El 26 de septiembre NO marchamos con el uribismo!

El Partido Socialista de los Trabajadores rechaza la movilización de este lunes 26 de septiembre y llama a no marchar, porque esta convocatoria es hecha desde los empresarios, terratenientes, ganaderos y narcotraficantes representados en el uribismo quienes han sido desplazados del gobierno. Su movilización responde a los intereses de su fracción burguesa, que ven en el actual gobierno de Petro y sus medidas una amenaza para sus privilegios, sus fraudulentas ganancias producto del despojo,la violencia y la sobreexplotación.

El uribismo, y otros sectores reaccionarios quieren utilizar el legítimo descontento que genera en la población medidas regresivas del gobierno Petro, como el aumento de la gasolina, para ponerlo al servicio de sus propios intereses. Pretenden confundir a la población haciendo creer que su política es para defender los intereses de los pobres, cuando en realidad es todo lo contrario.

Su oposición al gobierno no se basa en el rechazo a las medidas regresivas que viene tomado, se trata de bloquear algunas reformas y políticas con las que Petro quiere calmar el descontento social acumulado durante décadas por las políticas antiobreras y antipopulares impuestas por los que hoy llaman a marchar.

Usan la legítima preocupación generada por el anuncio del incremento en la gasolina, para mostrar su hipócrita preocupación por el costo de vida, cuando han sido causantes de la crisis económica y social que hoy se agudiza.

No podemos olvidar que fue Uribe quien impuso el cobro de la gasolina a precios internacionales y creó el deficitario Fondo de Estabilización de Precios para beneficiar el negocio privado de las petroleras a costa del bolsillo nuestro. Los partidarios del uribismo en decadencia que hoy se quejan del alza de la gasolina hace unos meses, cuando eran parte del gobierno de Duque anunciaban la inminencia y la inevitabilidad de dichos aumentos.

Lo que realmente les preocupa es que el gobierno no reprime con la suficiente fuerza las tomas de tierras, que se muestra a favor de la legalización del aborto y del fin del fracking y el desenfreno minero; que cuestiona la guerra contra las drogas, promulga el cambio de modelo energético y del sistema de salud. Estos cambios, aunque no cuestionan ni la propiedad privada, ni el sistema capitalista, modifica algunas de las condiciones bajo las cuales obtuvieron fabulosas ganancias a costa de mayor desigualdad, pobreza y violencia hacia los trabajadores y sectores populares. Son la misma “gente de bien” que celebró la represión y el asesinato de manifestantes en el Paro Nacional.

Ellos defienden la ley 100 y encubren la onerosa deuda que las EPS tiene con la red hospitalaria pública; no quieren que se recuperen las horas extras, quieren continuar lucrándose con el trabajo precarizado y salarios miserables; los terratenientes y ganaderos quieren conservar con total impunidad las tierras que han expropiado con sus bandas paramilitares para seguir expropiando a los campesinos pobres y a los indígenas, negros y raizales.

El desastre social, económico y ambiental que deja el capitalismo (como el mismo lo ha reconocido en la ONU) no serán superadas por las tibias reformas que propone Petro pactadas con un sector de la burguesía que ha gobernado este país y sin cuestionar el orden imperialista en decadencia. Menos aún serán resueltas las reivindicaciones del Paro Nacional sin tocar los intereses del conjunto de la burguesía, sea esta parte del gobierno o quienes se oponen a él.

Los trabajadores y los pobres necesitamos liberarnos de los regresivos impuestos que nos desangran, que sean los ricos y sus capitales quienes paguen los mayores impuestos; los trabajadores necesitamos enfrentar el desempleo y el costo de vida repartiendo el trabajo entre todos con salarios que aumenten acorde al costo de vida; debemos echar abajo la especulación de precios; que el costo de la gasolina sea el directamente relacionado con su producción y no con la especulación internacional, que baje el costo de los servicios públicos y de la canasta familiar.

La lucha y la movilización si es una necesidad urgente de los trabajadores y los pobres; pero no para defender los intereses de los poderosos, sino para exigir al actual gobierno que responda a las reivindicaciones y necesidades del pueblo trabajador; para organizarnos y conquistar lo que nos pertenece y para defendernos de quienes quieren mantener la miseria, la violencia y la desigualdad.

Nuestra organización y movilización debe ser independiente de quienes nos han sometido, explotado y oprimido; para así poder expropiar a los expropiadores, eliminar las EPS y estatizar la salud, la educación, los servicios públicos y la vivienda; el desmonte del Esmad, los paramilitares y el narcotráfico, contra la violencia a la mujer y por el derecho al aborto libre y sin condiciones, entre otras medidas.

¡No a la marcha uribista del 26 de septiembre!

¡Si a la movilización del miércoles 28 de septiembre en favor del aborto legal, libre y seguro!

Partido Socialista de los Trabajadores

Comité Ejecutivo

26 de septiembre de 2022.

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