El dólar, un arma de dominación mundial: ¿por qué el alza angustia a los trabajadores?

El precio del dólar depende de una institución del imperialismo norteamericano llamada la FED (Reserva Federal) que viene siendo como el Banco de la República de los Estados Unidos, la cual determina que tanto se emite, y sobre todo a qué tasa de interés se prestan los dólares. En el mundo capitalista el dinero más allá de servir como instrumento para el trueque, se ha convertido por sí mismo en una mercancía, viene siendo una mercancía sui generis, mercancía porque se produce (emite) y está sometida a las leyes de oferta y demanda, y sui generis porque es una mercancía que se puede intercambiar por cualquier otra en el mundo. Estas características sui generis de la mercancía dinero, favorecen su mistificación y lo convierten en el dios dinero, y en esta fase imperialista en el dios dólar, cuya relación con el trabajo humano aparece desdibujada y parece tener un valor en sí mismo.

Sin embargo, el dinero representa la riqueza o capital acumulado (el fruto del trabajo humano), por lo que al emitir o imprimir papel moneda que no esté representado por riqueza real, el valor (las cosas que puede comprar) disminuye. De igual modo sucede con el dólar en la economía de otros países como Colombia, cuando hay muchos dólares en Colombia entonces serán más baratos, cuando se “van los dólares” (fuga de capitales) entonces es más caro.

La moneda norteamericana es por definición la moneda del mundo, este hecho representa sin lugar a dudas la hegemonía norteamericana en el mundo imperialista, existen desde luego contradicciones inter-imperialistas y crisis que los afectan, pero su control económico, político y militar no están amenazados- por ahora- ; esta hegemonía política-económica hace que los cambios de su economía afecten prácticamente a todos los países del mundo, en especial a sus semicolonias, las cuales no tienen una economía independiente, este control está establecido y formalizado a través de los tratados de libre comercio (TLC´S) y de la deuda externa.

¿Cómo se originó este poder del dólar?

En pleno fragor de las sangrientas batallas de la segunda guerra mundial por el predominio imperial de los mercados del planeta, Estados Unidos se encontraba en una posición privilegiada de confort que brinda la “neutralidad” cuando en realidad su negocio consistía en vender armas y prestar dinero para sufragar la guerra a los ejércitos de países aliados que combatían contra Alemania. Potenciando de manera inusitada su economía armamentística e industrial que lo catapultó a potencia mundial de primer orden y colocándolo en una posición privilegiada en la jerarquía de países, en el marco del orden imperialista.

Fue cuando los yankis aprovechándose de la calamidad de los estados en guerra en 1944 reunieron a 730 delegados de 44 países en Estados Unidos, la mayoría de los participantes eran en ese momento colonias europeas y países latinoamericanos abyectos a ellos, “pactando” un nuevo orden mundial, el acuerdo de Bretton Woods se cimenta con la patraña de garantizar prosperidad y seguridad económica, de contener avance del comunismo y la reconstrucción de Europa bajo el plan Marshall cuyo propósito era la consolidación de las economías de la posguerra y donde se definiría “para bien” la situación financiera del mundo, siendo desaprobado posteriormente solamente por Rusia y sus aliados.

Producto de este desigual acuerdo, se crean como aparatos suplementarios de extorsión y especulación financiera el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, por donde pasaría todo el fujo de caja de todos los países del mundo, pero con la condición inexorable de que el dólar fuera la moneda de referencia internacional y único patrón de transacción comercial. Inicialmente la promesa consistía en que una onza de oro equivalía a 35 dólares y cada dólar debía estar respaldado por oro depositado en el fuerte Knox en Estados Unidos y en los bancos centrales de cada país; por supuesto en aquel momento los norteamericanos concedían la facultad de cambiar dólares por oro sin ningún tipo de restricción.

Fue entonces cuando en 1955, Estados Unidos se aventura en la guerra de Vietnam, los inmensurables gastos lo obligan a imprimir miles de millones de dólares para sostener la guerra, para 1960 el mundo empezó a sospechar que la cantidad de dólares impresos era mucho mayor a el oro depositado la reserva federal. En 1965 comienza el caos ya que las monedas propias de cada país empiezan a perder valor con relación al dólar, la inflación y la subida de los precios comenzó a hacer estragos en las economías locales, obligando a que en algunos países europeos se comenzaran a hacer reformas financieras para fortalecer sus propias monedas y a deshacerse de los dólares. El hecho más significativo para este año fue cuando en enero el general francés Charles de Gaulle amenaza con salirse de la OTAN y en marzo de este mismo año envía dos barcos con mil quinientos millones dólares a Estados Unidos para que se los cambiaran por el oro acordado en 1944, acto seguido en 1968 por los franceses estos repiten el desembarco hasta llegar a la suma de cinco mil millones de dólares, ejemplo seguido por Alemania Canadá y Japón, situación que llevo a que las reservas de oro de Estados Unidos se contrajeran dramáticamente.

