Comité Nacional de Paro negocia a espaldas de quienes luchan

Desde el 28 de abril, cuando se inició el Paro Nacional, las movilizaciones, plantones, bloqueos, conciertos y demás actividades no solo han tenido que enfrentar a un gobierno criminal que ha desatado la más brutal represión contra los luchadores, en especial contra la juventud y las mujeres, sino al propio Comité Nacional de Paro, CNP, dirigido por una burocracia sindical que ha negociado a espaldas de quienes luchan en las calles.

Por: Comité Ejecutivo PST

Por ello, a pocos días de cumplirse un mes de Paro Nacional –que ya ha tumbado dos reformas, dos ministros, la Copa América, el Comisionado de Paz, el Director Marítimo de la Armada – el CNP anuncia sus primeros ‘consensos’ con el Gobierno de Duque. Esta burocracia sindical, dirigida por la Coalición de la Esperanza y otros partidos reformistas, a menos de dos semanas después de iniciar el Paro Nacional ya estaba sentada con Duque, supuestamente para pedir garantías a la protesta social.

Pero a pesar que la represión se ha hecho más brutal y que la canciller Marta Lucía Ramírez se negó a aceptar la propuesta del CNP de traer la Corte Interamericana de Derechos Humanos para atender las denuncias, la burocracia sigue sentada a manteles con Duque, pactando a espaldas de los manifestantes. Además, dicen que no responden por las acciones de movilización nocturnas, estigmatizando a las comunidades que luchan.

Hoy anuncian un preacuerdo de supuestas garantías para la protesta con base las exigencias del CNP, las cuales ni siquiera piden la renuncia del ministro asesino Molano, sino que se conforman con unas “disculpas”, y tampoco contienen compromisos reales de sacar el ESMAD y el ejército de las calles, dejar de disparar a la juventud, y castigar a los culpables. La mayoría son promesas de “mesas técnicas” e investigaciones exhaustivas, que lo de dicen nada de nada a las madres de los asesinados y desaparecidos. Mientras la burocracia pactaba su “preacuerdo” en Alfonso López y Puerto Resistencia en Cali, en portal Américas en Bogotá, y en Soacha los luchadores enfrentaban a sus asesinos, se quitó la luz y el internet, se disparó armamento letal, mientras supuestamente se pactaban garantías.

Por otra parte, la Coalición de la Esperanza – conformada por el antiguo MOIR de Robledo, el santismo representado en Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo, el neoliberal Sergio Fajardo y el delfín Juan Manuel Galán – publica una declaración en contra de los “bloqueos prolongados en todo el país que afectan el derecho a la vida, salud y alimentación de millones de compatriotas de todas las condiciones sociales y afectan seriamente la actividad económica y el empleo en distintas regiones”. Un manifiesto que bien pueden suscribir quienes convocan la Marcha del Silencio en Cali, una marcha de la “gente de bien” que conformó grupos de autodefensa para apoyar la acción criminal de la Policía Nacional.

Es decir, el CNP y la Coalición de la Esperanza, que estuvieron contra las movilizaciones, que pretendían que el Paro Nacional fuese virtual, que no dirigen las manifestaciones en las calles, ahora negocian a nombre de la juventud, de la clase trabajadora, de los sectores populares, de los campesinos, de las comunidades afro e indígenas, de los movimientos feministas y de mujeres, de la población LGBT y de miles de personas que han salido a las calles gritando “Abajo Duque”.

Desde el Partido Socialista de los Trabajadores hemos venido construyendo desde las bases, espacios de coordinación para las luchas, además insistimos en la necesidad de un Encuentro Nacional de Emergencia que fortalezca el Paro Nacional hasta que el gobierno criminal detenga sus planes y pague por sus crímenes.

No podemos permitir una nueva traición del CNP y la Coalición de la Esperanza, no podemos permitir que nuestras reivindicaciones queden en manos de mesas de negociación de la burocracia traidora o de los congresistas. El Paro Nacional no solo tiene enemigos en el gobierno y la burguesía, también en quienes negocian a espaldas de quienes en las calles arriesgamos la vida, de día y de noche.

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