Por candidatos obreros al servicio de las luchas

Editorial

El hecho más importante para los trabajadores, del último mes, es la huelga de los 702 pilotos de Avianca, que se ha convertido no solo en la más larga del sector en el país sino en el mundo, con más de 30 días. En ella se juega la legitimidad del derecho de huelga y de asociación sindical para todos los trabajadores de Colombia; detrás de los pilotos además se esconde la problemática de más de 6 mil trabajadores tercerizados y el derecho a la seguridad aérea.

Autor: Comité Ejecutivo – PST. 1 de noviembre de 2017.

El gobierno y la burguesía quieren recortar este derecho argumentando que es un servicio público esencial, y convocan tribunal de arbitramento violando el ya restringido derecho de huelga que es de 60 días. Al mismo tiempo la policía masacra campesinos cultivadores de hoja de coca dejando ocho muertos y varios heridos, asesinan al líder campesino José Jair Cortés, y en lo que va de la firma del acuerdo de paz con las Farc han asesinado más de 90 activistas, mientras que varios militares responsables de masacres y de los llamados falsos positivos salen de la cárcel o escapan de ella acogiéndose a la Justicia Especial para la Paz (JEP). Las amenazas de muerte contra dirigentes sindicales no cesan. La patronal de la fábrica de Seatech en Cartagena utiliza un sindicato patronal, para amenazar a los dirigentes sindicales en forma velada.

Mientras se ataca a los trabajadores, a los campesinos pobres, a las comunidades indígenas y afro, amenazando y asesinando a sus líderes, y al no cumplirse los acuerdos de paros y luchas anteriores, se anuncian más luchas que seguramente tendrán como respuesta más represión y nuevas promesas. Ya estalló el conflicto en las universidades públicas porque la crisis amenaza posibles cierres de facultades, reducción de cupos y despido de trabajadores y profesores. El gobierno avanza en la privatización de la educación trasladando los recursos de la universidad pública a los empresarios de la universidad privada mediante el programa de ser Pilo Paga y los préstamos del Icetex.

El necesitado paro nacional para centralizar todas las luchas y canalizar el descontento para frenar al gobierno y a los empresarios que también profundizan la tercerización y los despidos, no se convoca. Las direcciones políticas y sindicales miran para otro lado y se concentran en sus campañas electorales prometiendo presentar proyectos para resolver por la vía “civilizada”, la vía legislativa, todos los problemas planteados.

Las campañas electorales burguesas y las de las direcciones que reivindican la concertación y la conciliación entre explotados y explotadores, tienen como objetivo lograr votos para obtener puestos en los órganos legislativos y ejecutivos del Estado. Así engordan su maquinaria electoral y clientelista al servicio de sus intereses y contra los intereses de la mayoría de la población y los trabajadores.

Los trabajadores necesitamos una opción distinta a todas estas que proponen cambiar algo para que todo siga igual. Necesitamos candidaturas obreras y socialistas que acompañando las luchas cotidianas de los trabajadores y resistiendo la arremetida, presentemos un programa obrero para cambiar la sociedad y por un gobierno de los trabajadores, al servicio de las verdaderas mayorías: la clase obrera y los trabajadores, los campesinos pobres; es decir, al servicio de los explotados y oprimidos. Por eso nuestros candidatos quieren ser voceros al servicio de las luchas, de la denuncia y la defensa de todo tipo de libertades democráticas, y por lo tanto exigimos garantías y derecho a inscribirlos. No confiamos en ese Congreso corrupto y al servicio de los empresarios del campo y la ciudad, por eso nuestra lucha es y será al servicio de fortalecer las luchas para conquistar, mediante la movilización, las reivindicaciones y derechos de los trabajadores y sectores populares, que congresistas y gobernantes nos niegan.

 

 

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