Ante la militarización, intensificar la movilización en las calles contra Duque

A pesar de que el Gobierno de Duque y la burguesía han desatado la más brutal represión sobre las masas movilizadas y los moradores de los barrios y poblaciones en lucha, la juventud, la clase trabajadora y los sectores populares siguen en las calles, al cumplirse un mes del Paro Nacional.

Autor: Comité Ejecutivo – PST

Después de una feroz represión el día 28 de mayo, que dejó cinco manifestantes asesinados por la Policía Nacional, apoyada con bandas criminales de los barrios enriquecidos por el narcotráfico en la ciudad de Cali, Duque ordena a través del Decreto 575 la militarización de las ciudades del país que han puesto mayor resistencia.

Incapaz de decretar de manera abierta la conmoción interior, por la poca legitimidad de su gobierno, Duque ha utilizado la figura jurídica de la “asistencia militar”, para pasar por encima de las autoridades departamentales, distritales y municipales, para reprimir directamente con las Fuerzas Militares las masivas movilizaciones que enfrentan su gobierno.

Esta respuesta de Duque a la persistencia de las masas en las calles que un mes después siguen luchando como el primer día, es producto del cierre de filas que la burguesía hizo en el Congreso en apoyo al ministro de defensa, Diego Molano y a las Fuerzas Militares, hoy reconocidas a nivel internacional como violadores de los derechos humanos.

Duque no está dispuesto ni siquiera a discutir las migajas que mendiga la burocracia sindical que se expresa en el Comité Nacional de Paro, por eso se niega a firmar los protocolos que había acordado con las centrales sindicales y el reformismo, pensando que las movilizaciones irían en descenso esta semana, usando además el argumento de que el Comité Nacional de Paro se rehusa a condenar explícitamente los bloqueos. El CNP sabe que, de hacerlo, perderán la poca credibilidad que les queda ante las masas en paro y el gobierno también sabe que el CNP tiene poca capacidad de desmontar el paro. Por eso ahora le apuestan al garrote sobre el distractor de la negociación.

Pero la respuesta de la juventud, la clase trabajadora, las comunidades afro e indígena, los artistas, las mujeres, la población LGBTI y los sectores populares ha sido la intensificación de la protesta social. Más de 50 asesinatos, 1.500 detenciones arbitrarias, 20 violaciones a mujeres, 200 desapariciones forzadas, 50 mutilaciones no han frenado el ímpetu de las masas.

La respuesta a esta militarización debe ser la toma masiva de las calles, la realización de asambleas en los barrios, las fábricas, las escuelas, las universidades y todos los sectores sociales para fortalecer el Paro Nacional y elegir una dirección que represente a los que luchan. Para ello llamamos a participar con delegados de cada Asamblea Popular a la gran Asamblea Nacional Popular que se llevará a cabo el próximo 6, 7 y 8 de junio en Bogotá de donde debe salir la unificación y articulación de las luchas y avanzar hacia la huelga general indefinida con paro total de la producción.

Debemos hacer también un llamado a militares y policías para que se nieguen a cometer crímenes contra su propio pueblo, porque serán algunos de ellos los que responderán ante la justicia, no los que dan las órdenes.

El clamor de las calles, “Abajo Duque”, no puede esperar a los cálculos electorales, la lucha es ahora y en las calles, es con movilizaciones masivas, con el apoyo a la Primera Línea, que podemos enfrentar la represión de policías, militares y bandas criminales.

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