A propósito de las denuncias contra la familia Petro: La Corrupción es el sistema

Varios hechos políticos de gran resonancia nacional han ocurrido en los días recientes: Crisis ministerial con la salida de tres ministros, enfrentamientos entre la guardia campesina y el Esmad en San Vicente del Caguán con la retención de varios  policías, obligando al gobierno a negociar con los campesinos, pero el hecho más relevante, fueron las denuncias a la revista Semana de la expareja de Nicolás Petro sobre millonarias sumas de dinero recibidas por él y destinadas al parecer a la campaña presidencial a cambio de obtener beneficios en la política de Paz Total, escándalo que coincide con denuncias en el mismo sentido hacia el hermano de Petro.

Estas denuncias de corrupción de familiares del presidente ponen en crisis al gobierno, en un momento clave de trámite a las reformas de salud, laboral y pensional, en medio de contradicciones con los sectores burgueses de la coalición de gobierno; situación que viene siendo aprovechada por la derecha para fortalecerse.

Este tipo de denuncias pueden llegar a cuestionar la propia estabilidad del gobierno, como sucedió hace 28 años con el Proceso 8000 contra Ernesto Samper o el caso Lava Jato en Brasil en el que Lula fue acusado de corrupción.

La corrupción en los llamados “gobiernos alternativos” de América Latina ha sido un lugar común, pues estos gobiernos de colaboración de clases (intentan conciliar los intereses de trabajadores, empresarios e imperialismo), al buscar alianzas con sectores burgueses, ofrecen a cambio, cuotas burocráticas y privilegios; pero también fácilmente se pueden dar procesos de corrupción, más aún en países con fuerte presencia del narcotráfico y una burguesía íntimamente ligada a este.

Seguramente, escarbar y escudriñar en las contradicciones y relaciones oscuras en torno al gobierno es una tarea permanente de la burguesía que le hace oposición por la derecha a Petro, pero encuentran terreno fértil en las alianzas indiscriminadas y sin principios que establece y propicia el gobierno con tal de ganar “gobernabilidad”. Lo que se conoce como “dar papaya”.

Como revolucionarios y socialistas tenemos que rechazar las expresiones de corrupción propias del capitalismo semicolonial en decadencia, más aún con gobiernos de colaboración de clases, pues más daño hacen a la conciencia de los trabajadores.

La Lucha Contra la Corrupción, es la lucha contra el sistema

En primer lugar, es importante comprender que más allá de un problema individual, detrás de esta situación se ubican dos problemas estructurales e íntimamente relacionados: la corrupción como forma de funcionamiento “natural” del Estado burgués que se ha convertido en una forma de acumulación primaria de capital; y el problema del narcotráfico que ha estado presente en la política colombiana desde hace varias décadas.

Por eso, nosotros decimos que la corrupción ES el sistema, no es una anomalía del mismo sino una de sus características integrantes; y para erradicarla haría falta dar cuenta del sistema mismo y no solo de los casos que se van presentando. Por otro lado, el tema de los narcotraficantes interviniendo en política, financiando campañas de unos y de otros, amenazando candidatos, etc. Sólo terminará con un cambio estratégico de la política hacia las drogas (legalización, atención de la drogadicción y consumo como un tema de salud, etc).

Por eso mismo, denunciamos y deploramos la doble moral de la burguesía sanguinaria que durante 200 años ha generado miseria, desplazamiento forzado, paramilitarismo, violaciones a mujeres luchadoras e indígenas, mutilaciones, asesinatos a dirigentes sindicales y líderes sociales, represión brutal contra quienes se atreven a cuestionar el sistema, robo de dineros públicos como en los contratos de alimentación escolar, Reficar, o Centros poblados, así como la corrupción en  Odebrecht, la ruta del sol, el túnel de la línea, el puente Chirajara, entre muchísimos más. Ahora cínicamente posan denunciando lo que ellos siempre han hecho.

¿Qué hacer frente a las denuncias de corrupción de la familia Petro?

Igual que cuando nos enfrentamos a denuncias de corrupción y de relaciones con el narcotráfico de cualquier político o funcionario público, (como el proceso 8000 con Samper o con Samuel Moreno); en este caso no dudamos en exigir que se adelanten las más exhaustivas investigaciones hasta que se esclarezcan los hechos, que en caso de confirmarse las denuncias las personas involucradas pierdan no solo sus puestos públicos sino que sus bienes sean expropiados y nacionalizados (proceso de extinción de dominio que ya existe).

Pero el Pacto Histórico no es un partido cualquiera, ni el Gobierno de Petro un Gobierno igual a los anteriores. En el gobierno y su coalición, confluyen al tiempo desde politiqueros y gamonales tradicionales, pastores, neoliberales junto con representantes de organizaciones de los trabajadores y las masas; y si bien la realidad es que la última palabra la está dando siempre el primer grupo, la mayoría de los trabajadores y sectores populares que votaron por el cambio, lo consideran SU gobierno.

Por eso no basta simplemente exigir investigaciones y castigos. Muchísimo menos caer en la trampa de defender ciegamente el Gobierno y la familia del presidente, adjudicando todo a montajes y complots de la derecha, que si bien es capaz de eso y más, no nos puede dejar olvidar que como decíamos arriba, la corrupción es el sistema y una vez dentro, la presión por jugar con las reglas establecidas es enorme. Si bien, debemos denunciar la hipocresía de la oposición burguesa de derecha, que cínicamente agita contra la corrupción cuando se han enriquecido de ella durante siglos y con total impunidad; debemos estar preparados para la posibilidad de que se confirme que las denuncias son ciertas, en ese caso tener una actitud de ingenuidad o de defensa acrítica del Gobierno, solo llevará a una derrota mayor.

La base del pacto es una base obrera y popular. Proponemos que las bases obreras y populares que son las verdaderas artífices del cambio, exijan cuanto antes que se convoquen asambleas de base, que la base del pacto recupere el control, hay que exigir se publique la contabilidad nacional y regional tanto del funcionamiento como de las elecciones, que se exija la expulsión de todos los corruptos y burgueses del Pacto, del Gobierno, del aparato del Estado y de las organizaciones de las masas. Ese sería un primer paso muy importante, además será muy importante organizarse para resistir ante un posible golpe o contraofensiva de la derecha, los pasos en falso tanto del Gobierno como de la familia de Petro (esté o no él involucrado), los tratarán de aprovechar para retomar el control y pasar a la contraofensiva; por eso debemos organizarnos de manera independiente y estar listos,  no para defender al gobierno de manera ciega sino para defendernos NOSOTROS porque si la derecha recupera el control se vengará de los golpes que le hemos dado. Huelga decir que, un intento de golpe o incluso intentos institucionales para desestabilizar el Gobierno desde la derecha, deberemos resistirlos unificadamente. Si se llega a comprobar la corrupción en el Gobierno, lo peor que puede suceder es que caigamos en la desesperanza y la apatía, al revés, hay que volver a las asambleas populares, la lucha en las calles y el poder de los de abajo, así como cuando en 2021 hicimos temblar al gobierno de Duque, que no cayó únicamente porque el proceso fue desviado hacia la vía electoral y parlamentaria.

Como parte de esa preparación y recuperación del método de lucha, debemos recuperar los sindicatos y centrales para la lucha, removiendo las direcciones burocráticas enquistadas. Igualmente, ante una crisis del Gobierno convoquemos a un Encuentro Nacional de Emergencia de los sectores sindicales, sociales y populares, para discutir estas y otras medidas a tomar.

Comité Ejecutivo PST

13 de marzo de 2023

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