Viva el justo paro de las madres comunitarias por sus derechos y los derechos de la primera infancia

El Partido Socialista de los Trabajadores manifiesta su total respaldo a la lucha de las madres comunitarias colombianas en cabeza de SINTRACIHOBI, las cuales desde hace varios años vienen luchando por su formalización laboral y los derechos de los niños de los trabajadores.

Autor: Partido Socialista de los Trabajadores, 24 de marzo de 2017.

Las madres comunitarias son unas 60 mil mujeres que desde hace 30 años cuidan a los niños de las familias trabajadoras en sus propias casas, llegando a tener a su cuidado hasta 14 infantes a los cuales cuidan y enseñan, además de cocinarles y alimentarlos. El estado únicamente provee 2.700 pesos diarios para la alimentación completa de cada niño (menos de un dólar) y hasta el 2014 ni siquiera reconocía el carácter de trabajadoras de las madres, sino que se les consideraba una especie de “voluntarias” que por ser mujeres podían hacerse cargo de atender los niños.

Muchas de ellas empezaron a envejecer enfermas y sin pensión, sin seguridad social ni ahorros, muchas continúan cuidando niños con 80 años de edad, e incluso han muerto durante la prestación del servicio. Su lucha es por sus derechos laborales y prestacionales, pero también por el derecho de las mujeres trabajadoras colombianas que tienen como única opción los hogares comunitarios para dejar a sus hijos mientras trabajan, y por el derecho a la nutrición de los menores. Muchos niños sobreviven a la desnutrición gracias a las madres comunitarias, quienes han llegado a poner de su propio dinero para alimentarlos.

Hoy las madres comunitarias se encuentran en paro a nivel nacional, se les oye defendiendo la Sentencia de la Corte Constitucional T480. Esta sentencia les concede sus derechos al reconocer el “contrato realidad”, es decir, que su vínculo laboral siempre fue con el ICBF (instituto colombiano de Bienestar Familiar). Esta sentencia es una herramienta fundamental para la defensa de los trabajadores contra la tercerización.

Allí se reconoce el derecho que tienen a recibir su pensión. El ICBF en cabeza de Cristina Plazas ha presentado a la Corte Constitucional un recurso de nulidad acusando a las madres de querer quebrar al estado, quebrar al ICBF y por lo tanto dejar a la niñez desprotegida. ¡Nada más falso! Quienes quiebran al estado son los políticos y altos funcionarios del Estado, corruptos que se roban el presupuesto, y los intermediarios de las cooperativas.

Gracias a un paro de 2013 las compañeras consiguieron tener contrato y un salario mínimo con operadores privados o asociaciones, porque antes ganaban de manera irregular un bono por menos del mínimo. El Congreso recientemente aprobó un proyecto de ley para protegerlas, pero este fue objetado por el presidente Santos con la anuencia de la ministra del trabajo Clara López, quien antes fuera candidata por el POLO y quien aún sigue posando como representante de la izquierda.

La lucha de las madres es heroica y se realiza en condiciones precarias, con pocos recursos y poca solidaridad, las centrales obreras en cabeza del Comando Nacional Unitario se limitan a emitir comunicados de vez en cuando sin realizar acciones de solidaridad efectiva, por ejemplo se desaprovechó la oportunidad de convertir el 8 de marzo en una jornada para apoyar a las compañeras. Denuncian las compañeras que el gobierno y los politiqueros intentan engañar y desmoralizar a muchas de ellas, mediante mentiras como que las van a despedir si salen al paro, haciéndoles creer que es cierto lo que dice Cristina Plazas de que ellas son las que quiebran el Estado, e incluso por medio de sindicatos propatronales.

Es necesario y urgente rodear a las compañeras de la mayor solidaridad posible, todos los trabajadores debemos sentirnos llamados a defender sus derechos y los de los niños. No es el gobierno quien protege a la infancia, son cada una de estas mujeres. No son las madres comunitarias las que quiebran al Estado, sino la corrupción y los malos manejos, la deuda con ellas es grande pero la responsabilidad es del Estado.

Actualmente los partidos tradicionales actúan movidos por intereses electorales, intentando a cada paso aprovecharse de distintos sectores para conseguir votos, pero el derecho a elegir y ser elegidos únicamente es de pocos privilegiados. Los trabajadores y trabajadoras, como las madres comunitarias no tenemos este derecho y por eso nos llaman a apoyar a falsos dirigentes que supuestamente nos representan como la actual ministra del Trabajo Clara López, quien ha manifestado públicamente que las madres comunitarias no podrán ser contratadas por el Estado. Exigimos que todos los colombianos tengamos plenos derechos a elegir y ser elegidos para poder votar por nuestros verdaderos representantes.

Las madres comunitarias cumplen un central papel de formación de la primera infancia; el próximo 30 de marzo, el plantón del magisterio en Bogotá, por la dignificación de la profesión docente y de labor del conjunto de los trabajadores de la educación, debe convertirse en un paro nacional que unifique a todos los sectores rodeando a las madres comunitarias de la más amplia solidaridad.

 

¡Exigimos a la CUT, Fecode y al Comando Nacional Unitario que concreten un plan de acción de emergencia con asambleas de base que voten el paro ya!

¡Viva la justa lucha de las madres comunitarias, plenos derechos laborales y presupuesto para alimentar a los niños!

¡Por sus derechos y los de la primera infancia!

¡Viva la lucha de la mujer trabajadora!

¡Viva la solidaridad internacional de la clase obrera!

¡Ratificación y cumplimiento inmediato de la sentencia T 480!

 

 

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