Palabras de la Juventud Socialista al centenario de la Revolución Rusa, y a los 40 años del PST.

En primer lugar, queremos recordar hoy especialmente a nuestra camarada Carolina Garzón. No descansaremos ni un segundo hasta que ella regrese con vida a nuestro lado, y hasta que los gobiernos de Colombia y Ecuador respondan por su desaparición.

Por quienes está la juventud obrera, está el futuro. Sabiendo esto, los socialistas de todos los países se acercan a la juventud y hacen propaganda entre ella. Nadezhda Krupskaya (Наде́жда Кру́пская)

Autor: Andrés Felipe

La energía de la juventud proletaria combinada con la experiencia política de sus madres y hermanos de clase, lograron cambiar radicalmente el rumbo de la historia de la Rusia zarista y por extensión, la de la clase obrera mundial, al establecer bajo el socialismo la primera —y hasta ahora la única— sociedad capaz de garantizar el pleno acceso a la educación, la cultura, el arte, el deporte, a los derechos sexuales, reproductivos y democráticos, y al trabajo digo para toda la juventud proletaria en la URSS.

Aquel proceso tuvo sus primeras expresiones en Rusia a inicios del siglo XX, con manifestaciones estudiantiles que reivindicaban sus libertades democráticas y la autonomía universitaria, combinando, además, por ejemplo, la lucha contra el servicio militar en función a la guerra contra Japón, la militarización de las universidades e incluso contra profesores zaristas. Es así como la cuestión de la educación, las pésimas condiciones de vida y el antimilitarismo, se convirtieron en cuestiones centrales para las organizaciones políticas de la juventud surgidas en la época, haciéndolas participes también de la revolución democrática de 1905 en compañía del proletariado. Las reivindicaciones de los jóvenes rusos en el terreno educativo, solo fueron resueltas por el gobierno socialista soviético, tras la Revolución Bolchevique de octubre de 1917, bajo la dirección de la Comisaría para la Educación y las Artes.

Es ese deseo centenario de construir con nuestras propias manos una sociedad al servicio de la gran mayoría de la humanidad lo que nos tiene reunidos hoy a nosotros, jóvenes estudiantes y trabajadores, hijos de la clase obrera colombiana, organizados en su partido el Partido Socialista de los Trabajadores, sección nacional de la Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional, a 40 años de su fundación, aprendiendo de las experiencias revolucionarias del pasado y acompañando las luchas democráticas del presente, para alcanzar nuestro objetivo: la revolución socialista mundial.

Al día de hoy, aun son evidentes las penurias a las que son sometidos los jóvenes bajo el capitalismo: en Colombia son alrededor de 500 mil los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Al otro lado, los que estudian se ven obligados a incurrir en gastos altísimos amarrados a créditos impagables para poder acceder a la educación superior, incluso en instituciones públicas, mientras que la calidad académica se deteriora por la falta de equipos, profesores y espacios, y aumentan los recortes de presupuesto y bienestar estudiantil; y los que trabajan lo hacen directamente bajo la informalidad o con contratos precarios que no garantizan estabilidad, tampoco el acceso al sistema de salud y pensiones, y mucho menos el derecho a la organización sindical, recibiendo además, por jornadas de más de 40 horas semanales, un salario que no cubre el costo de la canasta familiar, tampoco la inversión en formación profesional y los gastos en recreación, cultura y deporte. Como si fuera poco, cualquier intento de manifestación juvenil política o cultural por una vida digna, es reprimida y criminalizada tanto por agentes del Estado como por sus aliados paramilitares.

A pesar de las derrotas y adversidades, los jóvenes han demostrado en el último período su capacidad para hacerle frente a esa realidad: nacionalmente es claro el ejemplo de la lucha estudiantil del año 2011 contra la reforma a la Ley de educación superior, y posteriormente la continua resistencia a las regresivas políticas educativas del gobierno de Santos consignadas en su Plan nacional de Desarrollo, camufladas bajo su discurso de paz y reforzadas por la capitulación a él por parte de la mayoría de la izquierda. Igualmente, a nivel internacional se han levantado cientos de miles de jóvenes por el derecho a la educación y en contra de la criminalización juvenil en Chile y Brasil; por los derechos laborales y contra la austeridad en Europa; contra el racismo, la homofobia, la xenofobia y la intervención imperialista en Estados Unidos; por los derechos de las mujeres en Argentina; por la liberación, la autodeterminación y la independencia de los pueblos en Palestina, Cataluña y Kurdistán; y en contra de dictaduras en Siria, Egipto y más recientemente en Venezuela.

Como vemos, al igual que hace 40 años y hace 100 años, aún existe energía revolucionaria entre los jóvenes en Colombia y alrededor del mundo, lo que hace imperativo dirigirla contra la causa primera que la desata: el capitalismo y su personificación, la burguesía y sus aliados en los gobiernos, los sindicatos y las organizaciones estudiantiles, por medio de la movilización permanente y la organización política independiente de ellos, junto a la clase obrera, exigiendo plenas garantías de participación para todas las organizaciones proletarias y populares, y reivindicando el derecho de poder presentar sus propios candidatos a los procesos electorales.

Agradecemos fraternalmente su asistencia y los invitamos especialmente a que nos acompañen en esta lucha.

 

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