Editorial: Nuevo periodo legislativo ¿la misma estrategia?

Se acaba el primer semestre de 2023 y con él se cierra un nuevo periodo legislativo. El final de semestre estuvo marcado por los escándalos que salpican al Gobierno, como parte de la campaña de desprestigio de la burguesía opositora de derecha que aprovecha las salidas en falso de Petro y el Pacto Histórico para amplificarlas y exagerarlas; por movilizaciones del petrismo y sectores de masas que conservan expectativas e ilusiones en el cambio prometido, y movilizaciones del uribismo y la extrema derecha que salió a las calles, con sus bases para rechazar cualquier posibilidad de cambio que beneficie a los trabajadores y las masas colombianas.

La oposición de derecha, los empresarios y la burguesía en general se oponen incluso a las mínimas y tibias reformas impulsadas por el Gobierno de Petro, que en su estrategia de concertar y conciliar las ha recortado hasta hacerlas digeribles para ellos. Pero eso no les basta, la burguesía colombiana, avara y sanguinaria, no está dispuesta a compartir ni siquiera escasas migajas con los pobres para garantizar la “paz social” y evitar un nuevo estallido, objetivo principal del Gobierno de Petro y los sectores burgueses que lo apoyan.

El mismo día que se cerró el periodo legislativo, se hundió la reforma laboral por falta de quorum. De las tres reformas centrales del Gobierno (salud, laboral y pensional) era la que recogía más reivindicaciones de los trabajadores, como la recuperación del pago de las horas extras y una relativa estabilidad. Sin embargo, no se dieron al trabajo ni de debatirla.

En cuanto a la de la salud, sobrevive con respiración artificial, recortada hasta casi ser irreconocible, salvando a las EPS y al modelo mercantil, pero aún así se oponen porque pierden el control del presupuesto.

Mención aparte merece la pensional, reforma que incluso desde el primer borrador merece el nombre de contrarreforma. En otros artículos[1], hemos denunciado que es regresiva para los trabajadores porque salva a las AFP y por esta vía disminuye las mesadas. Eso explica que no haya generado la oposición burguesa que las reformas de salud y laboral sí generaron, y que sea la que “va mejor” en el Congreso, siendo aprobada en bloque en la comisión correspondiente. Evidentemente, es porque es la que menos cuestiona los privilegios y la ganancia de los capitalistas.

Junto con el hundimiento de la reforma laboral se cayó también la regulación del cannabis de uso adulto, favoreciendo a los narcotraficantes con el negocio ilegal. Previamente se había sacado, del Plan Nacional de Desarrollo, el capítulo de derechos sexuales y reproductivos, y avanzan iniciativas reaccionarias como el Proyecto de Ley “los padres eligen” para impedir la educación sexual de los niños.

En ese contexto, no compartimos el balance triunfalista de quienes ven en el Plan Nacional de Desarrollo, en el Presupuesto General de la Nación, o en la reforma tributaria, grandes logros. Finalmente, ninguno de estos cuestiona los privilegios de los explotadores, por el contrario, se ajustan a la regla fiscal y a las indicaciones de la OCDE, el Banco Mundial y el FMI. Lo que hay es un cambio de discurso y de maneras, pero con poco o nada de cambio real.

Desde la perspectiva de los intereses de los trabajadores, el análisis que hacemos de la legislatura que se cierra es que se confirma que no hay ninguna posibilidad de que el corrupto congreso legisle a favor de las mayorías, o avance en las transformaciones que necesitamos los trabajadores y los sectores populares, por las que salimos a luchar en 2019 y 2021. Cualquier iniciativa mediamente progresiva en el Congreso se recortará hasta hacerse inocua o inservible; peor aún, hasta convertirse en su contrario, en una contrarreforma, como es el caso de la reforma pensional que es una verdadera trampa para los trabajadores y las masas. Por eso reiteramos, y los hechos la demuestran, que no conseguiremos en el Congreso lo que no conquistemos en las calles, es decir mediante la organización y la lucha independiente.

Lamentablemente, a pesar de que el mismo Petro en su discurso en París, y la bancada del Pacto Histórico en sus declaraciones, denuncian que es justamente la burguesía (oligarquía dice Petro) la que no permite que adelanten cambios, y boicotean o sabotean cualquier posibilidad, siguen insistiendo en concertar con esos saboteadores.

