Solución de vivienda para los habitantes de Bilbao (Suba)

Autor: Dirección Bogotá PST-Colombia

El desalojo violento de cerca de 1.200 personas de un barrio de invasión en la localidad de Suba deja en evidencia el verdadero interés de los gobiernos de la burguesía. Es cierto que las familias que invadieron los terrenos se encontraban en alto riesgo, debido a que habían retirado parte del jarillón que protege el río Bogotá; además, las condiciones de vida de las familias que habitaban los predios eran bastante indignas, pues carecían de servicios de saneamiento básico y estaban expuestas a riesgos de salud relacionados con su cercanía al Río Bogotá. Sin embargo, el gobierno Distrital, en lugar de dignificar las condiciones de vida de los habitantes, decidió prenderle fuego a sus viviendas, obligándoles a pasar las noches bajo los voladizos de las casas del sector. Esto es indignante y los trabajadores debemos pronunciarnos y protestar por este método represivo que el Alcalde Peñalosa está utilizando contra los sectores pobres y desposeídos. Recientemente, reprimió violentamente con el ESMAD una protesta de minusválidos ante la reducción de subsidios en pasajes de Transmilenio y recortes en bonos de alimentación para la población con discapacidad.

En realidad, el gobierno distrital nunca se preocupó por la situación de riesgo de las familias, sino que se estremeció ante el hecho de que ellas se hubieran apropiado ilegalmente de esos terrenos, a tal punto de enfocar sus esfuerzos en hacer pasar por delincuentes a toda la comunidad. Esta postura infame de la alcaldía de Bogotá y el gobierno nacional es el reflejo de la concepción elitista de la administración pública en el país. ¿Por qué no hacen uso de la violencia en contra de los lujosos apartamentos que cada día invaden los cerros orientales, en zonas de protección ambiental?

La Dirección Bogotá del Partido Socialista de los Trabajadores rechaza el uso de la fuerza contra las familias de Lisboa y exige al gobierno poner en marcha un verdadero plan de reubicación, el cual contemple la construcción de vivienda digna y no simplemente paliativos para pasar la noche. Así mismo, consideramos que el fortalecimiento del ESMAD y el uso de la fuerza pública como principal arma de pacificación constituye una nueva etapa de violencia que se inaugura como base del posconflicto, el cual fue aceptado sin remiendos por la dirigencia de las organizaciones guerrilleras, sindicales y demás partidos políticos de coalición con el gobierno.

Por ese motivo, proponemos que las organizaciones sindicales y de trabajadores que se pronuncien y exijamos a la Alcaldía de Bogotá un plan de reubicación de las familias desalojadas, garantizando el pago de arriendo mientras se constituye un plan de construcción de vivienda a cargo del Distrito, dando prioridad de empleo a estas familias. Dada la vulnerabilidad de estas familias, no es justo que los pagos por adquisición de vivienda nueva excedan un porcentaje mayor del 10% mensual de sus ingresos o del salario mínimo. Que igual se haga con otros miles de familias ubicadas en otras zonas de riesgo de la ciudad, antes de que el invierno termine produciendo desastres como los que se han presentado en otras regiones del país.

Llamamos también a las organizaciones sindicales y sociales a exigir el desmonte del ESMAD y a luchar por la salida de Peñalosa de la alcaldía.

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