Medidas económicas ¿Por qué siempre al servicio de los poderosos?

Teoría vs Realidad

La teoría económica burguesa está llena de adornos y fantasías que la alejan de la realidad, sus postulados se tejen y ajustan conforme la tasa de ganancia se inclina y no rinde al patrón una cuota cada vez mayor. Se nos enseña que el sistema capitalista está diseñado de tal forma que la GANANCIA obtenida por quienes ostentan la propiedad de los bienes productivos es compensación por arriesgar en el proceso productivo. Que para hacer equitativa la sociedad, los capitalistas pagarán un tributo sobre las ganancias de tal forma que el estado cuente con estos recursos para invertir no solo en infraestructura sino que debe velar porque los asalariados tengan acceso a educación, salud y esparcimiento que con sus ingresos son inalcanzables.

Esta teoría lejos de la realidad y de la ciencia, se acomoda a la perfección a los intereses de quienes la elaboran, sirve a la burguesía y al gobierno que administra el estado burgués.

¿Cómo se acomoda esta teoría, ahora que los impuestos recaen sobre los trabajadores y las clases menos favorecidas?

Se tenía que convencer a los trabajadores teórica e ideológicamente, de la necesidad de que la población con menos recursos tenga que tributar no solo sobre sus salarios sino sobre cada bien y servicio que adquiere, mediante retención en la fuente y pago del IVA.

Entonces se nos convenció de que reducir los impuestos a los capitalistas era necesario para que éstos generaran más puestos de trabajo, es decir a la final sería una mejor situación para los trabajadores puesto que se reduciría el desempleo.

El plan no es nuevo

Esto no es nuevo, por los años noventa en Colombia, con la teoría económica al servicio de la burguesía y los políticos administradores del estado burgués, convencieron a los trabajadores e incluso a sus dirigentes de que despojar a los trabajadores de las conquistas obtenidas durante años de lucha, era la forma de no solo generar empleo, sino modernizar el estado y el país. El eslogan fue “Bienvenidos al Futuro”.

Así, en pocos años se perdieron: estabilidad, primas, vacaciones, cesantías, horas extras, derechos laborales. Y al final del día, el empleo no aumentó, el país no se industrializó, pero la riqueza generada no podía desaparecer, fue a parar a pocas manos por lo que la riqueza y la tierra se concentraron como nunca.

El bazar de las instituciones

Por estos años hasta el más humilde estaba convencido de que lo mejor era privatizar las entidades porque el estado era muy mal administrador, entonces se vendieron a precio de bazar las entidades lucrativas y con ellas los servicios públicos. Con esto los únicos que ganaron fueron quienes pudieron comprarlas: la burguesía nacional y las multinacionales. Se encarecieron los servicios no solo porque subieron las tarifas sino que adicionalmente se abolieron los subsidios a los estratos más bajos.

Quienes elaboran las políticas como quien elabora la teoría conocen bien de que están hablando, o más bien a quien están beneficiando y trabajan para ellos.

El economista Jorge Iván Gonzales experto en pobreza y desigualdad, lo retrata así: “A la comisión de Expertos le da pánico hablar de esos temas y el argumento es que no se les puede cobrar impuestos a unos poquitos, pero si esos poquitos son los ricos; a la clase media nos tienen apretados y allí no hay posibilidad de no pagar impuestos, mientras que a los grandes ricos, la misma Comisión lo reconoce, habla de 38 billones de pesos en exenciones y en deducciones de esos tributos”.

Para entender la magnitud de lo que significan estas exenciones por 38 billones de pesos concedidas únicamente a los ricos, debemos saber que lo que ha dejado el país de percibir por la caída de los precios del petróleo es de 24 billones de pesos.

“Plata no hay”, dijo Santos cuando los maestros estaban en paro, y prometió no firmar la ley que reduce a los pensionados que devenguen menos de tres salarios mínimos, de 12 a 4% la tarifa por concepto de salud, pero al día siguiente subió el salario de los congresistas a 30 millones de pesos.

Así, entonces se entiende lo que ha ocurrido con las reformas tributarias; se incrementó el IVA en 3 puntos, de 16 a 19%, el impuesto más regresivo porque grava igual a una familia que sobrevive con un salario mínimo de cerca de $700.000 que a la familia de un congresista que gana $30.000.000. Y descaradamente redujo en más de 3 puntos porcentuales el impuesto de renta a las empresas, y las que están en zonas francas pagaran 10 puntos porcentuales menos de rentas y sin sobretasas.

Sobran los estudios que muestran a Colombia como unos de los países más desiguales de la región, en cuanto a ingresos se refieren, se conocen las fórmulas para corregirla, pero quienes son elegidos con recursos de los empresarios, banqueros y multinacionales saben para quien tienen que trabajar.

Esta aguda desigualdad está haciendo que el pueblo se levante por obtener las más mínimas condiciones que dignifiquen la vida: agua potable, educación, salud etc. Buenaventura y Choco nos mostraron el camino. Solo la resistencia de los trabajadores y sectores populares pueden ponerle freno a esta ola de medidas que mantienen al pueblo al borde de la ruina, la miseria y desesperación.

Autor: Manuela

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