Hay una frase muy difundida que dice “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y se aplica plenamente a la situación actual. A pesar de que son conscientes de que incluso la política de paz es inviable sin mínimas transformaciones sociales, y de que en sus discursos arremeten contra EPS, AFP, los banqueros y los corruptos en general, su estrategia es absolutamente incoherente con su propia caracterización del momento actual. Básicamente es proponen: volver a presentar los proyectos de ley ante el mismo congreso, apoyarse en movilizaciones los días de fiesta, disputar las elecciones regionales haciendo acuerdos de todo tipo con personales como Roy Barreras o Armando Benedetti, cuyas consecuencias han sido nefastas y evidentes. Desde luego tendrán que ceder más para recomponer la hoy rota coalición de gobierno con partidos como el Conservador y el Liberal.

La justificación que se da el gobierno para este plan de hacer lo mismo esperando resultados diferentes, es que, por un lado, las alianzas con políticos tradicionales y sus partidos, alas de la burguesía supuestamente aliadas, es necesario porque, según ellos, no hay la correlación de fuerzas necesaria para impulsar las reformas.

No existe ninguna autocrítica o balance sobre estas alianzas y sobre la política de concertación; por el contrario, se insiste en ella. Desde luego que la actual correlación de fuerzas no es la mejor, pero se debe a que las luchas fueron intencionalmente desmontadas para direccionar el proceso hacia las elecciones con la promesa de convertir el pliego en proyectos de ley que se han hundido.

Mientras las masas están desmovilizadas y a la expectativa la burguesía opositora de derecha aprovecha la situación para organizar la contraofensiva, aunque por ahora no es una política mayoritaria de la burguesía, una salida tipo golpe de Estado nunca se debe descartar, pero por el momento están ocupados en que la extrema derecha avance electoralmente en las regionales.

Por eso proponemos una estrategia opuesta por el vértice a la parlamentaria, que ha demostrado ser el camino rápido y seguro hacia la derrota. Es necesario retomar la estrategia de la movilización masiva, la del paro nacional y la organización independiente de las masas que golpee las ganancias, los privilegios y los intereses de los capitalistas. Al servicio de ella proponemos organizar un gran encuentro nacional de sectores en lucha. El reciente ENOSP puede asumir el papel de articulador y convertir los aspectos progresivos de las reformas en pliegos; que se organice un plan de lucha que incluya días de paro convocados por las direcciones de las centrales obreras, no marchas en días festivos, porque estas que no afectan, ni siquiera entorpecen la producción ni la ganancia; que se avance en la preparación de un nuevo paro nacional en contra de los explotadores y opresores que se negaron a ceder incluso en mínimas reformas para paliar la situación penosa de las mayorías.

En ese proceso se debe impulsar la reactivación de las asambleas populares y comités de empresa, pero no de manera instrumental para salir a defender al gobierno cuando está en apuros, o para defender ciegamente reformas que no se discuten, sino para que se fortalezcan como organismos democráticos, que realmente se discuta y se decida con independencia en las bases de los trabajadores y la población pobre y desposeída.

Estos organismos son los que deben impulsar y convocar a la movilización independiente, levantando las reivindicaciones pospuestas en el Paro Nacional. Igualmente son quienes deben retomar la tarea de enfrentar las amenazas de la derecha, y la represión policial y apuntar a la conquista revolucionaria de un verdadero gobierno obrero y popular.

En ese contexto de lucha que se propone, el Gobierno tendrá que elegir si se pone al servicio de estos cambios en la práctica, resolviendo el pliego de peticiones de las masas, o si continúa tejiendo alianzas por arriba con la burguesía.

¡A las calles a luchar, por un cambio de verdad!

¡A construir, a organizar, el nuevo paro nacional, para lograr y conquistar lo que los ricos nos quieren negar!

¡Abajo la coalición con los partidos de la burguesía, por una coalición de los de abajo!

Comité Ejecutivo PST

30 de junio de 2023

[1]     https://www.magazine.pstcolombia.org/2023/06/la-reforma-pensional-de-petro-una-trampa-para-salvar-las-afp-y-rebajar-las-mesadas/

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