A usted que piensa votar SÍ y A usted que piensa votar NO

A usted que piensa votar  SÍ

 

Seguramente su intención de voto se ve impulsada por el deseo del cese de uno de los principales factores de la violencia que durante más de sesenta años ha azotado al campo: la posibilidad de que las FARC dejen las armas y se incorporen a la lucha política legal.

Tal vez considera que los acuerdos globalmente significan soluciones a los problemas sociales que han estado ligados al origen de la violencia, y que con estos acuerdos las víctimas por fin serán resarcidas, mientras que los responsables de los crímenes serán juzgados y pagarán aunque sea penas alternativas. Tal vez usted ha visto cómo Santos ha respondido con desprecio, evasivas y falsas soluciones a las justas exigencias de las grandes protestas de estudiantes, campesinos e indígenas que se han movilizado contra el gobierno en los últimos seis años. Por eso trata de separar su voto, por el fin de la guerra, del apoyo a Santos y las políticas que ha desarrollado bajo su gobierno.

Como usted queremos vivir en paz. Pero es importante hacer conciencia de que la decisión de la desmovilización de las FARC y su tránsito hacia una expresión política, dentro del régimen político actual, es una decisión ya tomada, independiente del resultado del plebiscito. El triunfo del SÍ en el plebiscito no es el triunfo de la paz, ni su fracaso es la guerra, porque lo que define el plebiscito no es la paz, sino la legitimidad del gobierno y de todas sus políticas.

Así casi inmediatamente se le dará vía libre a la reforma tributaria, se legitimará la represiva respuesta del Esmad a las protestas y reclamos de la población, y las verdaderas causas de la violencia seguirán golpeando a las víctimas y a la población.

Si lo que lo mueve es una profunda convicción en la necesidad de la paz, estará de acuerdo con nosotros en la necesidad de producir cambios de fondo al régimen político y al sistema económico y social, por lo que en este momento la mejor alternativa es exigir una constituyente libre, democrática y soberana. Por eso lo llamamos a que nos acompañe el 2 de octubre a manifestarse en las urnas escribiendo “constituyente” en el tarjetón.

 

A usted que piensa votar  NO

Si usted desconfía de las innumerables promesas de paz y reconciliación, y siente que la verdadera paz no vendrá de lo que se negoció en la Habana, es probable que esté pensando en votar “No” en el plebiscito. Tal vez lo que lo motive es el rechazo a una guerrilla que usted vio en las últimas décadas servir como excusa para el surgimiento de bandas paramilitares, el incremento de la violencia narcotraficante y la militarización extrema de la sociedad con la excusa de combatir la insurgencia.

Su voto no será independiente. Será aprovechado por los que actualmente impulsan la campaña por el “No”, es decir por Álvaro Uribe, su partido el Centro Democrático y por todos los sectores de terratenientes, empresarios y paramilitares untados de la sangre derramada por las víctimas de las masacres, los desplazamientos y los asesinatos causados por los que más se han beneficiado con esta guerra durante más de sesenta años. Si vota por el “No”, seguramente motivado por un sentido crítico, significa fortalecer a los que quieren más impunidad y violencia.

Un triunfo del “No” en el plebiscito, aunque seguramente no cambiará la decisión que han tomado conjuntamente el imperialismo, Santos y las FARC, de ponerle fin a este enfrentamiento armado, fortalecerá el accionar de las bandas paramilitares, de los ejércitos atirrestitución y de las bandas narcotraficantes que buscan copar los territorios que controlan las FARC y seguir desplazando y asesinando campesinos y sindicalistas.

Por eso lo llamamos a que no de su apoyo a los señores de la guerra. Que su desconfianza, y su oposición al gobierno, y su rechazo al método guerrillero lo canalicemos por la vía de impulsar una Constituyente democrática, soberana y popular, para que tenga la plena autonomía de cambiar lo que los acuerdos de la Habana no se atrevieron a tocar: las verdaderas causas de la violencia, la miseria y la desigualdad. Por eso lo llamamos a que nos acompañe exigiendo esta constituyente al tiempo que rechazamos el SI de Santos y el No de Uribe, escribiendo en todo el tarjetón: “Constituyente”.

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