¡A Peñalosa lo sacamos con un paro cívico en Bogotá!

Cuando de defender sus intereses y ganancias se trata, la burguesía se unifica para preservarlas ante las amenazas de perderlas.

Autor: Partido Socialista de los Trabajadores, 9 de mayo de 2017.

La economía de Bogotá aporta al Producto Interno Bruto (PIB) nacional aproximadamente el 25%, lo cual significa que aproximadamente un cuarto del presupuesto de la nación se produce en la capital, pero esa inmensa riqueza se la apropian la burguesía y las multinacionales que tienen asiento en Bogotá, descargando la crisis económica en los más pobres y vulnerables con el aumento desmesurado de las tarifas del transporte público reduciendo o suprimiendo el subsidio a los discapacitados, a los adultos mayores y a los estudiantes de los sectores populares; incrementó los servicios públicos y reduciendo el presupuesto para salud. Con el aval de la mayoría de los concejales se aprobó la venta de la ETB, afectando el presupuesto de la Universidad Distrital. No ha dudado en utilizar la más bárbara represión del ESMAD ante cualquier justa protesta de trabajadores, usuarios del transporte o ciudadanos que exigen sus derechos, el desalojo a sangre y fuego de habitantes marginados, como los habitantes de Bilbao. El desplazamiento-desalojo a la fuerza de los habitantes del Bronx ha generado una crisis social inusitada ante la ausencia de planes reales de ayuda a todos estos sectores vulnerables.

La educación pública capitalina no se ha escapado de los planes neoliberales al disminuir el presupuesto para alimentación escolar y el desmejoramiento de la calidad de los alimentos entregados a los estudiantes de colegios distritales; la implementación improvisada de la mal llamada jornada única sin contar con infraestructura necesaria y el nombramiento de docentes.

Para favorecer a los a los magnates de la construcción, Peñalosa decidió modificar el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) vulnerando la reserva natural de Van der Hammen y las zonas de humedales de la ronda del río Bogotá. No contento con ello, cambió los planes de construcción del metro, ya definidos por la administración anterior y el gobierno nacional, gastando muchos más millones de los ya invertidos en nuevos estudios, pues según su administración, los existentes no sirven.

El creciente descontento de la población bogotana se ha evidenciado en la bajísima aprobación a la gestión del alcalde, que tan solo llega a un 22%, la más baja entre todos los alcaldes de las ciudades capitales. Ante la presentación de más de setecientas mil firmas por la revocatoria del mandato, el Consejo Nacional Electoral, compuesto por los partidos políticos que tienen representación electoral, pretende lanzar un salvavidas al alcalde Peñalosa exigiendo a los comités por la revocatoria del mandato que demuestren que el alcalde no ha cumplido con su programa de gobierno y la insatisfacción general de los electores.

Demostrar el inmenso rechazo a esta administración no basta con la recolección de más firmas y la realización de plantones y marchas de antorchas, cosa que es necesaria pero insuficiente. El proceso de revocatoria es una tarea política importante, pero está demostrado que la democracia burguesa usa los mecanismos constitucionales de manera conveniente a sus intereses políticos y económicos y que la mejor manera de enfrentar a estos gobiernos neoliberales es con la lucha directa en las calles.

Para demostrar la insatisfacción ciudadana y que el programa neoliberal de Peñalosa no es el programa de los trabajadores y pobres de la ciudad, se requiere de la lucha en las calles, de la más férrea unidad de los trabajadores y sectores populares, de las organizaciones comunales y barriales, de los sindicatos y de las centrales sindicales para organizar la lucha.

Para sacar a Peñalosa se necesita un paro cívico distrital que imponga un gobierno de los trabajadores y el pueblo en Bogotá. Por ello Desde el Partido Socialista de los Trabajadores llamamos a las direcciones sindicales de la capital, a los comités por la revocatoria y a las organizaciones políticas y sociales a unificar las luchas de todos los sectores contra la alcaldía de Peñalosa y a juntarse con magisterio en el paro indefinido convocado a partir del 11 de mayo.

 

¡Fuera Enrique Peñalosa de la Alcaldía de Bogotá!

¡No a las maniobras jurídicas del Consejo Nacional Electoral!

¡Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo en Bogotá!

¡Viva el Paro Cívico en Bogotá!

 

 

 

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