Una verdadera reforma laboral, solo la logramos con un paro nacional

El 11 de marzo ocho senadores en la Comisión Séptima del Senado, de los partidos burgueses, presentaron ponencia negativa sobre la reforma laboral del gobierno de Gustavo Petro para hundirla. Esta reforma es una de las banderas del Gobierno, junto con la de salud, pero la burguesía no quiere ceder en lo más mínimo.

¿Qué contiene la reforma? 

Lo poco que tiene en favor de los trabajadores el proyecto de reforma laboral de Petro es un aumento en el pago de las horas extras, la recuperación del pago de un salario mínimo para los estudiantes del Sena, la recuperación del recargo nocturno en dos horas  que se perdieron con la contrarreforma de la Ley 789 presentada por Álvaro Uribe en 2002, pago para los  médicos cuando estén laborando o haciendo las prácticas, contratos a término indefinido luego de cuatro años de contrato a término fijo, la licencia menstrual y el reconocimiento a los trabajadores de aplicaciones que hoy están en un limbo jurídico, pues no son reconocidos como trabajadores, sin embargo, el proyecto de reforma del gobierno tampoco les formaliza el vínculo laboral. Y decimos que es poco porque los aspectos sustanciales y lesivos como la tercerización laboral y los contratos basura (contratos por OPS) se mantienen intactos en la ley.

Está claro que la reforma no busca recuperar todos los derechos que perdimos los trabajadores con las leyes 50 y 789. El proyecto del gobierno solo contiene unas pequeñas reformas, y sin embargo, lo que muestra la actual situación es lo equivocado de la política de concertación con los empresarios que desde el gobierno se viene implementando, y a la cual la mayoría de las direcciones políticas y sindicales de los trabajadores le han capitulado. Siempre hemos dicho: nunca ganaremos en el Congreso lo que no ganemos en las calles.

Los derechos de los trabajadores nunca han sido dádivas del patrón

Ha sido una realidad que a los trabajadores nunca nos han regalado nada. Lo poco que hemos logrado ha sido producto de una lucha a muerte contra los intereses de los capitalistas, que han tenido que soltar migajas de la mesa para evitar que los trabajadores les quitemos toda la torta. Por ejemplo, la lucha por las ocho horas de trabajo, a propósito del Primero de Mayo, nos costó muchos muertos, entre ellos los mártires de Chicago, y finalmente se alcanzó producto del triunfo de la Revolución rusa de 1917, pues uno de sus primeros decretos fue reducir la jornada laboral diaria a ocho horas. Esto obligó al imperialismo a crear la OIT, en 1919, y orientar a que se aprobara en todos los países la jornada de ocho horas para evitar que los trabajadores siguieran el ejemplo de los obreros rusos y continuaran expropiando a los capitalistas en el resto del mundo.

Por eso, es solo una ilusión lo que intenta hacer el gobierno, lo que muchos dirigentes de los trabajadores pregonan, con la política de conciliación de clases, de que es posible convencer a los patrones por las buenas para que cedan un poco de la riqueza que se apropian, riqueza que de hecho es producida por los trabajadores. El único argumento que nos ha permitido conquistar derechos ha sido el de la fuerza de la movilización, con paros, huelgas, insurrecciones y revoluciones, no con discursos en un Congreso dominado por los corruptos patronos industriales y terratenientes.

No nos oponemos a una consulta popular, como la que propone Gustavo Petro frente a la decisión de archivar sus tímidas reformas, este es uno de los mecanismos recortados de la democracia burguesa y el régimen político colombiano, y creemos legítimo apelar a él; pero tiene sus trampas, como que lo debe aprobar el mismo Senado, aunque en plenaria, o el riesgo de que una campaña de mentiras desde los medios de comunicación de la burguesía lleve a un resultado negativo, como ya pasó con los acuerdos de paz de 2016. Por esto, la consulta efectiva que los trabajadores debemos hacer es legislar desde el parlamento de los trabajadores, que está en la calle; es con un nuevo paro nacional con eje en la parálisis de la producción y los servicios que podemos conquistar una verdadera reforma laboral.

Las centrales obreras deben convocar de manera inmediata un encuentro nacional obrero, campesino, estudiantil y popular, que discuta un pliego de peticiones que recoja los objetivos por los cuales salimos a luchar en el Paro Nacional del 2021, como por ejemplo, la derogatoria de las leyes laborales 50, 789 y la Ley 100 que creó las EPS y privatizó la salud; exigir la revocatoria del Congreso y que se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente que discuta y le dé solución a los graves problemas que padece el campesinado colombiano y los pueblos indígenas; que le dé salida a los problemas de los trabajadores con el desempleo, la precarización del trabajo y los bajos salarios; que resuelva los problemas de la educación, la salud, los servicios públicos domiciliarios, la soberanía nacional, que desmonte el paramilitarismo y envíe a Uribe a la cárcel; que organice un plan contra la violencia machista, etc.

Desde el Partido Socialista de los trabajadores llamamos a luchar por unas reformas de verdad, a no confiar en el corrupto Congreso ni en la conciliación con empresarios y terratenientes. Tampoco podemos confiarnos y esperar a ver si el Senado se digna a aprobar la consulta popular, y en caso de que se convoque limitarnos a ir a las urnas. Incluso para que la consulta se apruebe hay que salir a las calles.  Las reformas solo las logramos si salimos a luchar y dejamos de confiar en salvadores o en líderes supremos. Debemos recordar las palabras de los grandes dirigentes del movimiento obrero que siempre pregonaron que la liberación de la clase obrera será obra de la clase obrera misma. Creer en otra cosa es preparar el camino para grandes derrotas como las que hemos sufrido los explotados y oprimidos con las contrarreformas de los últimos 35 años.

Este 18M nos unimos a las marchas convocadas, aunque no apoyamos las reformas del Gobierno por ser en su mayoría tibias y recortadas, cuando no regresivas como la pensional o el código procesal del trabajo; pero compartimos la justa indignación de las masas contra el Congreso corrupto y contra la burguesía, y compartimos las aspiraciones por un cambio de verdad.

¡A las calles, a luchar, por un cambio de verdad!

¡No ganaremos en el Congreso, ni en las urnas, lo que no conquistemos en las calles!

Comité Ejecutivo

Partido Socialista de los Trabajadores

17 de marzo de 2025

Comentarios cerrados