Repudiamos el uso del ESMAD contra la movilización popular y exigimos su desmonte

El Partido Socialista de los Trabajadores, en especial su juventud, repudia la orden de Gustavo Petro de enviar el ESMAD, eufemísticamente llamado UDMO, a reprimir manifestaciones que en gran medida eran de apoyo a su propio gobierno.

Estas expresiones de apoyo a su gobierno, se confunden y se mezclan con el sentimiento justo y legítimo de los manifestantes en contra de las instituciones del régimen podrido, como son la Fiscalía y la Corte Suprema, así como a los partidos burgueses del fiscal y la mayoría de los magistrados. Justamente, nuestro partido se sumó a la jornada en apoyo a Fecode, que sufrió un allanamiento en días recientes, en protesta por este atropello contra la federación sindical, y en contra del régimen autoritario encarnado en la Fiscalía.

Pero no nos sumamos a los cantos de apoyo incondicional a Petro, porque su programa y propuesta, incluye la defensa de ese mismo régimen que más de una vez lo ha perseguido. Decíamos en nuestra declaración sobre las marchas del 8F: “Si Petro ahora llama a tomar las calles, mañana cuando privilegie la negociación con sus opositores, cuando la movilización deje de ser funcional o se le salga de control, hará todo lo posible por desocupar las calles y desmovilizar.” Bueno, pues no fue necesario un mañana, sobre las 3 de la tarde del mismo 8F, Petro ordenó o dio vía libre a la policía para atacar con el ESMAD a las concentraciones en Bogotá, Cali y Medellín; no le importó que la mayoría de quienes se concentraban fueran de su partido, sus votantes y que corearan consignas en apoyo a él.

Desde luego los alcaldes como Fico y Galán, no dudaron un segundo en enviar toda la fuerza a disolver las movilizaciones, se atacó de manera indiscriminada con gases y golpes en Cali, Bogotá y Medellín, con el mismo ESMAD que Petro prometió desmontar, el mismo que asesinó y mutiló a varios jóvenes durante el Paro Nacional. Hoy son muchos sectores, en especial de la juventud quienes se muestran perplejos ante esta decisión de Petro; sin embargo, las direcciones burocráticas y reformistas, se enredan en sus palabras intentando justificar lo injustificable. No es gratuito que la concentración que se había convocado inicialmente en el Palacio de Justicia, se haya ordenado cambiar de lugar burocráticamente por la CUT y Fecode, luego de una reunión de Petro con algunos magistrados; pero a pesar de esto miles de manifestantes de igual manera se dirigieron a Palacio.

La realidad es que el intento de movilizar controladamente, y desmovilizar a su antojo, no funcionó del todo, y bastó solo un día para que la movilización popular se saliera del control gobiernista.  En especial en Bogotá, la supuesta justificación es una inexistente toma del Palacio de Justicia, que no era más que un mitin sin otras pretensiones.

Hoy voces como María José Pizarro, son capaces de decir que no saben que gente es la que estaba en el Palacio y que se trata de unos “radicales”, desautorizando y dejando solos a los manifestantes; incluso Petro llamó a los manifestantes a la “decencia” en una capitulación tan abyecta que sorprende incluso de él, en una variante vergonzosa de “esas no son formas”. Incluso el presidente niega estar relacionado con las convocatorias, cosa que es risible hasta para sus seguidores; luego de que llamó por X (Twitter) a la movilización contra un supuesto golpe por parte de las mismas instituciones que luego salió a defender con el uso de la represión.

Estos hechos son el resultado natural de las contradicciones de llamar a la movilización popular y al mismo tiempo defender las instituciones, es decir el régimen político. De pretender conciliar los intereses de los trabajadores y el pueblo, con los de la burguesía y ese régimen podrido. Convocan a movilizaciones que pretenden instrumentalizar, y cuando pierden el control de su alcance, recurren a la represión como cualquier gobierno de derechas. Se prefiere enviar un mensaje de confianza a la burguesía y las instituciones, que respetar la movilización de sus propios seguidores.

Nos unimos a las voces de indignación de organizaciones populares, sociales y de la juventud colombiana; repudiamos el uso del ESMAD por parte de Petro y continuaremos exigiendo su real desmonte. Seguiremos insistiendo en que es necesario retomar el camino de la movilización independiente del Gobierno, exigir que se resuelvan las reivindicaciones del Paro Nacional, luchar y  desmontar el régimen autoritario, y de ninguna manera defender o confiar en sus podridas instituciones.

La masividad y radicalidad de las movilizaciones de ayer a lo largo del país, desafiando incluso la orientación de sus direcciones; muestra que el proceso del Paro Nacional sigue abierto y presente, que existe una importante capacidad y disposición de lucha, y que los nadies no están dispuestos únicamente a seguir ciegamente las órdenes de un caudillo.

Comité Ejecutivo

Partido Socialista de los Trabajadores

9 de febrero de 2024

 

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