#PST45Años/ Construyendo el Partido  Socialista de los Trabajadores: Un gran congreso de fundación

“Y venga y venga,

y venga compañero,

que aquí se está formando

el gran partido obrero!”

Coreada con entusiasmo y convicción por las 3.000 personas que el 23 de Septiembre colmaban uno de los teatros más grandes de la capital, esta consigna resumía el contenido de un hecho histórico en la vida política de Colombia: la fundación del Partido Socialista de los Trabajadores.

partir de esa fecha, la clase obrera colombiana, que se ha colocado en primer plano de la lucha de clases, cuenta con un partido propio: la herramienta para sus luchas cotidianas, la directriz imprescindible de su movilización contra la burguesía y el imperialismo, y hacia la implantación de un gobierno de obreros y de campesinos pobres que construya una Colombia socialista.

El acto reunió, entre otros muchos, a los pobladores del pueblo minero de Amagá que traían la representación simbólica de sus cien compañeros sepultados en el derrumbe de una mina; al grueso destacamento venido de un minúsculo pueblo del Tolima, que saludó al Congreso a la voz de “Cajamarca socialista, Presente!”; a muchos habitantes de los barrios populares de Bogotá; a los representantes de los principales sectores en conflicto —los obreros petroleros, los jornaleros agrícolas de Indupalma, los cementeros, los maestros; a los líderes de grandes huelgas pasadas, como Vanytex y Riopaila.

En la mesa que los presidía, estaban la dirección del PST, importantes dirigentes obreros y sindicales, precandidatos de las listas electorales de Trabajadores y Socialistas, y voceros de partidos hermanos de todo el mundo: el Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional, del PST argentino, de la LSR panameña, el PRT de Costa Rica, el PRT mexicano, el PST y el PSI del Perú, el MST ecuatoriano, la TB de Venezuela. Enviaron saludos, entre otros, el SWP de los Estados Unidos, la LCR francesa, el PST y la TB españoles, el PRT portugués, el PS chileno, la LCR y “Ruptura” colombianas y el escritor Gabriel García Márquez. Abrieron el acto La Internacional y un minuto de silencio por el compañero Armando Jiménez, quien al caer asesinado en los combates del Paro Cívico, selló indeleblemente el compromiso histórico que el día de su fundación adquiría el PST. Siguió la proclamación de Socorro Ramírez, candidata por el partido a la presidencia de la república.

El que hoy se haya conformado el PST es el resultado de un hecho objetivo, el ascenso del movimiento obrero y su afianzamiento como eje de todo el movimiento de masas, y tiene por detrás un proceso subjetivo: el fortalecimiento del Bloque Socialista, su núcleo inicial, cuya inserción en las filas de la Cuarta Internacional con una política bolchevique, le permitió convertirse en un partido leninista con una correcta orientación hacia las masas y con una sólida estructura organizativa, y delinearse como el único polo que puede lograr el agrupamiento de los marxistas revolucionarios en Colombia.

La justeza de su política ha quedado demostrada contundentemente en los últimos meses. Su táctica del Frente de Lucha contra el plan reaccionario del gobierno de López Michelsen, y el impulso consecuente de ésta, dieron la mejor muestra de eficacia el 4 de marzo, cuando cuajaron en la más grande movilización conjunta, en apoyo a los maestros y los petroleros. Ya desde el año pasado, el BS empezó a señalar —contra la obstinación del reformismo, de la burocracia sindical y de la ultraizquierda— la importancia de condensar esfuerzos en arrastrar a las dos grandes centrales con dirección patronal, la UTC y la CTC, a las acciones conjuntas del movimiento obrero; moviéndose con base en esta caracterización, lanzó su propuesta de unidad de las cuatro centrales obreras para el Paro Cívico, y ésta, al ser acogida, no sólo garantizó el éxito del paro, sino que dejó abierto el camino para la realización de otro de los grandes empeños del ahora PST: la central única de trabajadores.

Y para mencionar un último punto: la campaña electoral, que por ser la única que garantiza una participación independiente y clasista, le ha permitido al partido calar hondo en vastos sectores de trabajadores, ganándose la simpatía o la adherencia de muchos de ellos.

Los avances en el terreno organizativo son igualmente palpables. Se ha consolidado un semanario con un tiraje actual de 6.000 números, que será aumentado a 15.000 en diciembre; se han puesto a funcionar cuatro locales en Bogotá y otros en Cali, Medellín, Barranquilla, Ibagué, Neiva, Pereira, Manizales, Palmira, Cartagena y varios municipios; la dirección del partido está en manos de los más destacados militantes, dedicados exclusivamente a

las tareas partidistas; las finanzas están montadas sobre la actividad política y la cotización de los militantes, y la campaña financiera que se emprendió a principios de año dio resultados sorprendentes —más de 800.000 pesos

(25.000 dólares) en tres meses— y probó el funcionamiento disciplinado y cohesionado de todos los miembros del partido.

Tras el acto de inauguración, 500 delegados plenos, observadores y fraternales se reunieron durante dos días para deliberar y aprobar el programa, una resolución sobre la situación política nacional y los estatutos del partido,

y para elegir la nueva dirección. La discusión en torno al balance de actividades fue la que más tiempo llevó: prueba de que el PST nace como un partido dinámico y democrático, que le da importancia decisiva al libre examen de los logros y deficiencias que marcan el proceso de su construcción.

El PST recogerá la consigna de su primer congreso, y participará en los eventos de la lucha de clases llamando a todos los trabajadores: “Vengan, compañeros, a formar con nosotros el gran partido obrero!”.

Laura Restrepo

Revista de América, Septiembre-octubre 1977, Año I No. 5 (Tercera época)

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