Masacre laboral en tiempos de Coronavirus

En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus, la burguesía ha desatado una ofensiva contra los trabajadores, sus contratos y sus derechos. Un informe de la ONU de marzo de este año publica los datos de un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, OIT, donde señala que “Las caídas del empleo también conllevan grandes pérdidas de ingresos para los trabajadores. El estudio estima que estas se situarán entre 860.000 millones y los 3,4 billones de dólares a finales del 2020” y señala que la crisis del coronavirus se llevará entre 5,3 y 24,7 millones de empleos.

Autor: Dan Branstein

En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus, la burguesía ha desatado una ofensiva contra los trabajadores, sus contratos y sus derechos. Un informe de la ONU de marzo de este año publica los datos de un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, OIT, donde señala que “Las caídas del empleo también conllevan grandes pérdidas de ingresos para los trabajadores. El estudio estima que estas se situarán entre 860.000 millones y los 3,4 billones de dólares a finales del 2020” y señala que la crisis del coronavirus se llevará entre 5,3 y 24,7 millones de empleos.

El gobierno nacional en una demostración de indolencia demoró en decretar la cuarentena general y permitió el ingreso por vía aérea de miles de personas provenientes de zonas devastadas por la pandemia, pero además aprovechó para imponer parte del paquete de medidas laborales anunciadas, como se puede ver en las recientes declaraciones del nuevo Ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, quien no es un ‘ángel’ que nos vino a custodiar, sino un emisario de la burguesía que vino a trasquilar los derechos de los trabajadores. Sin sonrojarse, este personaje emitió la Circular 021 de 2020, con la cual se plantean una serie de opciones favorables solo a los empresarios, tal como imponer la jornada de trabajo flexible y el teletrabajo, todas a la medida de los intereses empresariales, usando derechos de los trabajadores para paliar la pandemia.

Pero eso no es lo peor, en recientes declaraciones del ministro del Trabajo señaló la “posibilidad” de renegociar los salarios, lo que lógicamente implica disminuirlos como una muestra de generosidad de los trabajadores bajo la excusa de conservar el empleo, base de la teoría del “sindicalismo solidario” con el que se expolia desde las mismas organizaciones gremiales a los obreros. Igualmente, la propuesta de que los trabajadores “acepten voluntariamente” tomar licencias no remuneradas, es decir, quedarse sin sustento, o sacarlos a “vacaciones colectivas o anticipadas” lo cual en la práctica implica perder las vacaciones dado que en cuarentena no se puede viajar, visitar a la familia ni descansar adecuadamente.

Ni hablar del anuncio de Duque de habilitar el retiro de cesantías para los trabajadores que acepten “licencias no remuneradas” en medio de la crisis, lo que es sin duda un raponazo a los trabajadores y un traslado a los hombros de los obreros de los costos económicos de la emergencia. Al mismo tiempo el gobierno nacional expidió el Decreto 444 del 21 de 2020, con el que se pone a disposición del Ministerio de Haciendo los recursos del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales, FONPET, y del Fondo de Ahorro y Estabilización del Sistema de Regalías para entregar los recursos de las pensiones al sistema financiero y a la industria privada, poniendo en riesgo los derechos pensionales de los trabajadores del sector público.

Arremetida patronal

En medio la pandemia, se registra en todo el país una cruenta arremetida contra los trabajadores por parte de empresas que buscan sacar partido en medio de la crisis. Estos son algunos ejemplos:

Avianca: despidió a más de un centenar de trabajadores a través de su holding de servicios Aeronáuticos Integrados.

Jardines del Apogeo (Bogotá): dedicada a la prestación de servicios funerarios, despidió a parte de su plantilla de personal.

Logitech Mobile (Barranquilla). En las instalaciones de esta empresa en la vía 40 se registraron protestas en esta empresa por lo que los trabajadores denunciaron como una “masacre laboral” por el despido de más de 380 personas tanto en Barranquilla como en la sede principal en Bogotá.

Vestimundo: filial de Punto Blanco y Gef en el oriente antioqueño despidió más de 200 trabajadores.

Café OMA: suspendió sin pago los contratos de un número aún indeterminado de sus trabajadores.

