La Coalición Colombia: lucha contra la corrupción sin enfrentar el neoliberalismo

La llamada Coalición Colombia, una alianza entre Jorge Robledo del MOIR, Claudia López del Partido Verde y Sergio Fajardo de Compromiso Ciudadano, acaba de lanzar su programa de gobierno con las banderas de la lucha contra la corrupción y el clientelismo.

Autor: Antonio Romero

Son veintisiete páginas que critican dos de los flagelos que más resiente la ciudadanía – la apropiación del erario y el uso de los cargos públicos y los contratos para el usufructo electoral – pero no hay una sola línea que cuestione el modelo neoliberal.

Por ejemplo, según el programa, la base para enfrentar el clientelismo y la corrupción es la educación, pero no hay un solo punto que hable de reformas a la normatividad, como si el asunto fuese un problema de buena o mala administración de los recursos. De hecho, no hay una sola línea contra el Decreto 1278 que mantiene a los docentes en condiciones de mendicidad laboral, a cambio hay una declaración general que dice: “Todos los maestros son buenos, pero todos pueden mejorar. Trabajaremos por maestras y maestros bien preparados, motivados y remunerados de forma adecuada”, una soterrada afirmación del actual modelo.

Y pasa igual en el punto que se refiere a la salud, admite “fallas del sistema actual” pero aboga por una reorganización del mismo con participación de “todos los actores del sector” incluidas las EPS.

 

Fajardo y su propuesta pensional

El pasado 4 de diciembre, Sergio Fajardo anunció su propuesta de aumentar la edad de las pensiones, a lo que Jorge Robledo reaccionó y la respuesta de Fajardo fue la promesa de pensarlo. Como esta es la principal evidencia de que la alianza tiene una base neoliberal, se esperaba que en el programa hubiese al menos una aclaración de este punto.

No ocurrió así, literalmente sostiene: “Nuestra propuesta pensional tendrá como objetivo incrementar el número de pensionados y la cobertura del sistema, velando por su sostenibilidad y progresividad. Trabajaremos por un sistema basado en la solidaridad intergeneracional para los primeros niveles de ingreso y en la posibilidad de afiliación a fondos privados para los demás niveles. También propondremos una mayor carga impositiva que corrija la regresividad en las pensiones más elevadas y altamente subsidiadas. Apoyamos un menor porcentaje de cotización en salud para las pensiones de bajos ingresos”.

Esto quiere decir que no se propone una lucha contra la estafa que son los fondos privados de pensiones y el retorno a un régimen de prima media, sino que se reafirma el sistema actual con el agravante de que no se aclara qué significa para la Coalición Colombia qué es una pensión elevada, o que podría afectar a profesionales que en la actualidad ganan cuatro o cinco salarios mínimos.

 

El desarrollo según la Coalición Colombia

La piedra angular de la propuesta de desarrollo es la siguiente: “Seremos aliados de las empresas, promoveremos su mayor productividad y competitividad, su conexión con mercados nacionales e internacionales, y trabajaremos por la reducción de costos logísticos, de transporte y energía, entre otros”. Es decir, la Coalición Colombia estará del lado de los empresarios, ni una sola línea sobre el recargo nocturno, las horas extras y la remuneración de los domingos y feriados que los empresarios vienen robando a la clase trabajadora hace varios años.

En cambio, se anuncian de manera explícita subsidios y políticas de apoyo a “la buena minería y la explotación de hidrocarburos”, además de su compromiso de “respetar la propiedad privada de campesinos, empresarios del campo y comunidades indígenas y afros”, como si no fueran los empresarios del campo los que atentan contra la propiedad del resto.

 

Los ‘principios’ del acuerdo

Jorge Robledo y el MOIR protagonizaron en los últimos años una de las mayores ‘purgas’ que haya tenido un partido en Colombia. De sus huestes fueron expulsados o tuvieron que irse Lucho Garzón, Gustavo Petro y el Partido Comunista por distanciarse del Ideario de Unidad del Polo Democrático. Pero, al parecer, el MOIR se ha flexibilizado para entrar a su nueva propuesta electoral: la Coalición Colombia.

La Declaración de Principios decía que “se fundamenta en la ética de la gestión pública y en la voluntad de combatir el círculo del clientelismo, corrupción e impunidad que envilece la sociedad y destruye las instituciones”, que asumía el compromiso de implementar los acuerdos de paz y deja claro – para tranquilidad de los empresarios – que va a “garantizar la vigencia del Estado Social de Derecho concebido en la Constitución del 91, la defensa y promoción de los derechos humanos y el respeto a la propiedad privada”.

 

¿Y más allá de la corrupción?

La Coalición Colombia no habla de reforma agraria, de lucha contra la privatización, contra la tercerización laboral, pero que deja clara su defensa de la propiedad privada. La bandera de la nueva alianza es la lucha contra la corrupción, reivindicando además a gobiernos neoliberales como los de Fajardo y Peñalosa que si bien no entregan su burocracia y contratos a las redes del clientelismo, pero sí las ponen al servicio de los intereses privados como el Sindicato Antioqueño y la Volvo.

Es decir, más allá de la lucha contra la corrupción esta es una alianza neoliberal, que intenta ocultar la implosión de la apuesta política más ambiciosa de la izquierda en los últimos años: el Polo Democrático. El MOIR sabe que no podrá sobrevivir electoralmente después de haber expulsado al resto de sus aliados y sabe lo que significa el silencio de los que quedan a su interior como Iván Cepeda, Alberto Castilla y Alirio Uribe, quienes han promovido una alianza electoral en torno al acuerdo de paz y todavía no han manifestado su apoyo público a Fajardo. De hecho, ya han salido voces desde el mismo Polo Democrático como la concejal de Medellín, Luz Marina Múnera, quien ha sostenido que Sergio Fajardo sería “nefasto” en la Presidencia.

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