¡La dirección del magisterio traiciona a los luchadores, el pueblo en las calles no claudica!

Los maestros de la corriente magisterial Unidad Docente del Partido Socialista de los trabajadores, rechazamos la definición burocrática del Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, plasmada en la circular 28, de lo que ellos llaman cambio de táctica, que no es otra cosa que el levantamiento del paro, dejando a su suerte y traicionando a la juventud precarizada, a las comunidades indígenas, campesinas y sectores empobrecidos, que han puesto su vida en juego en este paro histórico, del cual no fue mayoritariamente protagonista el magisterio.

Autor: Unidad Docente PST

Es repudiable igualmente que, en declaraciones de Nelson Alarcón, intente al mejor estilo de la ministra de Educación, intimidar a los maestros con investigaciones y sanciones. Cuando requieren a los maestros en paro, les dicen que desde el año 2000, no ha habido sanciones ni descuentos, más aún cuando en ciudades como Bogotá, se han amparado en gobiernos llamados alternativos, supuestamente amigos de los trabajadores. Ahora, a pesar de la cercanía política con alcaldes como el de Cali, Medellín, Cartagena y Bogotá, Alarcón anuncia que podría haber sanciones. Esto lo hace para justificar su comportamiento antidemocrático y traidor.

No deja de generar dudas un eventual acuerdo entre el CE de Fecode y la ministra Angulo, pues, curiosamente, un día después de las declaraciones de Alarcón, se publica la respuesta de la ministra a William Velandia presidente de Fecode, sobre la instalación de la mesa de negociación.

Si bien la movilización acusaba desgaste luego de 45 días de intensa lucha en las calles y en los barrios populares de las grandes ciudades, enfrentando la feroz represión del régimen, la decisión unilateral de bajarse del paro no sólo es políticamente equivocada, sino que deja a su suerte a los luchadores.

El Gobierno a pesar de mantener su genocida política y su negativa a negociar pliego alguno con el CNP, se vio acorralado por la masiva y radical manifestación popular y obligado a retirar la reforma tributaria, a la renuncia del ministro de hacienda, Carrasquilla, tuvo un revés en el parlamento con el hundimiento de la pretendida reforma a la salud, así mismo recibió masivo rechazo internacional por su flagrante violación sistemática de los derechos humanos y criminalización de la protesta social, a pesar del tibio papel de la CIDH. Las conquistas de este paro son producto de la lucha popular y no de negociaciones con Fecode ni con el CNP.

Es una monumental claudicación al gobierno y su política, confiar en que ahora sí, y sin los maestros en paro, La ministra Angulo va a retroceder en algún punto de la política educativa a todas luces lesiva para la educación pública estatal. Ya hemos visto, como al amparo de la resolución 777 del Ministerio de Salud, se anuncia la presencialidad de las clases a partir de la segunda quincena de Julio, y en medio del más agresivo pico de contagios Covid y muertes, con un planteamiento ambiguo de la dirección de Fecode al respecto. Es imperioso no retornar a la presencialidad hasta tanto las condiciones epidemiológicas mejoren, la ocupación UCI disminuya por debajo del 60%, y el sistema de salud se descongestione, además de las condiciones de infraestructura y bioseguridad verificables.

Así mismo, no se vislumbra una inversión real en infraestructura de las instituciones escolares, ni en la reducción de número de estudiantes por curso, ni en modificación del parámetro de maestros por curso, menos en dotar a estudiantes y colegios de una conectividad efectiva o equipos tecnológicos.

Por otra parte, los contratos precarios, inestables o tercerizados del personal administrativo se mantienen al igual que la incertidumbre, inestabilidad y manejo arbitrario y /o clientelista de los contratos de maestros provisionales. Por su parte, los maestros 1278, siguen bajo la presión y el chantaje derivados de la evaluación de desempeño.

Así las cosas, la dirección de Fecode una vez más dilapida una oportunidad de derrotar al gobierno y su política, anteponiendo su claudicante política electorera, trasladando las luchas colectivas en las calles, a la decisión individual en las urnas.

Un gobierno que no da respuesta a las necesidades y reclamos de la población y que lo único que ofrece es represión y muerte, debe caer. Una dirección que no escucha a las bases y toma decisiones a espaldas de sus afiliados debe ser cambiada.

Llamamos a las bases del magisterio a participar en la Asamblea Nacional Popular para discutir la construcción de una nueva dirección consecuente, y organizar la continuidad de la movilización contra el Gobierno Duque y su plan.

Comentarios cerrados