#PST45Años/ Reflexión de Felipe Marín hacia nuestro acto de conmemoración

Compartimos reflexión del historiador, activista del Modep y columnista de la revista Hekatombe, Felipe Marín hacia nuestro acto de aniversario.
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 Hoy se llevó a cabo el acto de celebración de los 45 años de lucha del partido socialista de los trabajadores PST, y con ocasión de ese acontecimiento quisiera proponer algunos elementos para entender la significación del PST que se constituyó como partido (antes era conocido como Bloque Socialista BS), en un momento particularmente álgido de la lucha de clases en Colombia, el ambiente de inconformidad contra el gobierno del “mandato caro” de López Michelsen cristalizó en protestas, revueltas y en el paro cívico nacional de 1977 en el que las y los trotskistas participaron de manera importante, el Congreso del PST se llevó a cabo teniendo como telón de fondo precisamente el desarrollo del paro cívico que expresó para ese momento un salto cualitativo en las luchas históricamente dispersas de las y los trabajadores colombianos.
Otro aspecto interesante sobre el Congreso del PST es que su realización contó con la participación de destacadas figuras del trotskismo argentino como Nahuel Moreno que en esa época estaba exiliado en Colombia después del golpe fascista contra Isabela Martínez de Perón en 1976.
El trotskismo y el maoísmo (la corriente comunista en la que me reivindicó ) han sido dos posiciones sistemáticamente invisibilizadas y desdeñadas en el contexto de las izquierdas colombianas, como reconoce irónicamente el profesor Medofilo Medina en su balance publicado en la compilación de “historia al final del milenio”.
Si bien, afincadas en esas perspectivas se han construido organizaciones pequeñas y con una importante tendencia a la lucha facciosa, no es menos verdad que esas posiciones han tenido una influencia que puede rastrearse en diferentes ámbitos como el sindical, el cultural y el estudiantil, desde los que han desempeñando roles importantes en la politización de los ambientes sociales y en la circulación de tradiciones políticas alternativas entre sectores de la población colombiana.
El PST hablo de racismo y machismo de manera sistemática en la década del 70, cosa inusual para las izquierdas de esa época , “revolución socialista” primero y “el socialista” después, desarrollaron importantes contribuciones desde sus páginas al debate público de esas cuestiones, la historia y la memoria como campo de disputa también tuvieron un espacio en las páginas de su medio que contaba con columnistas tan importantes y destacados como Jorge Orlando Melo, Laura Restrepo y Salomón Kalmanovitz.
A todos quienes militamos en la izquierda nos enseñaron a ver con desconfianza y sectarismo a las corrientes que no eran las nuestras, sin haber leído lo que decían los otros en profundidad, para diferenciarnos y legitimar nuestra existencia simplemente era necesario odiar y rechazar a priori la existencia de otras posiciones. Superar ese legado de sectarismo es una tarea imperiosa para la supervivencia y continuidad de las corrientes revolucionarias, máxime cuando la oposición anticapitalista y socialista ha perdido peso social y se ha quedado entrampada entre los fascismos neoliberales y el progresismo anticomunista.
Construir una historia más plural de las izquierdas y regionalizada es en mi opinión un aspecto central para como decía Nicolás Buenaventura “escarbar la tierra de otra manera” y reconocernos en un pasado de luchas compartidas que puede traducirse en un presente de superación de los sectarismos, unidad y trabajo conjunto por las banderas que nos unen.
Felicitaciones

al PST por sus 45 años de lucha y trabajo, siempre que se indaga sobre una lucha de masas importante en este país aparecen maoístas, trotskistas, comunistas de la línea soviética, anapistas, camilistas empujando la política revolucionaria por cualquier fisura que se abre al régimen, muchas veces juntos y juntas pese a los odios viscerales, en esta tarea seguimos pese a las heridas que nos han dejado demarcaciones de otros tiempos que hay que ver hasta dónde siguen siendo útiles en un contexto en el que sigue siendo necesaria una salida revolucionaria que necesariamente debe estar impregnada del espíritu de este tiempo. Hay que pensar que significa ser comunista aquí y ahora más allá de si somos línea Pekín, línea Moscú, morenistas o posadistas.

Gracias a Sergio Ch y a Alejandro Ramírez por qué me han motivado a aproximarse al trotskismo de otra manera.

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