Seguir en las calles hasta derrotar la contrarreforma laboral

El 27 de agosto de 2020, el gobierno de Duque expidió el decreto 1174 para legalizar el trabajo por horas, con el argumento de crear el piso de protección social; una frase que suena bien pero que es para lo opuesto: dejar a los trabajadores la desprotección social y laboral.

 

El 2 de febrero fue la partida

A partir del 2 de febrero de 2021 se autorizó aplicar el decreto aunque muchas empresas ya lo venían haciendo de tiempo atrás. Ahora se generalizará empeorando la situación ya calamitosa de hambre, desempleo y subempleo.

 

Lo que se pierde con la contrarreforma

 

Con la aplicación de este decreto se elimina el derecho al trabajo con un horario de ocho horas, un salario fijo mensual y las prestaciones sociales, que complementan ese salario, como cesantías, salud, pensión, vacaciones, primas y subsidio al transporte.

También se pierde el derecho de organización, la negociación colectiva y los pliegos de peticiones, por eso es que el decreto configura una contrarreforma laboral de las más regresivas que se conozcan. En la práctica también es una contrarreforma pensional porque los BEPS nunca garantizarán una pensión digna.

 

¿Qué dan a cambio?

En adelante las empresas buscarán generalizar el contrato por horas, como es el régimen laboral norteamericano, solo que en Estados Unidos la hora la pagan en promedio a $50.000 (15 dólares), mientras que en Colombia escasamente pagan $5.000 mil (dólar y medio).

Según el decreto 1174, en el pago del salario por horas se debe incluir protección social: salud, riesgos laborales y cotización para una “pensión” (Beps) de unos 80 mil pesos mensuales actuales.

Veamos un ejemplo. A un trabajador lo contratan por seis horas diarias a seis mil pesos hora, cinco días a la semana. Así el salario será de $720.000 mensuales, mucho menos que el mínimo legal. ¿Por qué menos horas? Porque se le puede exigir al trabajador mayor rendimiento y la producción será más alta, por lo tanto se obtendrá mayor ganancia.

Para completar un salario equivalente al mínimo que  percibe hoy un trabajador, que es cerca de 1.750.000 de pesos, incluyendo prestaciones sociales y seguridad social, el trabajador tendrá que buscar un segundo y tercer trabajo, y laborar más de 12 horas en total. Así como se trabaja en Norteamérica.

 

Cómo se aplicará

Hay algunas empresas que se prepararon para aplicar el decreto, presionando a los trabajadores para que aceptarán el despido “voluntario”, firmaran un Otrosí en el contrato, y donde había sindicato comprando a los dirigentes sindicales. Muchos de los despedidos son recontratados pero ya con la nueva normatividad lesiva, despojados de sus derechos. Si no lo tumbamos, esto continuará presentándose en las empresas en los próximos meses y años, por eso es urgente que los trabajadores nos organicemos, y luchemos contra esta situación.

 

¿Qué hacer?

No aceptar cambio de contrato, organizarse sindicalmente asesorándose con personas y organizaciones de confianza que no terminen vendiéndonos. Estando organizados se puede luchar por impedir la contratación por horas.

La estrategia de los empresarios es negociar individualmente las condiciones laborales, es decir, la contratación por horas; la estrategia de los trabajadores debe ser negociación colectiva.

Este es un momento propicio para enterrar el decreto del trabajo por horas, y exigir que se aumente el salario para que el mínimo sea equivalente al costo de la canasta familiar, y que se reduzca la jornada laboral para que se reparta el trabajo y todos tengamos empleo.

Es indispensable que los trabajadores empecemos a jugar un rol más protagónico en el Paro Nacional, impulsando la sindicalización masiva y el mecanismo de la huelga para llegar a un paro general de la producción que logre derrotar los planes del Gobierno, igual que se pudo con las reformas tributaria y de la salud, es posible derrotar en las calles la contrarreforma laboral (decreto 1174), pero necesitaremos de toda nuestra fuerza para lograrlo.

Lucía.

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