Abriéndose paso contra el machismo

El Socialista entrevistó a la compañera Claudia Blanco, dirigente sindical y trabajadora del Grupo Prodeco de la multinacional Suiza Glencore, que explota el carbón  en La Jagua de Ibirico, (Cesar), al Norte de Colombia. La compañera nos explicó su experiencia en el trabajo como maquinista de un tren de carga,  y en el sindicato Sintracarbón, como presidente de la seccional Ciénaga.

El Socialista: ¿Cuánto hace que trabaja en el sector del carbón y que tipo de contrato tiene?

Claudia Blanco: Desde el año 2007 estamos trabajando en el sector carbón y mi tipo de contrato es indefinido.

ES: ¿Cuántos trabajadores laboran en la empresa?

CB: En Ferrocarril hay 180 trabajadores.

ES: ¿Cómo se calificó para ser maquinista, y tuvo trabas o resistencia para que la nombraran en ese cargo?

CB: Me califique para ser maquinista a través de una convocatoria en 2006 que realizó la empresa a través del Sena de Santa Marta, hicimos el curso de maquinista durante 14 meses, siete de teoría conociendo las máquinas, y siete de práctica en talleres de Fenoco, después el Sena nos certificó y la empresa nos contrató inicialmente un año con bolsa de empleo, y desde 2008 en vinculación directa. Al principio tuve mucha resistencia; el gremio del ferrocarril era muy machista, algunos me decían que este trabajo no era para mujeres, que las mujeres debemos estar en la casa, pero con esfuerzo y dedicación pudimos alcanzar esta meta y abrir este campo para las mujeres.

ES: Cuando se postuló para dirigente sindical, ¿hubo resistencia, o aceptación?

CB: Cuando me postule a dirigente sindical hubo aceptación porque mis compañeros me conocían como trabajadora y persona.

ES: ¿De las tres responsabilidades que tiene: conducir el tren, el sindicato y el hogar, cuál es la responsabilidad más compleja, como mujer?

CB: Pregunta difícil porque las tres son complejas para las mujeres, cuando llegué al ferrocarril el gremio era muy machista, llego al sindicalismo y también persiste el machismo, a pesar de los avances que se han hecho en las organizaciones, y en mi hogar con una niña de dos años, que requiere atención y cuidado, no es fácil porque el tiempo es escaso, a veces, para atender estas tres responsabilidades.

ES: Su experiencia demuestra que la mujer puede asumir oficios que supuestamente son para hombres, y que deben percibir el mismo salario. ¿Es así?

CB: Estadísticamente la brecha salarial entre hombres y mujeres difiere, ganado mucho menos las mujeres. Actualmente mi salario es igual al de mis compañeros, pero en otras empresas en las que trabajé si viví esta diferencia, porque a pesar de hacer el mismo trabajo ganaba menos que mis pares hombres.

ES: ¿Se necesitan reivindicaciones particulares para la mujer trabajadora, para equilibrar un poco la desigualdad con los hombres? 

CB: Sí se necesitan. Hay que incluir cláusulas de género en las convenciones colectivas. En mi caso particular mi esposo y mi familia me apoyan mucho con el hogar, y comprenden porque estoy sindicalizada, pero si la pareja, la familia, los compañeros de trabajo y los colegas sindicalistas apoyan más a las mujeres, ellas tendrán una participación más activa en lo social, sindical y político.

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