Cootranscondor y otras, que prestan servicios de rutas a la Secretaria de Educación de Bogotá: obligaron a todas las monitoras a firmar su carta de renuncia, ya que si no lo hacían las vetaban. Se desconoce la suerte de los conductores que prestan el servicio.

Hotel Caribe y Hotel Las Américas (Cartagena): envío a sus trabajadores a casa en licencia no remunerada.

Por otro parte, están las empresas que en medio de la emergencia optan por poner en primer lugar las utilidades manteniendo la producción, con miles de obreros movilizándose las 24 horas del día, exponiéndose junto con sus familias al contagio, mientras los altos mandos de esas mismas compañías se encuentran aislados protegiendo a sus familias.

Esta medida de excepción de restricción de movilidad para mantener la producción en las empresas esta apalancado por el reciente Decreto 457 del 23 de marzo de 2020, donde se ordena el Aislamiento Preventivo Obligatorio Nacional, pero se mantiene la operación del sector financiero e industrial, en franca contradicción del fin último de la medida y como manifestación de que la orden de aislamiento es solo para los trabajadores informales.

Algunas empresas como LITOPLAS en Barranquilla han optado absurdamente por aumentar la jornada laboral de 8 a 12 horas diarias, en una demostración de total indolencia contra los trabajadores.

La clase trabajadora debe asumir el control

Los trabajadores debemos tomar conciencia del poder que tenemos al ser la única clase que produce riqueza, saber que sin obreros las máquinas son solo un montón de hierro, pero que sin máquinas el obrero siempre será obrero en cualquier parte del mundo. Esa premisa nos debe convocar en medio de la pandemia a llamar a la huelga en los sitios donde se mantenga la producción a riesgo de la vida de los trabajadores, a la huelga por solidaridad de diferentes sectores sociales para llegar a una gran Huelga Nacional con la que podamos frenar la concreción de los planes que se traen contra los obreros y desposeídos de este país.

De por sí, la sola situación es suficiente para minar profundamente la salud física y mental de los trabajadores, por lo que desde ya hay que llamar a la calamidad colectiva por vías de hecho, debido a la falta de garantías para preservar la salud.
De la comprensión de estos hechos y de asumir una resolución de lucha frontal contra el capital depende el futuro de las nuevas generaciones de obreros, nuestros hijos, a quienes nuestra resignación e inmovilidad condenan a la más miserable existencia.

Esa premisa nos debe convocar en medio de la pandemia a llamar a la huelga en los sitios donde se mantenga la producción a riesgo de la vida de los trabajadores, exijamos todos la cuarentena real sin excepciones para los empresarios, solo exceptuar las actividades realmente vitales, llamar a la huelga por solidaridad de diferentes sectores sociales para llegar a una gran Huelga Nacional con la que podamos frenar la concreción de los planes que se traen contra los obreros y desposeídos de este país. También desde cada sindicato y comité de base debemos exigir las siguientes medidas inmediatas:

  • Alto inmediato a los despidos, reintegro inmediato de los trabajadores que ya han sido despedidos.
  • Estabilidad laboral reforzada inmediata para todos los trabajadores sin distingo del tipo de contratación.
  • No a la suspensión de salarios a los trabajadores temporales o “contratistas” que requieran aislamiento o cuyas actividades no se puedan desarrollar.
  • No a las infames licencias no remuneradas y suspensiones de contratos.
  • Cuarentena no es vacaciones, los trabajadores que no puedan realizar su labor deben ser enviados a casa con el art 140 (salario sin prestación del servicio)
  • Garantizar a todos los trabajadores y trabajadoras que tengan que cumplir su labor presencialmente todos los elementos de protección como mascarillas, monogafas, gel antibacterial, etc. Igualmente prohibir que se alarguen las jornadas, en cambio que se contrate nuevo personal.
  • Garantizar la atención como enfermedad laboral por la ARL a todas las personas que se infecten con ocasión de su trabajo.
  • Garantía del mínimo vital para los trabajadores informales y desempleados YA
  • Derogación de la ley 50/90.
  • Derogación de la ley 1846 del 2017 que modifica el pago de horas extras.
  • Plan de sindicalización de emergencia en todo lugar de trabajo
  • Solidaridad obrera para enfrentar la crisis, poner los recursos y medios de cada sindicato al servicio de los trabajadores para que puedan resistir la crisis.

Comentarios cerrados