La refrendación de la política capituladora y la pérdida de la oportunidad de corregir el camino

XX Asamblea General Federal de Fecode

 Del 25 al 27 de octubre se realizó la XX Asamblea General Federal de Fecode, conocida anteriormente como el Congreso de la Federación, la cual trazó la política que se asumirá en los próximos cuatro años. 

Autor: Irma Yurley Pérez. Medellín-Antioquia

Una asamblea antidemocrática cuya mayoría avaló una política nefasta

Desde su planeación fue antidemocrática y en contravía de los estatutos, pues no se llamó a elecciones de delegados sino que permitió la participación a quienes habían sido elegidos desde 2012. Se hizo apología de la democracia representativa, peor aún, se aprobó que las próximas huelgas serán levantadas por el Comité Ejecutivo y no por la junta nacional, ni se consultarán las bases y no se realizarán asambleas.

Aprobados cuatro años más de conciliación y concertación

Esta Asamblea Federal se desarrolló en el marco de la campaña electoral en la que la dirección de la Federación convalidó el pacto político con Santos en torno a los acuerdos de paz, las negociaciones de Quito y llamó a jugar un papel importante en la próximas elecciones a través del voto a candidatos “democráticos y progresistas”, o sea que selló el compromiso con candidaturas que respalden dichos acuerdos. Supeditó la política de construir un frente a favor de la financiación de la educación a elegir para el Congreso de la República a maestros o a políticos “amigos” de los maestros.

Dicen tener la decisión de seguir defendiendo la educación pública, de confrontar la política del gobierno, pero contradictoriamente dan el espaldarazo a la intermediación en la salud y dicen que exigirán el cumplimiento y veeduría del contrato; apoyan la Ley 91/89 que ha sido el desarrollo anticipado de la Ley 100 en la privatización de la salud para el magisterio y la pérdida de derechos de los maestros; rechazaron en el discurso la jornada única, empero siguen diciendo “si pero no así”. Tampoco hubo una discusión mínima sobre la derogatoria de las leyes 715 y 734, leyes que han sido pilares para que el gobierno imponga la contrareforma educativa y laboral en el gremio, ordenada por el FMI y la OCDE.

Las bases no pueden quedarse calladas

El magisterio colombiano Debe reorganizar sus comités de base dentro de los colegios para reformular una política y método de acción donde los maestros reconquistemos lo perdido y se cambie la política con la que hasta el momento se nos ha llevado a la bancarrota. Debe exigir a quienes ahora nos dirigen acciones como estas:

¡Elecciones sindicales ya¡ Nueva dirección, clasista e independiente!

¡Total independencia de clase! de partidos burgueses y todos los colaboradores del gobierno. Abajo la política del gobierno! Ruptura del pacto político de la burocracia con el gobierno!

¡Democracia sindical! al interior de las filiales y del ejecutivo de la Federación: somos las bases las que decidimos, Todo el poder a las bases!

¡Politización de las bases! todos los maestros debemos tomar partido en relación con los grandes problemas económicos y políticos nacionales e internacionales.  La federación y los sindicatos deben establecer los mecanismos para alcanzarla.

¡Solidaridad de clase! Esfuerzo político de la federación por coordinar y centralizar en una misma acción las luchas de los trabajadores y los conflictos sociales.

¡Acción colectiva y organizada! El plan de acción que establezcan las bases debe dejar claro que la lucha colectiva y democráticamente organizada es el mecanismo para lograr los objetivos fundamentales. Asambleas de base para organizar y desarrollar un paro nacional.

 

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