Convocadas elecciones sindicales en la CUT: Reagrupar las fuerzas clasistas, luchadoras y revolucionarias

La Junta Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la central sindical más importante del país, ha convocado elecciones para el 21 de septiembre, con el propósito de elegir sus órganos directivos. Esta decisión se da porque la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), en su último congreso, determino que ese día se realizaría la elección de su Comité Ejecutivo, y la CUT no podía fijar para otro día las elecciones, pues los maestros son la principal organización afiliada a la CUT.

Autor: Antonio Secato

Para ese día muchos sindicatos regionales de la Fecode también elegirán Junta Directiva, y algunos sindicatos nacionales aprovecharán esta fecha para hacer las elecciones. Será un día electoral para un importante sector del movimiento sindical colombiano, a pesar de que en la actualidad el grado de sindicalización esta alrededor del 4% de la población económicamente activa.

Hacer el balance de la dirección y de las organizaciones que dirigieron la central

Hace 31 años se creó la CUT con sectores del sindicalismo independiente, el viejo aparato sindical dirigido por el Partido Comunista (CSTC), sectores provenientes de la extinta UTC y algunos pocos de la CGT y la CTC. Cuando nació muchos trabajadores pensaron que iba ser una herramienta de lucha contra las patronales y los planes de sobrexplotación de los diferentes gobiernos burgueses, pero desde su nacimiento ha sido todo lo contrario, pues sus principales dirigentes han salido de la central a ocupar cargos importantes en los diferentes gobiernos burgueses.

La primera presidencia se la dieron al liberal Jorge Carrillo, quien salió de la central a ocupar el puesto de Ministro del Trabajo, lo mismo sucedió con Orlando Obregón, Angelino Garzón y Luis Eduardo Garzón. La presidencia de la dirección de la central se ha convertido en un trampolín para que muchos dirigentes sindicales ocupen cargos al servicio de los gobiernos burgueses. ¿Será que los nombran en agradecimiento a los favores realizados a los patrones del país?

Hoy la CUT ha perdido poder de convocatoria porque su dirección se dedica a actuar como los perros viejos que ladran echados y no inspiran ni el más mínimo temor a los que le ladran, es decir, a los representantes patronales y del gobierno.

¿Existe división en la dirección de la central?

Ahora que hay elecciones salen a relucir que en la central hay dos sectores, uno “democrático” y otro “clasista”. Por supuesto esta división aflora hoy para tratar de ganar incautos y mantener sus rediles en la base sindical. En cuanto al sector que se denomina democrático, para nadie es desconocido el papel que jugó el actual presidente Alejandro Pedraza en la huelga de los trabajadores de Bavaria, antes que la patronal destruyera el sindicato, uno de las más antiguos e importantes del pais. Por su parte el sector que se autoproclama clasista también ha apoyado la política de la conciliación y la concertación impulsada por la Central desde los años 90. Ninguno de los dos sectores ha puesto la Central al servicio de la movilización contra los planes que han llevado a la pérdida de casi todos los derechos de los trabajadores y han permitido que la tercerización se haya impuesto sobre el derecho a la estabilidad laboral.

Para demostrar que no existe diferencia entre los famosos dos sectores solo basta recordar que en el anterior congreso de la CUT, realizado hace tres años en Santa Marta, se voto una resolución por unanimidad de los delegados llamando a los trabajadores a organizarse y luchar por un salario mínimo de un millón de pesos. Esta resolución la guardaron los miembros del Comité Ejecutivo en la cesta de la basura, y a los dos días estaban dialogando con el gobierno un aumento de sólo el 10% para el salario mínimo.

¿Qué hemos perdido con la actual dirección de la CUT?

Gracias a la política de conciliación y concertación los trabajadores perdimos no solo la estabilidad laboral con la Ley 50 de 1990, sino la retroactividad de las cesantías. Se impuso la ley 100 de 1994 que privatizo la salud. La jornada diurna se extendió hasta las 10 de la noche y los recargos por horas extras, dominicales y trabajo nocturno, se redujeron considerablemente. Esto entre otras medidas.

Es inaudito que el Estado colombiano y sus gobernantes, que deben ser los primeros en cumplir las leyes laborales, sea el principal promotor de su violación, al imponer los contratos temporales o por orden de prestación de servicio, las nóminas paralelas, etc. Hoy más de la mitad de los trabajadores al servicio del Estado son contratados sin ningún tipo de garantías laborales y prestacionales. Pero ante todo esto la dirección de la central se ha quedado en declaraciones y no ha cumplido el papel de ser la organizadora de la lucha. En el último conflicto importante en el país, el paro de los trabajadores de Avianca, se limitó a emitir comunicados, pero se negó a organizar la resistencia convocando a todos los afiliados a encuentros y a luchar contra este gobierno. Y no lo hizo porque la mayoría de la dirección no solo apoyó a Santos, sino que están de acuerdo con toda la política de paz del gobierno, que no es otra cosa diferente a que la burguesía pueda seguir explotando a los trabajadores en “paz”.

Llamado a reagrupar a todos los sectores clasistas y luchadores

Hay muchos sectores en el movimiento sindical que repudian el actuar de los dirigentes de la central, y sobre todo de la dirección de Fecode que es la que termina imponiendo la mayoría de sus miembros en el Comité Ejecutivo, pero cada sector actuando aislado solo permite que la burocracia sindical siga dirigiendo sin ninguna oposición, por eso los dirigentes sindicales del PST llamamos a los diferentes sectores que realmente quieren una central para la lucha, a reagruparnos con una plataforma de principios clasista y revolucionaria y a que actuemos coordinadamente, no solo en estas elecciones sindicales, sino después de ellas.

La crisis del sindicalismo se reduce a la falta de una dirección clasista y luchadora que reivindique los principios de la independencia de clase, la democracia sindical, el método de lucha, de la denuncia y la movilización, y sobre todo, de la solidaridad incondicional con los que luchan, no solo en el país, sino en el mundo, porque la clase obrera no tiene patria, como lo dijo Carlos Marx, es internacional.

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