Polémica con el feminismo hegemónico: ¿Huelga general o huelga de mujeres?

La gran jornada mundial de protesta en el marco de la conmemoración del día de la mujer trabajadora se vivió como un hecho histórico, no obstante, pese a lo progresivo de la jornada, también fue motivo de discusión a quién se convocaría a participar, frente a lo cual hubo posturas distintas impulsadas por diversas corrientes feministas.

Autor: Comisión de la Mujer, Partido Socialista de los Trabajadores

En el Estado Español donde tuvo lugar la movilización más grande, se generó controversia con la postura de un sector de mujeres feministas, de la Liga Comunista Revolucionaria, que rechazó la iniciativa de que algunos sindicatos apoyaran la jornada llamando a huelga. La posición de esta organización fue que la huelga era solo de mujeres, argumentando que si solo paraban ellas se resaltaría la importancia de las tareas del cuidado (labores del hogar). Esta ideología estuvo presente en las conmemoraciones de todo el mundo, incluso se llegó a sacar a los hombres que apoyaban las marchas.

Este tipo de posturas solo invisibilizan el carácter de jornada de lucha obrera pues al hacer un llamado solamente a las mujeres ubicaba el problema de la mujer trabajadora como un asunto de género, buscando la solidaridad entre todas las mujeres, sin distinción de clase social. Su discurso “radical” contra los hombres, encubre una profunda adaptación al sistema capitalista, al régimen político y a los gobiernos de turno. Es pura ideología contra el “patriarcado”, sin programa que confronte al sistema capitalista, a sus instituciones y a las clases dominantes. Por el contrario, un llamado a la huelga general como el que proponíamos junto a otras corrientes feministas que diferían de ellas, liderado por mujeres trabajadoras, se configuraba como punta de lanza de lo que podía ser una gran acción de los trabajadores y trabajadoras explotados, en especial en países como el Estado Español y Argentina donde la convocatoria fue masiva.

Por otro lado, con el mismo efecto de focalizar la jornada de lucha hacía un sector de mujeres, otras corrientes feministas orientaron el llamado a paro solo a las amas de casa, llamándolas a no realizar por un día el oficio doméstico, con lo que se lograba enfocar la problemática de la mujer como un problema contra “todos los hombres” y de interés de un único sector de mujeres. Si bien, entretanto estamos por repartir las cargas entre hombres y mujeres, para nosotras el problema del trabajo doméstico pasa por la socialización de las tareas de cuidado, o sea la socialización del trabajo doméstico. Y eso solamente lo puede hacer una sociedad socialista; lo puede hacer una clase que sea consciente de eso y que tenga un programa para resolver a fondo el problema de la opresión de la mujer y de los demás sectores oprimidos.

Esta polémica concreta pone de manifiesto una de las principales diferencias entre el marxismo y el feminismo, y es que las feministas proponen que el sujeto social de la transformación sean las mujeres de todas las clases, nosotros seguimos insistiendo en que la trasformación de la sociedad para poner fin a toda forma de explotación y opresión tiene que ser liderada por los trabajadores de ambos sexos. Para nosotras es indispensable ganar al hombre trabajador para luchar contra el machismo.

Ante estas orientaciones que desvirtúan el carácter de clase del día de la mujer trabajadora, la LIT-CI hizo un llamado a toda la clase trabajadora a protestar contra las todas las formas de violencia y explotación que padecen las mujeres trabajadoras oprimidas, así como por el reconocimiento de sus derechos laborales.

8 de marzo – Paro Mundial de Mujeres

El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, muchas mujeres salieron a movilizarse en las principales ciudades del mundo, esto ocurrió en el marco del llamado al Paro Internacional de Mujeres convocado por diferentes organizaciones en varios países. Se habla de la participación de más de 170 países durante la jornada de conmemoración y reivindicación de esta fecha, dejando a un lado la “celebración” que ha venido imponiendo la burguesía. Cabe resaltar la importante participación de España como uno de los lugares en los que la movilización alcanzó a reunir millones de mujeres en las principales ciudades de este país, así como la multitudinaria movilización de las compañeras de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay.

El llamado al paro tuvo como objetivo denunciar la violencia machista, la desigualdad laboral entre otras reivindicaciones, teniendo como antecedente el Paro Mundial de Mujeres impulsado en Argentina y el movimiento Ni una menos el año pasado.

Colombia no fue la excepción, más 300 mujeres entre colectivos, organizaciones políticas y sindicatos nos dimos cita en el parque de los Hippies en Bogotá en el cual se realizó un plantón durante un par de horas; en otras ciudades del país compañeras pararon su jornada laboral al comenzar el día para manifestarse, como fue el caso de las compañeras de Seatech en Cartagena. La Liga Internacional de los Trabajadores LIT-CI, impulsó el llamado a hacer un paro de la clase trabajadora hombres y mujeres por los derechos de la mujer. El PST Colombia hizo parte del mismo llamado.

Nuestro partido participó en algunas reuniones de organización y activamente en el plantón. Junto con algunos de nuestros compañeros salimos a reivindicar los derechos de la mujer trabajadora y la necesidad de luchar contra la explotación y la opresión capitalista.

En unidad con diferentes grupos de la plataforma #nosotrasparamos salimos a las calles para exigir que:

  1. Las labores domésticas se reconozcan como un trabajo.
  2. La paridad de garantía de nuestro derecho a la participación en todos los espacios de toma de decisiones.
  3. Que sean erradicadas todas las formas de violencia machista y patriarcal que nos impactan.
  4. Que sea una realidad la equidad salarial entre hombres y mujeres.
  5. Exigir la corresponsabilidad parental en las labores de cuidado y de la vida.
  6. Que se respete nuestra autonomía sobre nuestras vidas en las relaciones de pareja.
  7. Tener la libertad y las garantías de exigir y defender nuestros derechos y los de nuestra comunidad sin miedo.
  8. Que se respete nuestro derecho a ser mujer en medio de nuestras múltiples diversidades y expresiones.
  9. Que se respete nuestra autonomía sexual y reproductiva, así como a nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

Comentarios cerrados