Fuera Yanquis: no más tropas ni bases gringas en Colombia

Mostrando el carácter lacayo del Gobierno de Colombia, la Embajada de Estados Unidos anunció que acaba de llegar una Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad del Ejército de Estados Unidos, SFAB, que estará por 4 meses haciendo operaciones en el territorio colombiano.

Autor: Comité Ejecutivo – PST

800 soldados yanquis se encuentran en Colombia sin que el Gobierno de Duque haya por lo menos solicitado autorización ante el Congreso de Estados Unidos, al contrario, la cúpula militar se pone al servicio de las tropas gringas, que estarán por cuatro meses en territorios que han sido azotados por el abandono y el conflicto armado.

Sin ningún pudor, el almirante Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, manifestó: “La misión de Sfab en Colombia es una oportunidad de mostrar nuestro compromiso mutuo contra el narcotráfico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberanía y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos”.

Los soldados norteamericanos hacen presencia en las llamadas Zonas Futuro, que fueron lanzadas en el Gobierno de Duque como complemento de los llamados Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, PDET, que son resultado del proceso de desmovilización de las FARC. Las Zonas Futuro son: Pacífico nariñense, Catatumbo, Bajo Cauca y sur de Córdoba, Arauca y Chiribiquete.

La presencia de los militares norteamericanos en estas zonas, que constituyen el 2,4% del territorio nacional, significan una violación de la soberanía y una burla a la institucionalidad y la legislación colombiana, que dice que la presencia de tropas extranjeras debe tener permiso del Congreso de la República.

La ‘soberanía’ colombiana

En realidad, a pesar de lo que expresa la normatividad, en Colombia no hay soberanía, sino que el país tiene una relación semi-colonial con Estados Unidos, el Ejército yanqui tiene en Colombia 51 edificaciones propias y 24 arrendadas que suman más de 50 mil metros cuadrados. Además, actúan como ‘asesores’ de las cúpulas militares, cuando en realidad las tienen bajo su mando.

La actual misión de 800 militares, tendrá bajo su mando las fuerzas de tarea conjunta Hércules, Vulcano y Omega de las Fuerzas Militares de Colombia y supuestamente estará en operaciones anti-narcóticos, pero los recientes acontecimientos en los que se planeaba una acción mercenaria para hacer una incursión imperialista en Venezuela, hacen que las sospechas sobre la participación de Estado Colombiano en esta acción se incrementen.

Inútiles y peligrosas

También hay temor en la población por los tratados que impiden el juzgamiento de los militares norteamericanos por sus crímenes, recordemos que en la base de Tolemaida fueron violadas más de 50 niñas por soldados yanquis que hoy gozan de impunidad en su país, sin que el Gobierno de Colombia se haya pronunciado al menos. Por lo que la presencia de estas tropas no solo viola la soberanía, sino que es un verdadero peligro para las mujeres y las niñas de estos territorios, además de ser una amenaza más para los luchadores sociales.

Adicionalmente, la excusa con que los traen de combatir el narcotráfico se cae de su peso cuando sabemos que la es la propia clase política colombiana la que dirige el negocio y que Estados Unidos es el principal cliente. Las políticas de erradicación forzada o persecución solo aumentan el costo de la mercancía mejorando la rentabilidad del negocio y dejando una oleada de muerte a su paso. La única solución al problema del narcotráfico es la legalización y estatización del negocio de las drogas. Esta “lucha” no es más que una excusa para seguirse posesionando de territorios en las semi-colonias y una provocación contra la vecina Venezuela.

Yanquis go home

Ante la escandalosa presencia de las tropas gringas en Colombia, el Centro Democrático ha manifestado que es un “espaldarazo” a la lucha anti-drogas, complacido por la presencia de las tropas imperiales en nuestro territorio. Por su parte, el reformismo ha rechazado esta presencia por no haber surtido el trámite en el Congreso de la República según lo dictamina la ley.

Para los socialistas, la injerencia imperialista en Colombia es inadmisible, entendemos la presencia de estos 800 soldados como una agresión a la soberanía y exigimos su retiro inmediato. La clase trabajadora en Colombia no puede apoyar que el Ejército de Estados Unidos con la colaboración del Ejército de Colombia siga agrediendo a las comunidades de las llamadas Zonas Futuro y mucho menos que sirvan de plataforma para intervenir el Venezuela.

Por eso, una vez más debemos rechazar la presencia de las tropas, exigir el retiro de las bases militares gringas y denunciar a este gobierno que aprovecha la pandemia para seguir con el asesinato sistemático de luchadores sociales, precisamente en las zonas en las que más tienen una mayor presencia militar.

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