A Luchar y Derrotar la Tercerización Laboral

El gobierno de Santos aprovechó las circunstancias para aprobar la legalización de la tercerización laboral mediante el decreto el 583. Esperó que los dirigentes de las centrales obreras le ratificaran el apoyo a su paz en una cena en Palacio de Nariño, como ya lo habían apoyado para su reelección; espero que pasara la coyuntura de conflictos, lo que Julio Roberto Gómez llamó la descompresión del descontento social con una jornada de movilización el 17 de marzo en forma de paro, y contó con Luis Eduardo Garzón, como Ministro de Trabajo, para que hiciera el trabajo sucio firmando el decreto.

Autor: Alejandro Pereira

La legalización de la tercerización laboral era lo que esperaban los patronos hace tiempo. Tan pronto el gobierno “prohibió” las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA), porque hacían intermediación laboral, aprobó la figura de la Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) y los contratos sindicales. Pero eso no era suficiente, aunque impunemente siguieron haciendo intermediación laboral con las SAS, los patronos querían que se les legalizara. Con el decreto 583 el gobierno les concedió la herramienta para que en adelante puedan tercerizar el empleo legalmente.

Según la ley, antes del decreto 583, era ilegal contratar mediante empresas temporales a trabajadores que fueran a desempeñar actividades llamadas misionales y permanentes. Sólo se aceptaba para actividades ocasionales. Con el decreto 583 los empresarios pueden contratar a todos los trabajadores en forma temporal, a través de empresas temporales, no importa que actividad vayan a desempeñar. Puede ser permanente u ocasional. Esto incluye que los patronos pueden, en cualquier momento, notificar a los trabajadores que de tener contrato directo e indefinido, los pueden pasar a contrato temporal, al no ser que estén sindicalizados.

La colaboración de las direcciones de las centrales obreras

El gobierno pudo legalizar la tercerización porque las direcciones de las centrales obreras lo permitieron. Ellos sabían que eso estaba anunciado. Que si no se convocaba una lucha nacional centralizada advirtiendo a los trabajadores que si no se luchaba por la estabilidad laboral esta se perdería. Pero no lo hicieron. Al contrario, en la cena con Santos en la Casa de Nariño lo tranquilizaron al anunciarle que el 17 de marzo no habría paro nacional sino una jornada de movilización.

Con la legalización de la tercerización los trabajadores colombianos quedamos en una situación difícil, sin estabilidad laboral, con un gobierno aprobando leyes y decretos contra los trabajadores y las direcciones de las centrales obreras colaborando, aunque para no aparecer tan evidentes declaran que el decreto es ilegal porque no se consultó a la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales (CPCPSL) donde tienen participación, y que van a demandar. Pero ya sabemos cómo son esas demandas y sus resultados. Si no hay movilización el gobierno no va a retroceder, sin importar si el decreto es legal o no.

Debemos exigir a las direcciones de las centrales obreras que dejen de anunciar que van a convocar un paro nacional, y pasen a concretarlo. Al mismo tiempo alertar a los trabajadores que se sindicalicen, pero en sindicatos clasistas, porque hay sindicatos patronales y sindicatos donde sus dirigentes venden a los trabajadores.

Tercerización laboral a través de falsos sindicatos

En Colombia hay sindicatos de empresa y sindicatos de industria. Pero así como hay billetes falsos, también hay sindicatos falsos. Son empresas temporales con nombre de sindicato que hacen intermediación laboral. En un sindicato de trabajadores de verdad, los afiliados tienen contrato con una empresa y son empleados. Pueden presentar pliego de peticiones y firmar una convención colectiva. Mientras que los falsos sindicatos tienen como objetivo hacer tercerización laboral como lo hacían las Cooperativas de Trabajo Asociado. En últimas tienen el mismo carácter y muchos de los que eran dueños de las CTA las transformaron en sindicatos que hacen intermediación laboral. Quienes se afilian a esos falsos sindicatos no se les reconoce el carácter de trabajadores, sino de socios. Esa empresa-sindicato la controla en general el patrón en colaboración con dirigentes de las Centrales obreras. En un informe de septiembre de 2015 la Escuela Nacional Sindical señalaba que en Colombia había en ese momento 1.476 contratos sindicales. Ahora con la legalización de la tercerización esa cifra va a crecer. La CGT tiene varios de esos falsos sindicatos, entre ellos la Unión de Trabajadores de la Industria Energética Nacional (Uten) que suministra trabajadores tercerizados para la industria petrolera en Campo Rubiales. El presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez defiende los contratos sindicales argumentando que puede ser la transición hacia la contratación directa, cuando en la realidad ocurre todo lo contrario. Parte de la lucha contra la tercerización es la lucha contra los contratos sindicales y esos falsos sindicatos.

 

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