8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora de 1917 a 2017

Muchos trabajadores piensan que el 8 de marzo es el día de todas las mujeres, para regalarnos una flor o un juego de ollas. Los enemigos de los trabajadores, los grandes burgueses, los usurpadores y también los traidores han querido borrar la historia del 8 de marzo y de la revolución rusa.

El día de la mujer nace en 1910, en la segunda conferencia internacional de mujeres socialistas, a iniciativa de Clara Zetkin, con el fin de reivindicar el derecho al voto femenino y la lucha internacional de las mujeres trabajadoras. En conmemoración de la heroica lucha de las 129 mujeres textileras que murieron en Nueva York en marzo de 1857: se dice que ellas fueron quemadas mientras luchaban por mejora del salario y contra las pésimas condiciones de trabajo.

La Revolución Rusa tuvo rostro de mujer

La revolución de octubre, cuya antesala la revolución de febrero empezó en un día de la mujer (según el calendario ruso) con la marcha de las textileras del barrio Vyborg, exigían pan para sus hijos y el regreso de sus maridos de la guerra. Cuando el partido bolchevique y las masas tomaron el poder, en sólo 4 días las mujeres conquistaron más derechos que los que hayan tenido nunca. Hoy la lucha por recuperar esas conquistas no solo en los países de ex URSS sino en el mundo, está a la orden del día.

Esos derechos fueron: igualdad salarial, la incorporación de las mujeres a todos los sectores productivos, se abolieron la prohibición o restricción del divorcio y el aborto, se conquistó la pensión de alimentos, la licencia de maternidad, la jornada de 8 horas e iguales derechos a los hijos naturales, derechos a manejar sus bienes y se empezaron pasos hacia la liberación del trabajo doméstico : guarderías, lavanderías y comedores, también las mujeres podían ser elegidas y votar en los soviets. Producto de estas garantías y no de la prohibición y la doble moral, prácticamente desapareció la prostitución, ninguna mujer necesitaba venderse, hoy Putin se jacta de lo buenas prostitutas que son las mujeres rusas y hasta es legal la violencia doméstica.

Este fue un verdadero cambio extremo porque la situación de las mujeres en Rusia era de las peores de Europa: trabajaban de sol a sol sin ningún derecho, siendo unas ancianas a los 40 años a causa de esto, eran abusadas por el patrón y el marido, y muchos de sus hijitos morían por el hambre o tenían que trabajar desde los 8 o 10 años; el 80% no sabían leer. Dejaron de depender del marido al tener su propio trabajo, y dejaron de ser esclavas domésticas, pasando a ocupar cargos importantes en la producción y en la política, demostrando una enorme capacidad de trabajo e inteligencia. Estas conquistas sirvieron de ejemplo para la lucha de las mujeres en muchos otros países, y gracias a esto se conquistaron derechos de manera desigual en todo el mundo.

Al retroceder la revolución y perder el control obrero democrático se produjo el retroceso de todas las conquistas. Una gran parte de este retroceso se debió a condiciones materiales, pero también políticas porque el estalinismo produjo un retorno a la concepción tradicional de la familia.

 Violencia y resistencia: las mujeres a las calles

Hay un nuevo ascenso de las luchas de las mujeres en el mundo como reacción al recrudecimiento de la violencia machista, y los ataques al nivel de vida de la clase trabajadora que nos han afectado aún más brutalmente: por ejemplo la reforma tributaria sube los alimentos y cobra impuestos a las toallas y tampones, el aumento del salario mínimo o más bien el NO aumento nos afecta más porque somos las mujeres las que más ganamos el mínimo o menos. Somos las que cuidamos a los enfermos y los ancianos porque el estado no se hace cargo de ellos. Al recortar presupuesto y servicios de salud nos quedamos sin acceso a anticonceptivos, y se repite el ciclo de la pobreza y la desigualdad.

Hay una participación creciente de las mujeres contra los planes de ajuste, los feminicidios, la violencia y por el derecho al aborto, ligada a la de inmigrantes y negros en el mundo contra la violencia policial y la xenofobia también acrecentadas por la crisis económica. Los explotadores inician sus ataques contra los más vulnerables, pero vienen a por todos los trabajadores.

En Grecia se dio la huelga de las limpiadoras, en India la de las textileras. En Islandia se dieron movilizaciones importantes por igualdad salarial (el promedio de diferencia ha pasado al 27% a nivel mundial), en Polonia y Salvador hubo una huelga y movilizaciones por el derecho al aborto . Millares de mujeres se movilización en los Estados Unidos contra Trump, rechazando sus políticas machistas, xenófobas, y homofóbicas.

La lucha contra la opresión a la mujer que llevaba años en las aulas de las universidades y en los pequeños grupos feministas, algunos cooptados por ONGs y organismos multilaterales del imperialismo como la ONU, empieza a salir a las calles nuevamente. Cada vez más sectores del feminismo se declaran anticapitalistas y antiimperialistas. Aún queda mucho camino, aún muchas mujeres y trabajadores piensan que Hilary Clinton y otras mujeres poderosas los representan.

Acá por ejemplo es fácil pensar que Claudia López defiende los derechos de las mujeres y los LGBT, mientras la realidad es que ella como congresista dice discursos radicales pero vota a favor de los recortes al presupuesto y las medidas que afectan a las mujeres trabajadoras, es ardiente defensora de la propiedad privada, y aliada vergonzante del odiado Peñalosa. También el gobierno actual se llena la boca pidiendo condenas ejemplares a los feminicidas, mientras que no destina ni un centavo en presupuesto para un verdadero plan contra la violencia (casas refugio, centros de atención con todos los servicios, etc) y sin ningún reparo le niega el derecho a un trabajo estable y digno a las madres comunitarias.

¿Qué hacer?

El movimiento Ni una Menos de Argentina, hizo un llamado a un Paro Internacional de Mujeres como respuesta a la violencia social, legal, política, moral y verbal que experimentan las mujeres en todo el mundo.

Nosotros le propusimos a las centrales obreras respaldar esta convocatoria promoviendo el 8 de marzo como un día de acción, en el que todos nos movilicemos en favor de la lucha de las madres comunitarias, emblema de la mujer trabajadora de nuestro país y ejemplo de combatividad y lucha.  También proponemos organizar comités de la mujer en nuestros colegios, universidades, empresas, y sindicatos e incluir en el pliego de peticiones las reivindicaciones de las mujeres como guarderías, mecanismos contra el machismo y la igualdad salarial.

Exijamos que todos los partidos y grupos tengamos derecho a estar en las elecciones y no sólo los de los ricos, para que una obrera, una madre comunitaria, una maestra puedan ser candidatas.

Luchemos por leyes a favor de las mujeres, pero ninguna ley ni reforma van a garantizar nuestros derechos si seguimos sometidas a menor salario, violencia diaria y más desempleo. La única forma de combatir la explotación y la opresión es organizarse y luchar junto con los hombres trabajadores por una sociedad nueva, que para nosotros es la sociedad socialista.

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