Preparemos el Paro Cívico Nacional contra Santos y su Plan

Autor: Comité Ejecutivo Partido Socialista de los Trabajadores, Bogotá 8 y 9 Julio de 2016.

Compañeros

Encuentro nacional de organizaciones sindicales, sociales y políticas

Saludamos este importante espacio, que aunque limitado por su tamaño y preparación, es muy importante. Tenemos una responsabilidad enorme: preparar el paro cívico nacional contra los planes de Santos. Esa responsabilidad se ve confrontada por una serie de obstáculos que tenemos que vencer para que esta reunión haya valido la pena, de no lograrlo podría suceder que no se concrete nada o que este espacio se convierta en un comité de aplausos de la política de conciliación de clases, promovida por quienes creen que en aras de la paz se deben sacrificar las luchas.

Mientras no se logren unificar las luchas el gobierno y los capitalistas lograrán derrotar por separado cada una de ellas. Una de las debilidades que tiene este encuentro es que es convocado tarde, el encuentro debió ser convocado de emergencia durante la Minga, y cuando estaban en alto las luchas en Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB) y Universidad Distrital, la dirección de Fecode en lugar de convocar a paro de un día y levantarlo con promesas, debió mantener el paro en apoyo a los mingueros y los trabajadores del distrito, entre ellos de ETB. Hoy ya fue levantada la Minga, los camioneros y trabajadores del distrito incluyendo los de ETB a duras penas resisten, el paro de la Universidad Distrital está finalizando.

Se perdió durante el primer semestre la oportunidad de un paro nacional que es lo que puede golpear al gobierno y sus planes contra los trabajadores. Actualmente, luego del anuncio del cese al fuego con las FARC y el desmonte de varias luchas, estamos frente a un gobierno fortalecido, que avanza en la ofensiva contra los trabajadores. La reforma tributaria, que ampliará la base social del impuesto de renta subirá el IVA y gravará más productos de la canasta familiar, es un hecho. No hay señales de que la ministra Clara López vaya a jugársela por retirar el decreto 583 que legaliza la tercerización, y ha sido aprobado un código de policía que más parece de un país en guerra que de un país que transita hacia la paz. Juan Manuel Santos avanza en sus planes contra los trabajadores y ya tiene claro que va a enfrentarnos con más represión. De allí que en lugar de acabar con el ESMAD, aparato de represión y violación de las libertades democráticas, lo piensa fortalecer.

Debemos entender que el Plan de Santos incluye la negociación con la insurgencia, por un lado, y por otro, las medidas económicas y políticas contra los trabajadores en el posconflicto. La forma como ha sido tratado el conflicto agrario, con represión y muertos, indica cómo será el comportamiento del régimen político en el posconflicto. No habrá apertura democrática y la crisis social se profundizará cada vez más, agudizándose la lucha de clases.

Sabemos que muchos han celebrado el anuncio del cese al fuego con las FARC como el inicio de la paz, entendemos y reconocemos que esta alegría es resultado del deseo de vivir en paz y el hastío de la guerra; es apenas justo que se termine la lucha de aparatos que ha dejado miles de muertes, desplazamientos, y que durante 52 años confundió a trabajadores y campesinos llevando muchas luchas a la derrota sin haber logrado ganancias para los trabajadores y campesinos. Pero alertamos que no podemos confiar ni por un momento en el gobierno de Santos ni depositar nuestra confianza en él. Tampoco debemos creer que en los acuerdos de La Habana se van a pactar cosas que cambien la situación de los trabajadores y los pobres.

Santos dice la verdad cuando afirma que el modelo económico no se está negociando. De hecho, es posible que las reformas al agro que se planean desde el gobierno sean más nocivas que lo que hay actualmente. No olvidemos que estas negociaciones tienen la tutela del imperialismo norteamericano, por un lado se silencian los fusiles y por el otro se garantizan las mejores condiciones para los negocios y la llamada “inversión extranjera”. Es decir, el saqueo de los territorios ancestrales y la destrucción de la naturaleza.

Este encuentro debemos convertirlo en un evento de lucha, debemos rediscutir el pliego para que represente los intereses de los trabajadores y sectores sociales oprimidos, definir la fecha para el paro nacional, y un plan para su preparación. Debemos impulsar la conformación de comandos locales y regionales de paro, y que de estos salgan los negociadores que deben estar en consulta permanente con las bases. En caso de convocarse un paro distrital, debe coincidir con el paro nacional. La política de Peñalosa no es aislada del plan de desarrollo santista sino su aplicación directa. Proponemos que un eje de las reivindicaciones sea la lucha contra la tercerización y por la estabilidad laboral.

Este evento no puede convertirse en una tribuna para hacer campaña sobre el apoyo a los acuerdos de paz, puede ser que entre nosotros existan diferentes posiciones sobre cómo actuar ante un posible plebiscito, nosotros pensamos que esas opiniones no deben dividirnos a la hora de luchar, y nuestra unidad para la lucha no la debemos condicionar ni empeñar a un sí anticipado. Desde nuestro partido hemos tenido una posición independiente, y proponemos que el encuentro no acepte comprometerse con ningún mecanismo, estamos acá para organizar el paro nacional, no para avalar la política santista. Los acuerdos de paz, y los cambios que la sociedad necesita, pasan, como mínimo, por la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, libre, democrática y soberana que pueda discutir todos los problemas sociales que no se discutieron en La Habana.

