Tercerización laboral, para volver al pasado

La tercerización laboral es el sistema que se está implementando para terminar de liquidar las conquistas que lograron los trabajadores con revoluciones socialistas. Se ha convertido en una declaración de guerra social, y no hay otra forma de enfrentarla que organizando y unificando las fuerzas para volver a la carga, impulsando nuevamente esas revoluciones, debido a que una guerra no se debe enfrentar a la defensiva, porque se pierde.

Autor: Alejandro Pereira

Hay que recordar que se cumplen 100 años del triunfo de la Revolución Rusa de 1917, y que esa revolución influyó en la consolidación de grandes conquistas obreras a nivel internacional como la jornada de las 8 horas, y todas las relacionadas con el sistema del “Estado de Bienestar” que incluía una relativa estabilidad laboral, prestaciones sociales, seguridad social, subsidio al desempleo, vacaciones, subsidios para la educación y la vivienda, entre otras conquistas; que donde triunfó la revolución socialista fueron destruidos los estados capitalistas y se constituyeron Estados obreros.

Con la revolución socialista que comenzó en Rusia en 1917 y luego se extendió, en la posguerra, a Europa del Este, a China, a Cuba y Vietnam, se lograron conquistas gigantescas para la clase obrera de esos países. Se eliminó la propiedad privada de los medios de producción y con ello la ganancia, lo que permitió la redistribución de la riqueza entre toda la población. El imperialismo y los gobiernos de los países capitalistas, temerosos de que la revolución socialista se extendiera por todo el planeta, hicieron concesiones  que dieron origen a lo que se conoció como el sistema del Estado de Bienestar. Fue para frenar la revolución socialista y evitar su triunfo mundial. Es decir, evitar con ello la caída del capitalismo. Pero en los Estados obreros el imperialismo siempre tuvo como aliado indirecto a la burocracia gobernante que se apoderó del poder político, de la herencia de la revolución, y acumulando privilegios terminó volviéndose agente del capitalismo imperialista, adueñándose de la riqueza socializada para convertirse en clase burguesa y restaurar el capitalismo.  A finales de los ’80 y comienzos de los ’90 los Estados obreros fueron desmantelados.

 

Los capitalistas pretenden que su crisis la paguemos los trabajadores

A finales de los ’80 la economía mundial, que amenazaba con ir a una crisis tan profunda como la de 1929, reflotó con la riqueza saqueada de los Estados obreros. Pero solo alcanzó para aplazar la crisis. A finales de 2007 estalló, y como toda crisis capitalista, se caracteriza por sobreacumulación de capital y de producción. Contradictoriamente produce miseria y desempleo porque los capitalistas ven caer su porcentaje de ganancia y cierran fábricas y centros de producción, y aunque sigan ganando y acumulando volúmenes gigantescos de riqueza, no están dispuestos a compartirla.

 

La ofensiva por imponer un nuevo sistema laboral

Luego de apoderarse de la riqueza de los Estados obreros, el capitalismo pasó a atacar las conquistas del Estado de Bienestar en los países imperialistas, y las logradas en los países semicoloniales. La tercerización es una política mundial de las multinacionales y los gobiernos para terminar de suprimir lo poco queda de esas conquistas e imponer un nuevo sistema de contratación laboral, volviendo al pasado, a las condiciones del siglo XIX. Tanto las empresas privadas como los Estados están implementado este tipo de contrato laboral. El Estado colombiano tiene alrededor de 1.200.000 trabajadores tercerizados, incluidos trabajadores del Ministerio de Trabajo. La tercerización impone jornadas de más de ocho horas y cuando los trabajadores comienzan a enfermarse por los acelerados ritmos de trabajo y las largas jornadas, son despedidos y reemplazados por otros, con los que se repite la historia, porque los trabajadores son vistos como material desechable.

Para frenar esta ofensiva y evitar que se consolide ese nefasto sistema de contratación laboral, hay que volver a luchar contra el conjunto del sistema capitalista, como se luchó para conquistar las ocho horas de trabajo, en forma unificada, solidaria y radical; hay que organizar fuertes sindicatos clasistas y luchadores, unificar y coordinar la movilización, tanto a nivel sectorial como nacional e internacional; buscar dar el salto de la lucha sindical a la lucha política, pero con independencia de clase, construyendo un partido político de los trabajadores, no para incorporarlo al régimen, ni para apoyar el parlamentarismo burgués, sino para combatirlo y liderar la lucha obrera y social en las calles, y derrocar el sistema de explotación capitalista.

 

¿Cuándo es ilegal la tercerización?

La tercerización laboral está autorizada por la ley, solo para actividades ocasionales en periodos definidos, y debe ser realizada a través de  Empresas de Servicios Temporales (EST) que envía trabajadores en misión, a una empresa. Sin embargo hay muchas empresas que descaradamente la implementan en forma ilegal.

“La tercerización laboral es ilegal cuando en una institución y/o empresa pública y/o privada coincidan dos elementos:

  • Se vincule personal para el desarrollo de actividades misionales permanentes a través de un proveedor (instituciones, empresas, personas naturales o jurídicas u otras modalidades contractuales, sociales o cooperativas, públicas o privadas).
  • Se vinculen personas de una forma que afecte los derechos constitucionales, legales y prestacionales consagrados en las normas laborales vigentes. (www.ambitojuridico.com).

A pesar de quedar claro que no se pueden contratar trabajadores a través de una temporal para actividades permanentes, muchas empresas lo hacen. Por ejemplo, Seatech, empresa que produce el atún Van Camps, tiene alrededor de 1.800 trabajadores, solo tiene 56 trabajadores directos y el resto a través de temporales. Otras como Avianca logran burlar la ley con la complacencia del Ministerio de Trabajo. Algunas pagan multas, pero siguen tercerizando porque alfinal les queda un saldo positivo.

El gobierno de Santos, con su entonces Ministro del Trabajo Luis Eduardo Garzón, pretendió darle como obsequio a los empresarios el decreto 583, a través del cual generalizaba, y en ultimas legalizaba la tercerización. Pero el Consejo de Estado terminó suspendiéndolo parcialmente. Pero los empresarios seguirán presionando para que el contenido de este nefasto decreto se aplique.

Hay varios sindicatos que tienen como una de sus banderas la lucha contra la tercerización y han mantenido a raya a las empresas incluyendo este punto en los pliegos de peticiones. De no ser así los sindicatos desaparecen o es más difícil la organización y la lucha. Sin embargo en empresas donde la tercerización llega casi al 100% los trabajadores se han organizado en sindicatos para combatirla, Antsa y Astopsac en Avianca y Ustrial en Seatech, entre muchos otros.

 

 

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