La educación en América Latina. Maximizar la ganancia y expandir el negocio

Durante más de 30 días los docentes colombianos se tomaron las calles para enfrentar al gobierno de Santos y su política educativa. Esta batalla que se está librando en Colombia, hace parte de una guerra social en el mundo que han declarado los organismos internacionales del imperialismo (la Unesco, el Banco Mundial, la OCDE etc.) contra la educación pública.

Autor: Carlos Vergel

Es una guerra por transformar los sistemas educativos estatales en una industria privada de la educación. Es por esto que paros como el del magisterio colombiano también se han dado en el último año en Argentina, Brasil y Uruguay. En Ecuador el gobierno de Correa tomó por asalto la sede del sindicato y lo liquidó.

 

La industria educativa se extiende por América Latina y el Caribe

Estudios recientes aseguran que la región donde más se ha avanzado en esta guerra por la privatización es en América Latina, seguida de cerca por África Subsahariana.

“América Latina es la región en que la privatización de la provisión educativa ha crecido de forma más pronunciada y constante en las últimas décadas. América Latina destaca no solo por tener la tasa de escolarización primaria privada más elevada del mundo, sino por ser además aquella en que el crecimiento de la oferta privada ha sido más sostenida” y en la enseñanza secundaria es la región que “encabeza el ranking (…) con mayor participación privada”. (La privatización de la educación en América Latina, Antoni Verger y otros, Universidad Autónoma de Barcelona, España).

Para los neoliberales “los conocimientos y habilidades son un supremo bien por el que cualquiera pagaría un precio” (F.V. Hayek) aunque aceptan como “un mal menor” que, para los más pobres, haya una instrucción pública con carácter obligatorio, financiada por el Estado con la empresa privada. Por ejemplo, la política diseñada por el gobierno de Juan Manuel Santos para la primera infancia, denominada “De Cero a Siempre”, busca llegar a la población infantil más pobre, entregando el proyecto a la empresa privada, donde los empresarios reciben el dinero y ejecutan sacando siempre altas ganancias.

Chile fue el primer país del mundo donde se aplicaron las políticas arriba mencionadas, los neoliberales se apoyaron en la dictadura de Pinochet para imponer “un sistema de financiamiento per cápita con el fin de fomentar la libre elección escolar y la competición entre las escuelas. La reforma fue instrumentada mediante un sistema universal de vouchers el cual fue combinado con un fuerte proceso de descentralización educativa…” (La privatización de la educación en América Latina, Antoni Verger y otros, Universidad Autónoma de Barcelona, España).

Pinochet logró así cambiar de manera drástica el rol del Estado en relación con la educación; dejó de ser garante para convertirse en un regulador y evaluador del sistema educativo.

Ante el logro neoliberal en Chile, la Unesco y el Banco Mundial buscan extender estas políticas al resto de la región. En Colombia, durante los años 80 se impuso el programa de los colegios en convenio y para el final de la década (1989) se eliminó la retroactividad de las cesantías y se privatizó el servicio de salud a los docentes. A diferencia de Chile, donde el plan lo sustentó en la dictadura, en Colombia fue posible gracias al cambio de estrategia de la dirección de Fecode que pasó de la negociación directa respaldada con la movilización, a la concertación de los planes neoliberales. Esto ha hecho que la trayectoria seguida por la privatización en Colombia sea diferente al Chile de Pinochet. La privatización en Brasil y el resto de América Latina ha seguido el camino de Colombia. Llama la atención que gobiernos como el de Lula en Brasil o “progresistas” como los Kirchner en Argentina, de “izquierda tranquila” como en el Uruguay de José Mujica, del “socialismo del siglo XXI” como Chávez o Correa, han mantenido e impulsado el modelo privatizador en educación. Mientras que en Colombia, en 2014, de cada 100 estudiantes matriculados en secundaria 20 estaban en colegios privados, en Venezuela de cada 100 estudiantes 33 iban a escuelas privadas y en Ecuador 30. Donde está la tasa más alta de niños en escuelas privadas en la región es Haití, país azotado por las desgracias naturales y económicas, donde de cada 100 estudiantes matriculados en primaria 77 se encuentran en instituciones privadas. (Información adaptada del Instituto de Estadística de la Unesco).

 

Colombia se acerca a un modelo de mercado

En Colombia el presupuesto para la educación, con relación al PIB, siempre ha estado por debajo de la media de América Latina, lo que favorece el desarrollo de la educación como negocio. El camino seguido por la privatización ha estado marcado por cinco proyectos de alianzas con el sector privado.

1-Los colegios en convenio surgieron en los años ‘80 del siglo pasado con el propósito de cubrir parcialmente la insuficiente oferta del Estado.

2-PACES fue impuesto y cofinanciado por el Banco Mundial, en la década del 90 y es el primer intento sde financiar la educación a través de los Voucher. Este se ofrecía a aquellos estudiantes que aceptaran pasar de una institución pública a un colegio privado.

3-Los colegios en concesión son, tal vez, el proyecto de privatización más ambicioso y busca imponer un modelo de mercado en el sistema educativo colombiano. Se inició en Bogotá en el año de 1998 con el nombramiento de Cecilia María Vélez White, como secretaria de educación y se extendió a todo el país cuando la ex-secretaria de educación de Bogotá asumió el Ministerio de Educación Nacional bajo el gobierno de Uribe Vélez.

4-Ser Pilo Paga es dejar sin recursos las universidades públicas e impulsar la privatización de la educación superior, en alianza con la empresa privada con fines de lucro.

5-“De Cero a Siempre priorizará la población en Pobreza Extrema.  En la actualidad sólo el 24% los niños y niñas menores de cinco años recibe atención integral, y De Cero a Siempre buscará hacer efectivos los derechos a la atención integral de 1’500.000 niños y niñas en situación de vulnerabilidad…” (w.w.w.deceroasiempre.gov.co).

Estos dos últimos programas se convirtieron en políticas de Estado permanente y hasta la fecha estas políticas de privatización han pasado sin ningún tipo de respuesta política ni sindical.

Todas estas políticas nos muestran como el capital logra sacar un gran provecho de la privatización de la educación y nos deja claro que hoy la población en emergencia social y humanitaria es una oportunidad para maximizar la ganancia y expandir el negocio de la educación.

 

 

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