Propuesta educativa de Rodolfo Hernández: beneficiar los negocios privados con los recursos públicos

El candidato presidencial Rodolfo Hernández, pasó a segunda vuelta recibiendo el voto de millones de personas que vieron en su propuesta contra la corrupción una propuesta de cambio, sin embargo, su programa de gobierno es de continuismo de los planes de la burguesía que promete hacer más eficientes haciendo un ajuste en los gastos de funcionamiento del Estado y a los recursos de la corrupción.

Por: Unidad Docente PST

Hernández, imputado en un proceso de corrupción y a punto de ser llamado a juicio, ha manifestado que va a aumentar la cobertura educativa en todos los niveles de la educación, con un énfasis particular en la educación superior, y que mejorará la infraestructura de la básica y de la media, todo esto con el modelo que se viene aplicando en los últimos gobiernos: usando los recursos públicos para financiar la educación privada.

Al mismo tiempo, su apuesta es acabar con la estabilidad laboral del magisterio profundizando la evaluación permanente de los docentes, como mecanismo de castigo y control, vulnerando sus derechos laborales y contribuyendo al señalamiento y estigmatización que han venido haciendo el uribismo contra la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode.

Educación superior: el negocio de los privados

La propuesta de Hernández de tener acceso universal a la educación superior no apunta al fortalecimiento de la educación pública sino a aumentar las ganancias de los privados, la ampliación de la cobertura se sustenta en financiar la demanda y no la financiación de la educación pública, lo que favorece las matrículas de las universidades privadas, como el modelo de Ser Pilo Paga de Santos.

Otro de los puntos es el Icetex, el banco que ha endeudado a la juventud colombiana. La propuesta de Hernández es pagar esa deuda con los recortes que se hagan a los gastos de funcionamiento de la educación y se limita a estudiantes activos, a los de estratos 1 y 2 y con promedios académicos, es decir, no habría una reforma de esa política de financiación, que pasa por una condonación inmediata de las deudas y una indemnización a quienes tuvieron que pagar créditos onerosos que pignoraron su futuro, sino una política incierta de pago de las deudas a una minoría.

En secundaria: golpear la estabilidad laboral del magisterio

Para Hernández, el problema de la educación básica y media se limita a la infraestructura y la evaluación docente. Sus propuestas, que a pesar de estar dispersas en varias declaraciones a medios de comunicación, no difieren de la política neoliberal que se ha venido implementando, haciendo recortes en los derechos de los docentes, entregando parte del presupuesto público al sector privado y aumentando cobertura.

Hernández ha demostrado su hostilidad hacia el magisterio y su desprecio a la labor docente. Ha dicho que los docentes solo trabajan nueve meses al año y que el sistema de evaluación debe ser permanente, reduciendo al mínimo la estabilidad laboral de maestras y maestros. Con esto pretende cumplir uno de los principales objetivos de la burguesía, que es acabar con el nivel de sindicalización del magisterio y la posibilidad de luchar por mejores condiciones en la educación pública.

Una propuesta autoritaria, neoliberal, misógina

El discurso antisindical del ingeniero Rodolfo Hernández y de su candidata a la vicepresidencia, que proviene de la educación privada y confesional, apunta quebrantar la capacidad de lucha del magisterio y a toda forma de diálogo de la comunidad educativa.

Y como además de neoliberal y autoritario, Hernández es misógino, en un video en el que hizo circular su política educativa, manifestó que una de las medidas que había que tomar para mejorar la educación preescolar y primaria era el control de la natalidad, pues las mujeres se reproducían de manera irresponsable. Estas declaraciones hicieron que incluso su candidata vicepresidencial tuviera que recordarle que los hombres también participaban en el proceso reproductivo, a lo que respondió que los hijos se quedaban era con las mujeres.

Este es el talante de Hernández, quien a pesar de no tener una propuesta coherente y técnica de cómo financiará sus planes, sí tiene una perspectiva que consiste en convertir la educación en un negocio privado que se alimenta de los recursos públicos.

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