¡La unidad es con la izquierda y la clase trabajadora!

La candidatura de Gustavo Petro ha despertado una gran simpatía en la clase trabajadora, en los sectores más empobrecidos y en capas medias de la sociedad que esperan un gobierno que haga reformas a los sistemas de salud y educación, que devuelva a los trabajadores las horas extras y los dominicales, que revierta la privatización de los servicios domiciliarios y del transporte, que detenga los asesinatos de los líderes sociales, que brinde garantías a la insurgencia desmovilizada y que frene la destrucción del medio ambiente.

Autor: Antonio Romero

Todas esas propuestas que ha planteado Gustavo Petro en su campaña han sido calificadas de populistas por sectores de la derecha, que utilizan la situación de Venezuela para atemorizar a los electores. Pero no solo la derecha, el senador Jorge Robledo del MOIR y la senadora Claudia López del Partido Verde, han calificado las propuestas de Petro como extremistas y han mostrado la candidatura de Sergio Fajardo como una propuesta que no polariza, como una propuesta moderada que les brinda tranquilidad a los empresarios.

Para los socialistas, el programa de Gustavo Petro tiene muchos limitantes, es un programa que plantea algunas reformas, pero que tiene como fundamento un nuevo modelo de desarrollo en el marco del capitalismo. El programa de la Colombia Humana no es un programa radical que apunte a solucionar los problemas estructurales, por ello nuestro llamado ha sido a ir más allá de ese programa, a que esta campaña sirva a la clase trabajadora para organizarse y movilizarse en defensa de sus derechos y contra la burguesía.

Gustavo Petro, ha sabido aprovechar todo el descontento que hay y ha convocado a las plazas a una multitud de personas que esperan cambios sustanciales, pero muchas veces ha hecho declaraciones cuestionables, como cuando se mostró favorable a la posibilidad de la extradición de Jesús Santrich. Los medios de comunicación, por su parte, lo presionan cada vez que expresa una propuesta que puede afectar los intereses de la burguesía, como la compra por parte del Estado de las tierras improductivas (esto no es expropiación) o la necesaria reforma laboral y pensional que devuelva a los trabajadores lo que se les ha expropiado en todos estos años.

A pesar de las enormes limitaciones que se expresan en la candidatura de Gustavo Petro, los socialistas hemos decidido acompañar a la clase trabajadora y a los pobres en este proceso, entendiendo que esta candidatura expresa el descontento con el régimen y la exigencia de reformas estructurales al modelo neoliberal.

Todo indica que Gustavo Petro tiene muchas posibilidades de pasar a segunda vuelta y que candidaturas que se presentan como de ‘centro’ –Humberto De la Calle del partido liberal y Sergio Fajardo– deberán definir entre esta candidatura y la del uribismo. Por ello, Gustavo Petro y su movimiento Colombia Humana deben mantener el perfil de la campaña como una candidatura independiente y no sucumbir al pragmatismo electoral.

Entendemos que la candidatura pueda recibir adhesiones de sectores que en primera vuelta apoyan a los candidatos de “centro”, pero eso no debe implicar hacer concesiones a estos programas políticos, pues más allá del programa de Petro, lo que los sectores que lo han seguido lo que esperan es –al contrario– que radicalice sus propuestas. Nuestro llamado es a que la candidatura de Gustavo Petro haga un llamado a las organizaciones de la clase trabajadora y a la izquierda a construir una opción independiente de los partidos de la burguesía y de los sectores que apoyan el neoliberalismo, como es el caso del Partido Verde.

Llamar a la unidad con el empresariado neoliberal que representan Sergio Fajardo y Humberto De la Calle, debilita la unidad que nos interesa, la unidad de la izquierda, de la clase trabajadora y de los pobres, en su lucha contra el régimen, y lo conduce a pagar apoyos electorales con puestos en su gabinete es decir a gobernar con los empresarios, en caso de ganar la presidencia.

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