Plan contra la violencia machista como parte de la atención a la pandemia

A la ya dramática situación social que genera la pandemia, con su amenaza de muerte constante sobre nuestras cabezas se suman otras realidades sociales que contrario a mermarse se empeoran. Por un lado, miles de madres cabeza de hogar que viven de empleos informales, ingresos diarios como las vendedoras ambulantes, niñeras y empleadas domésticas, ven amenazada su simple subsistencia y la de sus hijos. Recordemos que en Colombia son las mujeres las que con más frecuencia tienen trabajos informales, por horas, precarios y peor remunerados, todo indica que también han sido las primeras víctimas de los despidos.

Autor: Comisión de la Mujer PST

La mujer colombiana entre la pobreza, la enfermedad y la violencia

Eternas filas en las que se exponen al contagio para reclamar un refrigerio o un bono alimentario y contrarrestar el hambre, la angustia de ver amenazados sus trabajos, la responsabilidad del cuidado y la enseñanza de los chicos, la atención de mayores y enfermos, la limpieza y desinfección extra para prevenir el contagio. Son todas cargas que pesan sobre los hombros de la mujer trabajadora.

Pero por si esto fuera poco, miles de mujeres y niñas están literalmente encerradas con el enemigo, encerradas con su agresor. Es un fenómeno mundial, la violencia contra las mujeres se ha disparado durante la cuarentena, muchas han perecido a manos de sus parejas, padres y hermanos al no tener a donde o cómo huir, al no tener forma de evitarlo. Muchas de ellas han perdido su fuente de ingresos y han quedado dependiendo de los ingresos de su compañero, sin posibilidades de huir, varias optan por callarse; como el agresor no sale de casa se hace complicado denunciarlo o pedir ayuda, al no poder escapar o salir a respirar una disputa doméstica con violencia incluida aumenta la posibilidad de tener un desenlace fatal. En algunos países se ha promovido colgar una blusa en la ventana como señal de “auxilio”.

En Colombia según datos oficiales las denuncias a la línea púrpura (línea telefónica especial para violencia contra la mujer) aumentaron 79%! Según el ICBF la cifra total de aumento es del 101%.

A causa de las medidas sanitarias al menos en la capital fueron cerradas las comisarías de familia y las casas refugio, toda la atención pasó a ser telefónica y policial. El resultado ha sido desastroso, de más de 500 llamadas de auxilio solo se pudieron atender cerca de 100, de las otras mujeres nadie sabe su destino. Las comisarías precisaron ser abiertas de nuevo.

Los hogares: el lugar más peligroso para las mujeres

La desesperación por la situación económica apremiante, el consumo de licor dentro del hogar, los efectos psíquicos del encierro, en especial para familias pobres que conviven hacinadas en pocos metros cuadrados (las llamadas vivienda alcancía o cajita de fósforo), empeoran el problema ya existente de la violencia machista, el caldo de cultivo una sociedad donde hace rato existe una epidemia feminicidios y violaciones. Y es que muchos hablan de que esta es otra Pandemia, a tal punto de que la propia ONU tuvo que sacar una alerta mundial sobre el tema llamando a los gobiernos a tomar medidas especiales.

A pocos días de la cuarentena los titulares trágicos no se hicieron esperar, en un barrio pobre de Cartagena un hombre asesinó a su esposa, su suegra y su cuñada. A fecha del 7 de abril el conteo de feminicidios en el 2020 iguala el de muertos por COVID 19 en Colombia, 50 mujeres han perdido su vida por el hecho de ser mujer en su mayoría a manos de una pareja actual o pasada, la mayoría en su propia casa, 12 de ellas desde el inicio de la cuarentena. Hace tiempo se conoce que para las mujeres el hogar es el lugar más peligroso que hay, y hoy se encuentran literalmente encerradas allí.

Violencia Sexual y pérdida de autonomía reproductiva

Cada 23 minutos una mujer en Colombia es víctima de agresión sexual. Y eso sin contar con todos los casos que permanecen ocultos tras el silencio y el miedo. Las violaciones, los encuentros sexuales abusivos o bajo coacción y la falta de disponibilidad de anticonceptivos por los efectos de la cuarentena ponen a las mujeres en un gran riesgo de embarazos y maternidades no deseadas, aumentando el espiral de la violencia a largo plazo. Algunas organizaciones están promoviendo la atención del aborto legal por telemedicina, y enseñando el uso de anticonceptivos, pero para el Estado este tema ha valido apenas un renglón en los instructivos de atención durante la pandemia.

