Bioseguridad y formalización para el sector salud: No al Decreto 538

#Bioseguridad, #Formalización #NoAlDecreto538 son las consignas que han logrado unificar a miles de trabajadores de salud en los últimos días, varios mítines han recorrido el país en la puerta de los hospitales durante la última semana a pesar de los intentos del gobierno y de los falsos voceros gremiales por desmontar la lucha.

Autor: María Paula Houghton

La indignación que ya era creciente por la falta de elementos de protección personal (EPP) en la mayoría de clínicas y hospitales, y por la situación de precariedad laboral del sector –85% contratados por prestación de servicios OPS–, se sumó el sábado pasado al dolor por la pérdida de dos colegas médicos a causa del coronavirus, el domingo moriría también un conductor de ambulancia. Las redes sociales estallaron de manifestaciones de dolor, solidaridad y rabia ante la desprotección en la que se encuentran los mal llamados “héroes”.

Con el cuerpo aún caliente de los compañeros, patronos y ARL se apresuraron a afirmar que el contagio no se dio en la atención a pacientes y más o menos que culpa fue de ellos por “socializar” en áreas comunes del hospital. Esto se suma a los cientos de trabajadores de la salud caídos en otros países, y las décadas que este sector de trabajadores hemos tenido que soportar falta de pagos, malos tratos, y contratos basura.

Y es que mientras Duque en televisión todos los días nos manda saludos y nos dedica canciones, mientras el ministro Ruiz jura en falso en televisión diciendo que están dando los EPP y que todo está perfecto, la realidad es que no le han pagado a la gente en el Chocó y otras regiones, que miles siguen escribiéndonos para denunciar que no les dan tapabocas, caretas y vestidos; otros cínicos gerentes incluso le están vendiendo los implementos a los trabajadores. Incluso hay empleadores que han tenido el descaro de “sugerir” reducciones salariales voluntarias, queremos dejar claro que esto no tiene nada de voluntario, cualquier desmonte de condiciones salariales en este momento sucede bajo coacción y bajo amenaza de despido.

Ante esta realidad, de peligro hasta para la vida, muchos empezaron a hablar de renuncias masivas, y es que como los que están por OPS no son ni siquiera considerados empleados, no hay otra forma de presionar. La respuesta del gobierno no pudo ser más criminal, haciendo gala del autoritarismo y la torpeza ya conocidas de nuestro presidente, sacaron el decreto 538, en el cual –entre otras múltiples disposiciones– llamaron al acuartelamiento obligatorio de todos los trabajadores de la salud, incluidos los estudiantes. De inmediato el gremio reaccionó ante lo que no era ni más ni menos que reclutamiento forzado.

En este decreto de 24 páginas, en el que se habla de lo divino y lo humano, en el que se obliga a acudir a un llamado en condiciones inciertas de bioseguridad y contratación, se omite sintomáticamente cualquier llamamiento taxativo u obligatorio a las entidades obligadas a proveer los EPP, tampoco se habla de que sea obligatorio cancelar los sueldos atrasados, ni muchísimo menos habla de eliminar ya mismo las OPS y formalizar con contratos decentes a todos los trabajadores del sector.

Los trabajadores de la salud mayoritariamente respondimos por todos los medios con un rotundo NO. Nadie nos puede obligar al suicidio, esto es una sentencia de muerte, va contra la ética médica trabajar sin medios adecuados, fueron las frases más comunes. Y es que, aunque el decreto no dice que la obligación es trabajar sin EPP, sí dice que el llamado es obligatorio y no garantiza la protección, el olfato de clase de inmediato nos alertó, aunque algunos aún insistieran en que había que “esperar la reglamentación”.

Muchos pacientes o personas del común tal vez hayan interpretado que nos queremos negar a atender la pandemia, que nos queremos negar a cumplir nuestro juramento como oportunistamente dijo el Ministro Ruíz, pero nada más lejos de la realidad. Es todo lo contrario. Estamos conscientes de nuestra responsabilidad y de la necesidad de que lo hagamos, pero si nos infectamos y morimos no podremos atender a nadie, cada médico, enfermero, auxiliar infectado puede contagiar a miles de personas. Tampoco creemos que sea oportunismo pedir las mínimas condiciones salariales y tener un empleo fijo para sostener nuestras familias.

Fue de tal magnitud el escándalo que se anunciaron hasta demandas de inconstitucionalidad, y al otro día presidente y ministros madrugaron a reunirse con nuestros supuestos “representantes” del Colegio Médico y la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, en esta reunión donde se desconoció no solo a las profesiones de la salud no médicas, sino a la mayoría de médicos no agremiados o agremiados en otras organizaciones, hicieron un supuesto “acuerdo”. En el que el gobierno estuvo obligado a reconocer que el decreto tiene una redacción desafortunada, a prometer que esta vez sí de veras van a garantizar los EPP, y que “van a pensar” en lo de la formalización laboral. Con este insulso acuerdo se levantaron de la mesa, y en un acto aún más atrevido de esquirolaje (traicionar a sus compañeros en huelga o amenaza de huelga) el presidente del Colegio Médico salió a decir que el paro de médicos le parece algo “absurdo”.

Pues queremos que sepa que absurdas nos parecen sus declaraciones y que se haya prestado para lavarle la cara al gobierno. Somos mayoría los que no tenemos ninguna confianza en este gobierno, en sus ministros y en los mercaderes de ARL y EPS. El decreto sigue en firme, no se ha derogado ni se ha modificado, la llegada de los EPP y los salarios sigue siendo una promesa en la mayoría de lugares, y la formalización está tan lejos que antes se atreven a ofrecernos rebajarnos el salario.

Es por todas esas razones, y en homenaje a nuestros tres compañeros a los que no olvidamos, que hoy nos manifestamos en todo el territorio nacional, con mítines, twetteratones, videos, banderas blancas. No cederemos en la protección de nuestras vidas, la de nuestras familias y la de nuestros pacientes. Seremos tercos y no nos callaremos. Los viejos dinosaurios de las anquilosadas organizaciones gremiales del pasado si no van a apoyar nuestra causa, deben dar un paso al lado y dejar que surjan nuevos liderazgos que estén a la altura de esta grave situación. Debemos agremiarnos, sindicalizarnos y construir comités de base, construir una coordinación nacional de organizaciones de la salud, que levante un pliego nacional, discutido por todos los trabajadores del sector, sindicalizados o no, y nos unifique en esta lucha por:

  • Por bioseguridad y formalización laboral YA para el personal de salud
  • Pago de salarios atrasados y nivelación salarial
  • Masificación de las pruebas de covid 19 para la población y los trabajadores de la salud
  • Giro de recursos directo a hospitales y no a las corruptas EPS y ARL
  • Derogación del 538
  • Cuarentena extendida con garantías para los pobres
  • Derogatoria inmediata de la ley 100

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