Crisis en la dirección de Fecode: entre el oportunismo y el burocratismo

Por: Unidad Docente PST

 

Se ha conocido recientemente, lo que se califica como un “golpe de estado” en Fecode, referido a la decisión burocrática y oportunista de 10 ejecutivos, de cambiar los cargos en el Comité Ejecutivo de la Federación. Esta acción que ellos mismos justifican como válida, frecuente y necesaria en beneficio de la “gobernabilidad”, fue ejecutada a espaldas del resto de dirigentes de la junta nacional, y peor aún, de espaldas al magisterio.

Estos hechos ocurren luego de que Nelson Alarcón (Partido Verde), Carlos Rivas (Fuerza Ciudadana), no fueron elegidos para la Cámara de Representantes en las pasadas elecciones legislativas. Ellos mismos formaron parte de los “negociadores” con el gobierno en los paros de 2015, 2017 y quienes firmaron los insulsos acuerdos con el gobierno en 2019. También fueron responsables junto con la mayoría de la dirección, de la no organización por la base del paro de 45 días de 2021 y del levantamiento abrupto de éste, con la falsa ilusión de resolver en las urnas los problemas de la población, dejando al descampado a los luchadores que venían enfrentando al régimen.

Fue viral el video (y el escándalo) de Nelson Alarcón en el que, en pleno paro, anuncia el cambio de táctica en el que se sustituye la lucha en la calle por el camino electoral. Luego, como parte de sus aspiraciones politiqueras, renunció al magisterio y salió de la presidencia de Fecode, para lanzar su candidatura al Senado. Al fracasar en su campaña electoral, regresa a recuperar su curul en la federación, pasando por encima de los estatutos y de los propios acuerdos burocráticos que le habían dado antes la presidencia.

Pero también esta crisis se da luego de la elección de Gustavo Petro a la presidencia, gracias en parte al masivo voto del magisterio. También Fecode y la mayoría de las filiales expresaron el apoyo a Petro y el Pacto Histórico en la campaña, con la expectativa de que Petro cumpla con las reivindicaciones y demandas del magisterio y la educación pública.

Pero electo Petro, la dirección de Fecode esperaba un rol destacado en el nuevo gobierno y en la política educativa, lo que se ha expresado en el proceso de empalme en el Ministerio de Educación y en los nombramientos anunciados en ese sector. Pero como en otros campos de la política, Petro ha privilegiado los acuerdos con la burguesía y sus representantes, por encima incluso de las burocracias sindicales que participaron de lleno en su campaña. A esto se suma, que dentro del Comité Ejecutivo de Fecode todavía tienen un peso importante los dirigentes del Partido Dignidad (antiguo MOIR), quienes fieles a su proceso de derechización, al mando del ex – senador Robledo en la campaña apoyaron a Fajardo y luego se debatieron entre el apoyo a Rodolfo Hernández y el voto en blanco.

La actual crisis de Fecode no es más que el estallido de estas prácticas deplorables, configuran el burocratismo que se ha entronizado en el sindicalismo y develan el oportunismo característico de estos dirigentes y las organizaciones políticas a las que pertenecen, convirtiendo recurrentemente a las organizaciones sindicales en trampolín de sus apetitos electorales, ahora combinado con las expectativas oportunistas ante el nuevo gobierno.

Ya en los años 2013 y 2015, las bases del magisterio se habían pronunciado en las calles, en contra de los lesivos acuerdos firmados por los autoproclamados negociadores. También hubo manifestaciones de protesta porque la mayoría de la dirección desconoció las definiciones votadas por la Asamblea Federal e hizo oídos sordos a las exigencias de las bases en relación con temas como el Estatuto Docente, la reestatización de la salud, el rechazo a la evaluación entre otros.

El magisterio está hastiado de recibir órdenes de paro, de no ser escuchado en sus justos reclamos, de no poder definir el rumbo de la lucha contra los gobiernos y sus políticas y de informarse del levantamiento de los paros por los medios de comunicación masiva, soportando injustas imposiciones de reposición de tiempo por la lucha, para luego ser regañados por sus dirigentes cuando hay inconformismo ante sus traiciones.

Pero mientras en la alta dirección de Fecode se gesta esta vergonzosa rapiña burocrática, el magisterio y los trabajadores de la educación, vienen soportando las duras condiciones del retorno a la presencialidad, con mayor sobrecarga laboral, la violencia desbordada en los colegios y mayor presión y estigmatización por parte de los gobiernos. El gremio no aguanta más irrespeto. Se hace más urgente que nunca el cambio de la dirección en Fecode.

Desde la corriente Unidad Docente PST, rechazamos tanto las prácticas antidemocráticas y el desconocimiento de los estatutos, como los apetitos burocráticos y oportunistas que mellan la independencia de los sindicatos ante el nuevo gobierno. Llamamos al magisterio a exigir la realización inmediata de una asamblea federal de emergencia y la convocatoria inmediata a elecciones, pues como lo demuestran con sus actuaciones estos dirigentes No nos representan.

Igualmente, llamamos a discutir la crisis de nuestra federación en los colegios y a elaborar pronunciamientos escritos en contra de la antidemocracia y en contra de ser usados para satisfacer apetitos burocráticos, así mismo, en contra de que la federación sea el escampadero de quienes, por desarrollar su carrera política en beneficio personal, hablan en nombre de los maestros, sin tener la legitimidad para representarlos.

 

 

 

 

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