Surrealismo

Por Marto

Dedicado a la resistencia Palestina

Vi niños y jóvenes lanzando piedras a un ejército de ocupación, y aunque con esto no le hacían ni rasguños a los tanques y soldados que los asesinaban, juro que vi cómo estas piedras rompían la mordaza invisible que impedía ver la cara de la esperanza.

Luego vi a una joven médica salvando vidas de manifestantes frente a la malla del horror, quien cómo si se tratara de un escudo humano, repelía bombas, balas y metralla que caían a su alrededor, tan solo con una bata blanca, un par de guantes quirúrgicos y una voluntad inquebrantable.

También vi a un periodista tan riguroso y entregado en su oficio de informar, que a punto de perder la vida pudo revelar con su cámara fotográfica una verdad de a puño: que las normas de la guerra no se aplican a los verdugos.

Por último, vi a un pueblo que gritaba su derecho a vivir en la tierra en que nació, y cuando una bomba le alcanzó y le partió en mil pedazos, asombrosamente al tocar la tierra ensangrentada, a cada pedazo le brotaban piernas y brazos y pulmones y una garganta que reproducía su grito con mucha más fuerza.

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