 

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Por un pliego nacional para los trabajadores y sectores populares

Diversas organizaciones agrupadas en el comando nacional unitario convocaron a un paro nacional el pasado 17 de marzo, pero por medio de las más diversas maniobras el paro fue convertido en una jornada de protesta. En esa ocasión se elaboró un pliego de exigencias que se entregó al presidente Santos. El Partido Socialista de los Trabajadores no suscribió ese pliego porque había reivindicaciones de los empresarios. A cambio proponemos este pliego:

  1. Por alza general del salarios. El salario de los colombianos pasó de 280 a 212 dólares con el aumento de la divisa, el pírrico ajuste del 7% por encima de la inflación fue consumido por el alza del transporte y la canasta familiar, cerca de 15 millones de colombianos ganan el mínimo o menos con uno de los salarios más bajos del mundo. El salario mínimo debe corresponder con el costo de vida. Por salario mínimo de $1,500,000.
  2. Por la estabilidad laboral, contra la tercerización y los despidos. No a las cooperativas, contratos sindicales y contratos basura. Por el nombramiento de planta y con todos los derechos de todos trabajadores colombianos. Por reparación integral a la clase obrera. Derogatoria inmediata del decreto 583, y de las leyes que atentan contra la estabilidad laboral reforzada.
  3. Contra la reforma tributaria regresiva. Contra el modelo de impuestos de exenciones a los ricos y más impuestos a los trabajadores, abajo el 4×1000 y disminución del IVA. Si el estado no tiene dinero para cumplir sus obligaciones que deje de pagar la deuda externa. Porque la crisis la deben pagar los ricos.
  4. Contra el uso de la fuerza para reprimir la protesta social y criminalizar el derecho a la movilización. Contra la represión a la protesta estudiantil, campesina, de vendedores ambulantes, protestas por el mal servicio de transporte, y luchas sindicales han sido reprimidas con el uso del cuerpo criminal del ESMAD, conocido por sus reiteradas violaciones a los derechos humanos, y ataques a los ciudadanos. Exigimos inmediato desmonte del ESMAD. Contra la criminalización de la protesta social.
  5. Contra las políticas neoliberales trazadas en el PND de Santos para la educación no a las orientaciones y exigencias de la OCDE y el imperialismo en materia educativa, entre ellas la implementación de una jornada única en los colegios en detrimento de las condiciones laborales de los maestros y favoreciendo la tercerización laboral, y la desfinanciación de las universidades que tiene en jaque a la U del Tolima y U Distrital entre otras. Por el derecho a la educación y los derechos de los maestros.

La juventud colombiana se enfrenta a pésimas condiciones laborales y pobre acceso a la educación así como a problemáticas sociales reflejo de la descomposición de la sociedad, el desempleo, la falta de oportunidades y proyecto de vida. Por el acceso sin barreras a la educación universitaria y técnica, y el empleo digno. Por un futuro para la juventud.

  1. Contra el machismo y la desigualdad salarial. Sigue cobrando vidas la violencia machista, las mujeres son mayoría entre los pobres y los desempleados, y sus salarios son en promedio 20% inferiores. Por igualdad salarial y acciones reales contra la violencia. Contra la opresión y la explotación de las mujeres.
  2. En defensa del medio ambiente. El calentamiento global a causa de la depredación capitalista del mundo, el fenómeno del niño, y la sequía amenazan constantemente el medio ambiente, pero la peor amenaza son los planes depredadores de los capitalistas que amenazan con urbanizar los humedales y reservas como la Van der Hammen al servicio de sus amigos del cemento, y depredan los territorios ancestrales de las comunidades para dar paso a enormes carreteras y al extractivismo (caso La Colosa). Por la defensa del patrimonio ambiental y contra las transnacionales.
  3. Contra la entrega y privatización del patrimonio público, exigimos que nos devuelvan ISAGEN, defendemos ETB y todas las empresas estatales, por defensa de lo público.
  4. Contra el mal servicio de transporte. El caos del sistema de transporte en las principales ciudades es una queja constante, esto lo causa la operación privada que organiza las rutas y la frecuencia de las mismas pensando en las ganancias y No en las necesidades de los usuarios. Las alzas en las tarifas no se corresponden con el servicio y se necesitan tarifas diferenciales para estudiantes y adultos mayores. Por un sistema de transporte estatizado.
  5. ¡Abajo la ley 100! Salud para todos! La continuidad de la ley 100 y el manejo criminal de las EPS más grandes, la apropiación privada de los recursos públicos tienen a la mayoría de la red hospitalaria en quiebra, agonizan el Hospital Universitario del Valle y el Hospital del Caribe entre otros, urge una reforma que consagre la salud como derecho.
  6. Reforma Agraria Democrática. Por tierra para los campesinos pobres, expropiación y cárcel a los culpables del despojo, respeto los territorios ancestrales de las comunidades afros e indígenas, contra la ley de Zidres, por una verdadera ley de tierras al servicio del pequeño campesino.

 

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