Para 1970 en Washington, preocupados por la sobre devaluación del dólar, el gobierno de Richard Nixon decide en mayo de 1971 amenazar al rey Faisal de Arabia Saudita junto con los países que conforman la OPEP de negociar su petróleo solo en dólares a cambio de garantizarles seguridad en la región y venta de armas, de lo contrario serían invadidos por la seguridad económica norteamericana; es decir los dólares estarían respaldados ya no por el oro si no por el petróleo. A finales de 1971 Nixon anuncia que abandona el tratado de Bretton Woods y por lo tanto, no se podrá cambiar dólares por oro, lo que conlleva a que cada moneda carecería de respaldo alguno y su valor fluctuaría de acuerdo a la oferta y demanda en proporción a la economía de cada país sus avances y desarrollos, por la capacidad de sus exportaciones a nivel mundial, a mayor cantidad de exportaciones mayor será el valor de su moneda sin perder de vista que el dólar aún mantiene el predominio como patrón de transacciones comerciales en el mercado mundial.

EL dólar como arma de dominación mundial

Estados Unidos, luego de vencer en dos guerras mundiales asegura su predominio económico colocando el dólar como trofeo de guerra, haciendo indispensable su moneda para el funcionamiento de la economía global. El dólar, después de la fuerza militar estadounidense, es su principal elemento de poder. La capacidad de endeudamiento de este país es ilimitada gracias a que ellos emiten y fabrican el medio de pago aceptado internacionalmente, se abrogan el derecho a prestar, colocar intereses de usura a gobiernos que siguen sus políticas mediante del FMI y Banco Mundial donde hacen mayoría junto con los países imperialistas aliados, también la potestad de sancionar con las normas de la OMC donde también ejercen su dominio cuando países declaran moratorias o cesación de pagos.

 

Razones del alza

Para resolver la crisis económica del 2008 la economía norteamericana y la FED tuvieron que recurrir a varios mecanismos para salvar a los bancos y a los empresarios -además por su puesto de recrudecer la explotación a los trabajadores-, para poder mover la economía se emitieron dólares y las tasas de interés se bajaron a casi cero, con lo que durante algunos años el dólar fue barato y fácil de conseguir, de ese modo creció lo que conocemos como la “inversión extranjera”, países semicoloniales como el nuestro se inundaron de dólares, haciendo que el cambio en Colombia llegara por abajo incluso de los 1800 pesos.

Posteriormente, asistimos a una recuperación parcial de la economía norteamericana y a un aumento progresivo de las tasas de interés de la FED; el alza de las tasas de interés en la economía norteamericana se origina en la necesidad de controlar la fuerte inflación que afecta su economía interna; esto es posible dada la recuperación postpandemia, débil pero aún así, superior a la de otros países y economías del mundo. Otro factor fundamental es la guerra en Ucrania, que está desestimulando la inversión en Europa y motivando a los inversionistas y multinacionales a mantener sus reservas en dólares, ante la posibilidad de un escalamiento del conflicto con una depreciación del euro –generando así un efecto de crear lo que temen- .

Estos factores llevan al alza del dólar, que en septiembre de este año ha alcanzado su valor más alto en 20 años frente a las demás divisas del mundo (índice DXY) luego de un año de alza progresiva, llevando a la devaluación acelerada, no solo del peso colombiano, sino incluso de las monedas más fuertes del mundo como el Yen y la Libra Esterlina. En Colombia ya se ha rozado el histórico récord de 5000 pesos.

Y si bien el imperialismo es el responsable del alza del dólar y los efectos que causa en la economía de los demás países, también son responsables y cómplices los gobiernos de las semicolonias que han garantizado la sumisión imperialista, eso en Colombia significa que el uribismo es culpable, contrario a lo que cínicamente quiere hacer ver; y por otro lado Petro tampoco toma medidas para revertir la sumisión al imperialismo o cuestionar el lugar de Colombia frente al mismo, más bien continúa por el mismo camino, en ese sentido también carga con responsabilidad en su debida proporción; es falsa la dicotomía que se presenta en la “opinión pública”, de que la responsabilidad recae únicamente en Duque o Petro (ampliar en https://www.magazine.pstcolombia.org/2022/10/petro-de-la-mano-del-imperialismo/ ).

Aumento en los costos de producción y en todos los productos importados     

Como la economía de los países semicoloniales es dependiente, el alza del dólar nos afecta de manera directa y dramática; en especial frente al acceso a la tecnología y a diferentes insumos industriales y agroindustriales.

Incluso puede perjudicar a la burguesía exportadora que desde una mirada simple debería salir beneficiada por el alza, dado que los insumos y máquinas que requieren para la producción de sus mercancías son importados. Así que los costos de producción de la mayoría de industrias, incluido el agro, crecen enormemente. Empresarios importadores como exportadores hacen cuentas y entran en pánico, y ya sabemos lo que hacen los empresarios en pánico: despedir trabajadores, rebajar salarios, cerrar plantas, etc. Los burgueses no invierten donde creen que van a perder, los grandes burgueses colombianos y las multinacionales retirarán su dinero para ponerlo donde sea más rentable, pero los trabajadores no tendrán tantas opciones.

