Mientras la UNAD navega cómodamente en sus aguas, sus estudiantes naufragamos en nuestras lágrimas

Las y los estudiantes de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), entendemos la educación superior como una de las herramientas más importantes para la transformación de la sociedad colombiana; más aún cuando en la contemporaneidad, nuestro país desde lo local – regional, se continúa sumiendo en una desigualdad persistente. La situación actual de pandemia nos ha afectado de forma tal, que muchos de nuestros compañeros estudiantes ya encuentran en riesgo sus procesos académicos profesionales, por causa de las dificultades económicas que nos han impactado de manera agresiva.

Autor: Movimiento Estudiantil Unadista 1 de Mayo

Ante la flagrante desatención de la representación estudiantil de la UNAD, el perjudicial silencio prolongado de las directivas frente a las reales necesidades de sus estudiantes y la falta de recursos para cubrir el costo de las matrículas; como si fuera poco, ha sido formulada una estrategia equivocada, inconsulta y alejada de los intereses de las y los estudiantes Unadistas, que en definitiva profundiza las dificultades del estamento.

“El plan de solidaridad extendida”[1] que se presenta como un mecanismo de solución, por un lado ofrece endeudamiento financiero y por el otro, el fraccionamiento del periodo académico, al permitir la inscripción de un número menor créditos en los distintos programas de  formación profesional, con lo que se ocasionaría el inminente retardo y consecuente aplazamiento del proceso de formación de todas y todos los estudiantes. Ante esta divergente solución, como estamento estudiantil no reconocemos en estas medidas soluciones reales, que atiendan de fondo la problemática latente de la deserción, ya que esto a la larga convierte el derecho a la educación, en un ejercicio meramente mercantilista y que trasgrede no solo la estabilidad y continuidad de nuestro proceso de formación profesional, sino la garantía del ejercicio de nuestro derecho fundamental a educarnos.

La apuesta del estudiantado por la Conversación Amplia Unadista

Como estudiantes estamos enterados de forma plena, que la UNAD recibe un 20% de su presupuesto de funcionamiento por parte del Estado, y que otro 80% se desprende de la consecución de recursos por propia autogestión.  Sin embargo creemos que en la coyuntura actual, este presupuesto es suficiente para que en un ejercicio amplio de discusión y consenso sea reasignado, reorientado y enfocado a garantizar el derecho a la educación de las y los más de 135.000 estudiantes; apelando al principio de autonomía universitaria[2], establecido constitucionalmente. Nos sentimos identificados con los esfuerzos que apuntan al sostenimiento de la permanencia masiva de las y los estudiantes, y por la misma vía, acompañamos el deseo de evitar una crisis institucional generalizada, a causa del inminente éxodo masivo obligatorio en todo el sistema de educación superior.

Como estamento estudiantil propendemos y proponemos una acción amplia, común y que permita un dialogo social abierto hacia la construcción de estrategias en búsqueda del establecimiento de las salidas más apropiadas, coherentes y benéficas para todos los estamentos de la institución; superando así esta difícil situación, que experimenta hoy toda la comunidad Unadista.

Nos unimos al llamado que durante toda la emergencia económica, social, de salud y ecológica, las IES han hecho ante el gobierno nacional, a través de diferentes grupos y organizaciones estudiantiles; donde se ha exigido una adición en el presupuesto para la educación superior, por un valor de 1.2 billones para el pago de las matrículas de los estudiantes en las universidades públicas, y de esta forma se garantice su funcionamiento.

Queremos finalmente manifestar, que hoy la historia nos demanda a remar con una fuerza intensa para el mismo lado, donde no solo sea la estructura organizativa de las instituciones, la que navegue cómodamente en las aguas del reconocimiento público; sino que también sus protagonistas, la esencia viva de las universidades. Los estudiantes, no sean condenados a naufragar en sus lágrimas, esas que avizoran el desolador panorama de la posible deserción.

 

[1] https://www.unad.edu.co/plandesolidaridad/

[2] http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0030_1992_pr001.html

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