Violencia Policial

Pero para las que tienen que salir a trabajar (la mayoría de enfermeras y aseadoras son mujeres) la realidad no es mejor, se arriesgan a ser insultadas, manoseadas a manos de la policía que aprovechando la soledad de las calles y del permiso de “hacer controles” han aprovechado para agredirlas como ha denunciado la Corporación Humanas: “una mujer en la localidad de Bosa, Bogotá denunció haber sido víctima de violencia sexual por parte de un policía. Esta semana se han conocido dos casos más en donde mujeres denuncian ser víctimas de acoso y violencia sexual”.

Plan de Emergencia Contra la Violencia Machista

Abusos sexuales, golpes, abuso psicológico y verbal son el pan de cada día para muchas, no es la vida ideal de la mujer 10 que hace yoga, teletrabaja y atiende a los hijos que nos muestra la publicidad estatal. La realidad es tal que han tenido que hacer una campaña del ministerio del Interior, la Primera Dama y la Vicepresidencia; esta campaña consiste en sacar comerciales y piezas publicitarias en redes llamando a los hombres a no maltratar a sus esposas y sus hijos.

Pero la violencia casi nunca se para dándole consejos al agresor. Es necesario que en plan de emergencia contra la Pandemia incluya un Plan de Emergencia Contra la Violencia Machista asociada al confinamiento y la crisis social secundarias, dejar de pagar la deuda externa para financiarlo. Por supuesto todas estas medidas son mínimas y no resuelven de fondo el problema del machismo y la opresión, aún así siendo medidas democráticas perfectamente realizables es posible que el gobierno no las lleve a cabo sin que haya una fuerte lucha de por medio porque su interés es proteger bancos y empresas. Igualmente, como socialistas estamos por medidas estratégicas como que el Estado se haga cargo de personas enfermas, ancianos y en general de la socialización de las tareas de cuidado.

Medidas Mínimas Urgentes:

  • No más filas! Que las mujeres no tengan que seguir saliendo a exponerse en eternas filas, que el subsidio les sea consignado en cuentas bancarias y los mercados y refrigerios se repartan a sus casas, o que se organice su reparto por cuadras y barrios.
  • Que se abran de inmediato las casas refugio en todo el país y se adecuen nuevas, el Estado puede disponer de los predios expropiados a corruptos y de los hoteles hoy vacíos para albergar las mujeres que huyen de sus agresores junto con sus niños
  • Que no se multe a ninguna mujer que huye de su agresor “por incumplir la cuarentena”
  • Que se mantengan abiertas las comisarías de familia. Así como se han exceptuado 34 actividades de las cuales ni la mitad son vitales, así como se permite que se abran los bancos, que se abran de inmediato las comisarías con plenas garantías laborales, de transporte y bioseguridad para los funcionarios que las atiendan.
  • Que se doble el personal de la línea púrpura y que esta se generalice a nivel nacional, con salario y vinculación formal para las personas que la atienden.
  • Subsidio extra inmediato a todas las mujeres cabeza de hogar y a las que hayan perdido su modo de sustento
  • Acceso a anticonceptivos como política de Estado durante la pandemia, incluyendo el uso de teleconsejería y envío al domicilio de pastillas e inyecciones. Distribución gratuita de preservativos para evitar tanto embarazos no deseados como ITS.
  • Garantía de la prestación del servicio de aborto legal para todas las mujeres como servicio médico esencial que NO puede suspenderse en la emergencia
  • Capacitación y protocolos policiales para atender la violencia machista sin revictimizar
  • Castigo a los agresores dentro y fuera de la familia
  • Alto inmediato a la violencia machista policial, investigación y castigo de los policías involucrados.

Para pedir ayuda puede comunicarse con La 155 de la Consejería para la Equidad de la Mujer, la línea púrpura 018000112137, o el correo de la Defensoría del Pueblo delegadagenero@defensoria.gov.co.

También existe una aplicación manejada por mujeres https://ellascentrodeaprendizaje.com/
Igualmente si prefiere puede comunicarse con nosotras.

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