Cheques endosados, sobregirados y en blanco. ¿Por quién  votar en las próximas elecciones?

En las próximas elecciones, el proceso de paz entre el Gobierno de Santos y las FARC estará en el centro de la discusión política, pues las distintas coaliciones se están organizando en torno a sus simpatías y antipatías con la negociación. Ninguna de estas coaliciones tiene como eje las luchas de la clase trabajadora por sus derechos, de las agendas de los paros de Chocó y Buenaventura y de las poblaciones que luchan contra la explotación de los recursos en sus territorios.

Autor: Antonio Romero

Uribistas, santistas e izquierda intentan definir candidaturas entre largas listas de aspirantes y al mismo tiempo concretar sus coaliciones. Pero ninguna de estas candidaturas representa las luchas de la clase trabajadora y de los pueblos. La implementación de los acuerdos definirá las condiciones políticas y jurídicas en las que las guerrillas se desmovilizarán, pero no solucionará ninguno de los problemas sociales.

Uribismo: endosando el cheque

La extrema derecha representada en el Centro Democrático abre sus puertas a los sectores que apoyaron la campaña del No, a los extremistas cristianos y a los oportunistas de la Unidad Nacional que dan un giro de última hora hacia el uribismo después de haber disfrutado de siete años de burocracia y contratos.

En ese sentido, el uribismo presentó una baraja de cinco vociferantes candidatos que tienen en común en que son ampliamente desconocidos para los votantes y aspiran a que Uribe pueda endosarle sus votos. En cambio sus aliados tienen nombres como el ex procurador Alejandro Ordóñez que recoge además lo más reaccionario de los sectores del cristianismo con un discurso contra los derechos de la mujer y de la diversidad sexual.

Santismo: cheque sobregirados

Por las huestes santistas no aparece el candidato que unifique y se dividen entre Vargas Lleras que trata de conquistar los votos uribistas y el negociador Humberto de la Calle que trata de conquistar los votos de la izquierda.

La sólida Unidad Nacional de Santos se ha ido diluyendo a medida que avanza el proceso de paz y que se profundiza la crisis social en un gobierno sobregirado. Su ex ministro de defensa ex embajador en estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, se vende como la derecha santista y aparece en el escenario para disputarle este título a Germán Vargas Lleras.

La izquierda: el cheque en blanco

Por la ‘izquierda’ el asunto es más grave: Jorge Robledo y Claudia López proponen una coalición contra la corrupción que se distancie del proceso de paz, Clara López y Piedad Córdoba proponen un acuerdo con Santos para garantizar la implementación de los acuerdos y Gustavo Petro intenta ubicarse por encima de estas dos tendencias.

Jorge Robledo del MOIR encabeza un sector que intenta una coalición con Claudia López y Sergio Fajardo. Una alianza que aparezca como de izquierda, su bandera sería la lucha contra la corrupción y se distanciaría del proceso de paz. En el pasado, Robledo ha mostrado estar más dispuesto a unificar su agenda de lucha con el uribismo – como en el caso de Justicia Tributaria – que aparecer junto a la Unión Patriótica y al nuevo partido que surge de la desmovilización de las FARC.

El otro sector es el que representan las fuerzas que apoyan la negociación como la Unión Patriótica, la Marcha Patriótica, Iván Cepeda, Clara López y Piedad Córdoba. A este sector se sumaría el nuevo partido político de las FARC y apoyarían una coalición de fuerzas en torno a la implementación del proceso de paz con el santismo.

Mientras que Gustavo Petro trata de estar por encima de ambos sectores para convertirse en factor de unidad, pero está más cerca del segundo bloque pues en el primero se encuentra Claudia López, quien apoya de manera abierta a Enrique Peñalosa.

¿Por quién votar?

La llamada coalición en torno al proceso de paz es un nuevo cheque en blanco que algunos sectores invitan a firmar, como el que se le firmó a Santos en las elecciones pasadas. Esta vez pedirán que el cheque sea girado a nombre de Humberto de la Calle y aspiran que su fórmula salga de la izquierda.

Pero no podemos firmar otro cheque en blanco, recordemos que en el pasado ha incumplido hasta con promesas mínimas como devolver el recargo nocturno y ha objetado normas como el reconocimiento de los derechos de las madres comunitarias y la rebaja de los aportes de los pensionados.

Debemos buscar candidaturas en las luchas sociales, en las huelgas obreras, en las movilizaciones contra la explotación minera. El régimen político no permite la participación de las minorías políticas, por eso es necesario que la reforma electoral haga parte de las reivindicaciones de estas luchas y de la agenda de un Paro Cívico Nacional para no tener que firmar más cheques en blanco.

 

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