¡28 de noviembre todos a las calles! ¡Preparemos el Paro Cívico Nacional!

El paro nacional universitario encabezado por los estudiantes es el primer conflicto de orden nacional que enfrenta al gobierno de Duque, lleva ya seis semanas y ha superado incluso los pronósticos más optimistas.

Los estudiantes han sido capaces de mantener el nivel de la movilización aún después del golpe que significó la traición de los rectores. Las marchas del 15 de noviembre fueron masivas, pero fuertemente reprimidas a nivel nacional. Diariamente se desarrollan acciones de movilización como marchas, mítines y campamentos, y a Bogotá han ido llegando estudiantes que vienen caminando desde la Amazonía y otras regiones.

Disposición de lucha hay, falta organización y dirección.

La disposición para la lucha por parte de miles de jóvenes entusiastas que participan en el paro, se demuestra en el tiempo que lo han mantenido, en el control democrático hacia la UNEES por medio de asambleas como medida de combate permanente a las presiones burocráticas de los aparatos políticos, y la simpatía de amplios sectores de la población pese a la campaña sucia impulsada desde el gobierno y los medios de comunicación, quienes intentan vincular el movimiento con actos de violencia y de provocadores, para calificarlos como acciones de terrorismo y vandalismo.

Sin embargo, en medio de este proceso de movilización se corren riesgos como las amenazas de suspensión y finalización del semestre por parte de las directivas, y la presión a negociar en una mesa con el Gobierno, donde no se ofrece nada. Junto con ello actúa en contra una crisis de dirección, que se expresa en el movimiento estudiantil mediante la división y pugna entre UNEES y ACREES, sumada a la falta de experiencia de los nuevos dirigentes. De igual forma, es lamentable que las direcciones sindicales mayoritarias no logran movilizar masivamente a sus bases, producto de los métodos burocráticos de conducción, lo que no han permitido unificar las luchas para enfrentar el plan económico del gobierno que va en contra de los derechos del conjunto de la juventud y del pueblo trabajador.

El plan del gobierno es el plan imperialista.

El conflicto universitario expresa la resistencia a un aspecto del paquetazo o plan de ajuste del gobierno Duque, que a pedido de sus jefes imperialistas –desde la OCDE, Banco Mundial y la misma Casa Blanca–, exigen recortes en todo el mundo al nivel de vida de los trabajadores y los pobres. La ley de financiamiento –que no es otra cosa que una contrarreforma tributaria–, la anunciada reforma pensional y laboral, así como la modificación a los subsidios de los servicios públicos, hacen parte de este ataque. Los burgueses y multinacionales cada vez necesitan mayores niveles de explotación para mantener su tasa de ganancia, por eso es que no es casual que haya paquetes similares y luchas para enfrentarlos desde Francia hasta la Argentina, pasando por Centroamérica. El 30 de noviembre se realizará en Argentina la cumbre del G20, reunión en la que discutirán y acordarán nuevos y peores planes contra los trabajadores y sus familias, por eso nuestra lucha debe incluir la lucha antiimperialista. En esta fecha se anuncian grandes manifestaciones en el hermano país, las cuales apoyaremos desde aquí.

El IVA a los alimentos no es el único ataque contra los trabajadores y la población pobre, es muy probable que se aprueben otras medidas cargando con más impuestos a los más pobres y dando mayor margen de ganancia a los más ricos.

Preparemos el Paro Cívico Nacional

A pesar de la gravedad de esta situación, de la bronca generalizada que ha causado en la población la reforma tributaria que pretende gravar a los trabajadores y pensionados y eliminar impuestos a los ricos empresarios, y del desprestigio del gobierno, no existe un movimiento organizado de lucha y resistencia. Jornadas de movilización unitarias como la del 28 de noviembre pueden ayudar a construir, apoyándose en el movimiento estudiantil –el cual debe comportarse como vanguardia para impulsar a todo el movimiento social y presionar a la burocracia sindical–, ese movimiento con la perspectiva de confluir en un paro cívico nacional, por eso vamos todos a las calles.

A este nivel del transcurso de la lucha estudiantil se hace imperativo que más sectores sociales se sumen a una lucha unificada contra las políticas del gobierno, de esta manera hay más posibilidades de propinarle un golpe y lograr que las exigencias de los estudiantes sean resueltas, al tiempo que se frenan los planes que atentan contra las condiciones de vida de la mayoría de la población.

La preparación del paro cívico nacional debe incluir encuentros y asambleas, barriales, sindicales, departamentales y nacionales. El próximo 29 de noviembre dará inicio el Encuentro Nacional de Estudiantil de Emergencia (ENEES), el cuál puede confluir en un gran Encuentro Social Nacional de Emergencia democrático, con delegados de regiones, y de otros sectores como sindicatos, indígenas, mujeres, etc., dónde se discuta y se vote la fecha del Paro Cívico Nacional, un plan de lucha y un pliego nacional unificado.

¡Paro Cívico Nacional contra Duque y su plan!
¡Unidad estudiantil, obrera y popular en la lucha!
¡Presupuesto para la educación, y no para la represión!

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