, de los cuales más de 150 mil viven en pobreza extrema. Una situación que ya era alarmante, y que se agravó con la pandemia, que dejó una tasa de desempleo de 12,1% en una ciudad en la que la mayoría de la población vive de la informalidad o tienen contrataciones precarias.

Con la administración de William Dau, esta situación no cambió, llegó a la Alcaldía con un discurso contra la corrupción pero su gobierno fue en favor del capital financiero, caracterizado por una baja ejecución presupuestal, deja la ciudad endeudada y con las cuentas llenas. Dau había llegado después de un período de inestabilidad política de 2012 a 2018, en la que la ciudad tuvo once alcaldes, la mayoría de ellos envueltos en procesos judiciales y escándalos de corrupción.

Para estas elecciones, los sectores tradicionales tienen como candidato al ex gobernador Dumek Turbay, favorito en las encuestas y con sectores que esperan que sea un gobierno que invierta en infraestructura así vuelvan los carteles de la contratación. En el llamado campo ‘alternativo’ está el candidato del Pacto Histórico, el concejal Javier Julio Bejarano, proveniente de sectores medios que desde las redes sociales impulsaban actos de protesta contra el caos de la ciudad, y Judith Pinedo, la María Mulata, quien es apoyada por el Partido Verde y por sectores de base del Pacto Histórico que creen que estas dos candidaturas se pueden unificar.

Los programas de Judith Pinedo y de Julio Bejarano son similares, basados en el discurso de la cultura ciudadana, de la lucha contra la corrupción y de presupuesto para programas asistenciales, ambos creen que el sector empresarial puede ayudar para superar los problemas de la ciudad, plantean una concertación de todos los sectores de la ciudad, desconociendo que son estos empresarios los responsables de la crisis.

Durante el estallido social se crearon espacios de coordinación de las organizaciones sociales, donde se propusieron ejes articuladores del Pliego de Lucha, como son:

  • Revertir las privatizaciones de las empresas de servicios públicos domiciliarios y creación de las Empresas Pública Distritales
  • Revertir la privatización del Puerto de Cartagena
  • Titulación colectiva para las comunidades de la Zona Norte para detener el despojo y recuperar las tierras expropiadas por la industria turística
  • Recuperación del sistema integrado de transporte público como un sistema público
  • Plan de emergencia de vivienda para las personas en pobreza extrema

Ninguno de los candidatos, ni Bejarano, ni la Maria Mulata, se comprometen con estos puntos mínimos, por eso la única opción es votar en blanco y recuperar los espacios de coordinación de las organizaciones sociales,  articular un pliego para la lucha contra las administraciones que se ponen a su servicio y un programa político que saque de la pobreza y la miseria a casi medio millón de personas, en lucha contra el régimen político.

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