Adicionalmente, los productos colombianos de exportación legal no son muchos, de hecho tenemos un mercado interno inundado de productos extranjeros incluido el arroz y el maíz y hasta el café, proceso hasta ahora no revertido por el Gobierno a pesar de las declaraciones de intenciones. Además, los productos colombianos compiten en un enorme mercado mundial donde todos los demás países están devaluando y tratando de sacar sus mercancías, en un contexto totalmente desfavorable determinado por las condiciones arancelarias de los TLCs.

Otro factor que impacta profundamente el nivel de vida de las masas trabajadoras, es que además de los productos de consumo importados, varios de los productos producidos en Colombia son negociados en dólares y vendidos en el mercado interno con los precios internacionales tasados en dólares. Dos ejemplos evidentes son la gasolina y el café. La depreciación del peso frente al dólar es uno de los argumentos que usa el gobierno para justificar el alza de la gasolina. También el café ha tenido un aumento de precios exponencial. Aunque el aumento de costos por los insumos importados más caros, la principal razón de la carestía de estos productos es que su precio está sometido a la especulación del mercado imperialista de commodities (materias primas) negociados en dólares.

Aumento astronómico de la deuda pública externa y sus intereses

Sin embargo, la peor parte está relacionada con el problema de la deuda. Las economías semicoloniales están unidas al imperialismo, o más bien atadas a él, por una cadena enorme: la deuda externa. Esta deuda está en gran parte tasada en dólares, por lo que con el alza crece varios millones por día, aunque un ciudadano colombiano no sabe por qué debe ni a quien, lo cierto es que nace debiendo y la situación empeora a cada momento que el dólar sube.

Deuda ilegítima, impagable, eterna que tiene como único fin mantener la dominación política y el flujo de riquezas como un interminable torrente hacia el centro (Estados Unidos) y los sub-centros (UE), drenando gran parte del presupuesto nacional (ampliar: https://www.magazine.pstcolombia.org/2022/08/una-tibia-reforma-tributaria-para-continuar-pagando-la-deuda-externa/  ).

Esto quiere decir que solo en lo que lleva del año, Colombia tendrá que destinar varios billones de pesos adicionales al servicio de la deuda por fuera del presupuesto inicial; seguramente, y ante la negativa del Gobierno a suspender los pagos, estos billones saldrán del recorte al gasto público, es decir, saldrán de disminuir la inversión en infraestructura, salud, educación y vivienda y la seguiremos pagando los más pobres y desposeídos.

¿Como podría el dólar terminar su hegemonía?

Es indudable que este poder se basa en el poder imperialista de EEUU sustentado militarmente a través de dos guerras mundiales, y las 201 guerras libradas en todo el mundo, siendo las más recientes la de Irak, Siria Libia, por el robo del petróleo, litio, y otros minerales, etc. Aunque sectores de la burguesía mundial, claman por medidas de control hacia Estados Unidos y el control que ejercen a través del dólar en la economía mundial, ¿Quién obliga a la potencia imperialista más fuerte en el mundo a hacerlo? Por ahora no es probable que se le derrote militarmente para volver y al menos restablecer de nuevo el patrón oro como respaldo a las monedas de cada país; además para que se obligue a los gringos a devolver el oro que guardan de otros países y poder hacerles una auditoría para saber en realidad cuanto oro propio poseen solo sería posible mediante grandes conflictos inter-imperialistas con sus apocalípticas consecuencias o por una revolución mundial.

Una revolución obrera en el propio corazón del imperio que repercutiría en Europa y en todos los países imperialistas daría fin a la hegemonía del dólar, posterior a ello caerían como un castillo de naipes los monopolios, acuerdos y demás organismos coercitivos, económicos, financieros y comerciales que actualmente existen, estableciendo un nuevo orden económico mundial. Aprovechando que la economía está globalizada, sería posible crear una economía mundial planificada, donde el producto interno bruto sería uno solo y universal de acuerdo a la sumatoria de la producción de cada región del planeta, evitando así las turbulencias económicas y donde la riqueza se distribuya de acuerdo a las necesidades propias de las poblaciones de cada región.

Sí hay opción, el camino está en las manos del pueblo trabajador

A nivel nacional, mientras exista el capitalismo imperialista, esta situación de incertidumbre y de dependencia no será resuelta con políticas cambiarias: mientras que los ricos ostenten el poder, harán todo lo posible por hacernos pagar sus errores y sus crisis. Sin embargo, SI existe una salida, los trabajadores debemos tomar la economía por nuestra cuenta y llevarla hacia una economía socialista.

Únicamente la nacionalización de la banca, la economía planificada y el control obrero sobre el mercado cambiario – garantizando la soberanía nacional frente al dólar-, pueden hacer que las riquezas estén al servicio de quienes las necesitan, de sus verdaderos dueños: trabajadores y campesinos pobres.

Ante esto un primer paso tiene que ser el inmediato cese del pago de la deuda externa.

Yoperto y Lucía

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