Trabajo para todos y “cero” delincuencia

Desempleo y delincuencia, dos problemas acuciantes en la sociedad actual. En Colombia tenemos la delincuencia común, la de “cuello blanco” y la del narcotráfico. La delincuencia, en distintas modalidades, existe en todos los países porque tiene relación con el carácter de desigualdad y competencia en la sociedad capitalista. El capitalismo sin desempleo, sin delincuencia y corrupción no funcionaría.

 

El desempleo es funcional para la explotación laboral

Un mercado de trabajo que sostenga altas ganancias para los empresarios con una explotación laboral muy alta debe funcionar como cualquier mercancía, con la ley de la oferta y la demanda, pero la primera debe ser superior a la segunda; debe existir un ejército industrial de reserva, un ejército de desempleados para comprar la fuerza de trabajo al menor precio posible y así obtener la ganancia más alta que se pueda.

 

La estructura laboral en Colombia

La población económicamente activa en Colombia, la que necesita y puede trabajar, equivale a 25 millones aproximadamente. 9 millones garantizan la producción y la prestación de servicios que necesita la sociedad; unos 3 millones son reconocidos como desempleados y unos 13 millones se encuentran desempleados en la modalidad del “rebusque” eufemísticamente llamados emprendedores. En los demás países estos porcentajes varían, pero aproximadamente entre el 50% y 60% de la población económicamente activa pertenece al ejército de desempleados. Las cifras oficiales siempre están por debajo de la realidad, aun así, la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD) reconoce que Colombia “ocupa el primer lugar en informalidad con 51.3 puntos y es el tercero donde más horas se trabajan.” (elempleo.com/co del 5 de agosto de 2022)

Entre los desempleados se presentan distintas prácticas para la sobrevivencia: el comercio, el narcotráfico, la prostitución y la delincuencia. A los capitalistas esta situación les es funcional para sostener un mercado laboral favorable y como justificación para tener un fuerte aparato represivo contra el descontento social.

 

Desempleo y delincuencia

Si se reparten las horas de trabajo que se necesitan para producir los bienes materiales y los servicios para la sociedad –que son garantizados por los 9 millones de trabajadores colombianos– se eliminará la delincuencia o en el peor de los casos disminuirá drásticamente porque todos los trabajadores tendrán ingresos para vivir y tiempo para disfrutar de la recreación y el ocio, también se suprimirá la prostitución y la justificación para su práctica. La delincuencia no solo es funcional sino necesaria para el sistema, por eso las cárceles no son lugares de rehabilitación sino escuelas del crimen y a una buena parte de los delincuentes se les deja en libertad para que sigan delinquiendo.

Si se reparte el trabajo la jornada laboral se reduciría a menos de una tercera parte; a unas 15 horas a la semana. Esto se acompañaría de un salario mínimo que cubra el costo de la canasta básica, incluso con el desarrollo tecnológico y bien organizada la producción, el horario puede ser menor y el salario muy superior al costo de la canasta básica. Algunos sustentarán que eso elimina a los empresarios y se pierde la iniciativa privada. Pero si para la producción social los empresarios no son necesarios porque los que producen son los trabajadores y la “iniciativa privada” solo es la iniciativa para explotar el trabajo ajeno y acumular riqueza innecesaria.

 

Control de los trabajadores contra la corrupción

Tanto en las empresas publicas como en las privadas un mecanismo enriquecimiento es la corrupción. Es reconocido el hecho de que en Colombia al año se esfuman en corrupción alrededor de 50 billones de pesos, el equivalente a dos reformas tributarias como la que presentó el gobierno de Petro, pero esa cifra puede ser ampliamente superior. Uno de los mecanismos de la corrupción está sustentado en los contratos con empresas privadas, lo que aumentó con la privatización de las empresas estatales.

De otra parte, los gobiernos se reparten el dinero del presupuesto nacional en forma descarada con programas como Agro Ingreso Seguro, y si se investiga y se comprueban esos robos, la ley no exige que la totalidad del dinero sea devuelto. La corrupción con los contratos de alimentación para los estudiantes es uno de los ejemplos más recurrentes y sin embargo esa práctica no se castiga.

Con empresas estatales que presten los servicios y garanticen la producción bajo el control democrático de la los trabajadores se eliminaría la corrupción con la que en muchos casos se desmantelan las empresas para robarle las prestaciones sociales y los salarios a los trabajadores. Otro sistema de corrupción, por parte de los empresarios la compra de dirigentes sindicales para destruir o controlar los sindicatos.

 

Si se legaliza la droga no habrá delincuencia narcotraficante

La otra fuente de violencia y delincuencia es el negocio ilícito del narcotráfico que por su carácter ilegal genera multimillonarias ganancias. Si se legalizan las drogas los precios bajarán y el negocio dejará de ser atractivo, pasando a funcionar igual que el negocio de las demás drogas licitas como el tabaco y el alcohol. A las personas que terminen en situación de narcodependencia el Estado les puede brindar tratamientos y realizar campañas educativas para que se reduzca el consumo.

Alejandro Pereira

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